Desde que era un niño, vengo oyendo que el problema de este país es que no se investiga; que el eslogan nacional es “que investiguen otros”, y por tanto, tenemos que comprar la tecnología fuera y seguir vendiendo agricultura y servicios. La 'Investigación y Desarrollo' es una expresión muy manida por nuestros políticos. Los mismos que ponen alfombra roja a las multinacionales para que se instalen en tal ciudad, en tal Comunidad Autónoma.
Cuando en un sector, una empresa tiene como valor añadido solamente el precio, entonces no tiene valor añadido y estará en el mercado mientras que no haya una empresa que produzca a menor precio un producto. Por otro lado, cuando se protege especialmente un sector desde un gobierno, es el principio del fin de ese sector. La protección suele evitar que el sector llegue a ser realmente competitivo.
Las empresas que son grandes, no siempre han tenido una idea innovadora o han realizado ninguna innovación. Otras han sido monopolio, han crecido con la protección de un gobierno y luego se ha privatizado (supongo que ya se imaginan de quienes hablo). La gran mayoría han ido copiando proyectos de otros que no llegaron a consolidarse en el mercado. Pongo el ejemplo de Nokia, que a mediados de los 90 desarrolló la pantalla táctil en los teléfonos móviles sin que el mercado llegara a aceptarlos. Luego llegó Apple que simplemente copió el sistema, lo adaptó en los iPhone y tablets, y ya saben.
Realmente, muchas veces las empresas llegan al mercado antes de que el mercado esté maduro para aceptar una innovación o un avance. Hace unos años, una empresa japonesa desarrolló una semilla y una técnica que fabricaba las sandías en forma de cubo. Lo que parecía una tontería o un esnobismo, se ha consolidado como una opción en el mercado.
Por otro lado, para una empresa que comercializa naranjas, melones o tomates, ¿dónde está la posible innovación o investigación? Pues sí, la mayor cantidad de innovaciones que se han producido en Murcia vienen de la agricultura intensiva, las técnicas de cultivo, irrigación y gestión en el campo, y tenemos que decir que el camino sigue siendo éste. Queremos que surjan empresas como Google o como Microsoft, pero la situación de los mercados y, sobre todo, de las Administraciones Públicas, no ayudan a que se inviertan grandes cantidades en IT, obteniendo beneficios rápidamente. La situación de la agricultura es sin embargo mucho más interesante: las técnicas de cultivo, la mejora de las semillas y la climatología hace que lleguen productos de la mejor calidad cuando no hay productos de otras zonas de Europa a precios muy interesantes.
En Murcia, para cualquier cultivo, el agua es oro. Su precio es muy superior al que tiene en Andalucía o La Mancha. Obvio, cuando un porcentaje tiene que recorrer más de 400 km desde el Embalse de Entrepeñas. Sin embargo, la eficiencia de los cultivos y del agua usada no está contrastada porque los políticos no tienen ningún interés en evaluar técnicamente la necesidad y la rentabilidad técnica y social del agua usada en agricultura. Son los mercados los que premian esa eficiencia y esa calidad cuando los productos de Murcia se pueden encontrar en los mercados de toda Europa.
La política sobre la tecnología que ha practicado el Gobierno regional ha sido facilitar a grandes multinacionales a implantarse en la Región, evitando el desarrollo de empresas innovadoras. La patronal del sector, el Centro Tecnológico o los Colegios Profesionales, han servido para que el sector esté en manos de dos empresas sin interés en la innovación, pero con los suficientes asideros políticos para que nada cambie. El sector sólo tiene como posibilidad de crecimiento la salida al exterior. Pero sobre todo, lo mejor que puede pasar, es que los señores políticos no hagan nada.
Desde que era un niño, vengo oyendo que el problema de este país es que no se investiga; que el eslogan nacional es “que investiguen otros”, y por tanto, tenemos que comprar la tecnología fuera y seguir vendiendo agricultura y servicios. La 'Investigación y Desarrollo' es una expresión muy manida por nuestros políticos. Los mismos que ponen alfombra roja a las multinacionales para que se instalen en tal ciudad, en tal Comunidad Autónoma.
Cuando en un sector, una empresa tiene como valor añadido solamente el precio, entonces no tiene valor añadido y estará en el mercado mientras que no haya una empresa que produzca a menor precio un producto. Por otro lado, cuando se protege especialmente un sector desde un gobierno, es el principio del fin de ese sector. La protección suele evitar que el sector llegue a ser realmente competitivo.