El ruido de los pitidos constantes en la Gran Vía de Murcia es ensordecedor: miles de agricultores y casi medio millar de tractores y camiones, según cifras de la Delegación de Gobierno, han invadido el centro de la capital murciana para mostrar su rechazo al estado del sector. Vienen del Altiplano, Cieza, Campo de Cartagena y El Palmar y tienen varios frentes abiertos. Las asociaciones agrarias murcianas reclaman, principalmente, soluciones para la subida de la luz y el gas, el aumento del precio del agua, la revisión de las condiciones de importación de productos de otros países y su devaluación, que llega a provocar pérdidas a los agricultores por los bajos precios a los que compran las cadenas de alimentación. Otra de las demandas son los nuevos parámetros para el sector propuestos por la Agenda 2030, un paquete de medidas a nivel nacional que establece nuevas reglamentaciones para las explotaciones agrarias, y que consideran “muy estrictas e imposibles de cumplir”.
Las organizaciones agrarias Coag, UPA y Asaja, junto con las cooperativas, exportadores, regantes y la Mesa del Agua, se han mostrado contentas por “el éxito” de la convocatoria y cifran en 10.000 personas las que han acudido a la movilización, aunque la Policía Nacional la reduce a 3.000. “Hace dos años nos reunimos aquí, justo antes de la maldita pandemia durante la que seguimos atendiendo a nuestros campos por ser un servicio esencial y ahora se nos quiere criminalizar”, ha apuntado José Miguel Marín, presidente de Coag, frente a la Delegación de Gobierno.
Apoyo al sector ganadero de Lorca
Por su parte, Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja, ha señalado que para el “Sureste de España el agua del Trasvase Tajo-Segura es esencial y no estamos dispuestos a que la recorten por criterios ideológicos”. Gálvez también ha querido transmitir su “apoyo” al sector ganadero de Lorca, cuyas demandas acabaron con un asalto al Pleno del Ayuntamiento el pasado 31 de marzo. Desde el lateral de la tarima, Andrés García García, agricultor de Fuente Álamo, ha interrumpido a los representantes agrararios para decir que “llevamos 80 años regando 20.000 hectáreas ilegales y ahora la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) dice que no se puede”.
Gálvez ha especificado que si después de la manifestación convocada por los agricultores el próximo 20 de marzo en Madrid no se producen cambios, “empezaremos a adoptar otro tipo de medidas, y no hablo de violencia, pero a lo mejor tendremos que dejar de producir y que la sociedad pase hambre”. En último lugar, Marcos Alarcón, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), ha puesto el foco en que “la distribución pague un precio justo” por los productos agrícolas, al tiempo que ha pedido que no se les llame “agroindustria” puesto que “sus abuelos y sus padres” también fueron agricultores, para finalizar pidiendo que “las reclamaciones agrícolas no se utilicen como munición entre los partidos políticos”.
Durante la protesta han estado presente representantes de todas las formaciones políticas, excepto Unidas Podemos, pero ha sido Vox quien ha tratado de capitalizar la manifestación con la asistencias del presidente del partido, Santiago Abascal, y y la diputada nacional de la agrupación de extrema derecha, Macarena Olona. Esta última ha llegado sobre las once de la mañana a la sede de Vox en Murcia, situada cerca de la Plaza Circular y también donde se reunían todas las filas de vehículos, y se ha hecho la foto de rigor subiéndose a uno de los tractores.
“Macrogranjas es lo que tenemos en el Gobierno de España”, ha espetado a su llegada Olona. La diputada de Vox ha subrayado que “nuestro campo se asfixia” y junto con José Ángel Antelo, líder del partido de ultraderecha en la Región, han defendido “la soberanía alimentaria”. “Vox es el partido del campo. Murcia es la huerta de Europa y quiere seguir siéndolo”, ha dicho Antelo, al tiempo que ha prometido que ampliarán los “regadíos, cuando gobernemos, porque es uno de los grandes hitos para frenar la desertificación”.
Santiago Abascal, por su parte, ha acudido al final de la movilización, sobre las 13.30h., mientras los representantes de las organizaciones agrarias exponían sus demandas. El presidente de Vox ha criticado el “fundamentalismo verde que está arruinando al campo y condenando a la industria en otros lugares de España”.
Mientras que el secretario general del PP de la Región de Murcia, José Miguel Luengo, quien iba rodeado de un nutrido grupo de alcaldes y concejales del partido, ha asegurado que “Pedro Sánchez debe escuchar el clamor de los agricultores y ganaderos que piden a gritos un Gobierno de España que no les asfixie”, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Región, Francisco Lucas, ha señalado que “hay dos formas de abordar las demandas: la del PSOE, con hechos y decisiones concretas, como la Ley de la Cadena Alimentaria y el PERTE agroalimentario, a las que el PP se ha opuesto; y, por otro lado, intentar manipular al sector”. María José Ros, líder de Ciudadanos en la Región, ha subrayado que “la respuesta que dan ambos Gobiernos -nacional y regional- a sus reivindicaciones resulta insuficiente para garantizar la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas”.
“La ‘Agenda 2030’ machaca al campo” cuenta Víctor, un agricultor murciano, en la puerta de la sede de Vox. El asistente segura que se dejan entrar productos de terceros países “sin el control sanitario y con mano de obra esclava en alguno de casos”. Víctor insiste en que no se puede permitir que entren productos que no respetan “ningún tipo de normativa” y compitan con los productos nacionales, “incluso a un precio mucho más barato que la producción de aquí”. Asegura que si se establecieran las mismas reglas no habría problema, “es el libre comercio”.
“Comeremos bolsas en vez de naranjas”
El agricultor, que lleva una banderola del sindicato Solidaridad, cuenta que el motivo de la manifestación es pedir “respeto” por la agricultura y la ganadera de España y reclama que se invierta en el sector que es un “bien de primera necesidad”. Lo acompañan Montse e Isabel, agricultoras de Elche y Lorca. “Queremos que nos dejen trabajar”, señala una de ellas, y critica la subida del agua: “Ya no la podemos pagar”. La luz, los fitosanitarios, el plástico, el gasto de las mantas térmicas -con lo que se tapan los cultivos para pasar el frío-, el riego por goteo, “todo carísimo” aseguran, “imposible de pagar”. A ello se suma que el producto que cultivan lo venden cada vez más barato por la competencia de las importaciones que vienen de países como Marreucos, “donde no hay controles de nada. Isabel lamenta que al sector español los lleven con la ”soga al cuello“ a pesar de que ”el mejor producto“ es el español. ”Se lo están comiendo fuera y a nosotros nos traen la mierda“.
Isabel cultiva brócoli y afirma que “el precio actual de este vegetal no te permite pagar gastos: un kilo de naranjas le cuesta al agricultor 12 céntimos y una bolsa de Mercadona cuesta 15 céntimos. Bueno, pues comeremos bolsas en vez de naranjas”, espeta.