La polémica generada al respecto de las prácticas de los alumnos de la UCAM en los hospitales públicos de la Región de Murcia sigue añadiendo episodios. Hace unos días, dos Jefes de Servicio de los hospitales públicos Reina Sofía y Morales Meseguer, en la ciudad de Murcia, se negaron a la realización de prácticas de los estudiantes de medicina de la universidad privada en tanto no se resolviera la situación, y se delimitara claramente de qué forma han de convivir con los alumnos de la Universidad de Murcia.
El Departamento de Cirugía, Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Murcia ha emitido un duro comunicado en el que deja clara su postura: “Ante los recientes acontecimientos derivados de la inevitable colisión en hospitales públicos de la Región de los alumnos en prácticas de las Facultades de Medicina de la Universidad de Murcia y de la Universidad Católica de Murcia, el Departamento de Cirugía, Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Murcia cree que es de justicia transmitir la posición unánime de sus profesores”.
“Este Departamento quiere dejar bien sentado que respeta profundamente la libertad de quienes deciden emprender negocios o crear instituciones en al ámbito privado. Sin embargo, lamenta enormemente que, en el caso presente, los ámbitos público y privado se entremezclen sin aparente solución de continuidad”, explican, en alusión a la condición de universidad privada de la UCAM frente a una institución pública como la UMU.
El Departamento “no cree que sea adecuado poner a disposición de universidades privadas recursos públicos –escasos de por sí- aún cuando haya contraprestaciones; y menos aún cuando éstas son irrisorias”. Desde la UMU se explica que “la colisión que ya se ha producido en algunas áreas y hospitales será todavía más inevitable en aquellas disciplinas en las que los servicios sanitarios –como el caso de la Pediatría y de la Obstetricia- son ya deficitarios para dar prácticas de calidad a los estudiantes de la Universidad de Murcia”.
En el comunicado, dicho Departamento recuerda los méritos de su labor docente y explica que “los estudiantes de la Facultad de Medicina de esta Universidad han acreditado ser los mejores de la Región y merecen tener a su disposición los recursos que se merecen; y no deberían ser engañados”. “Tampoco se les puede engañar con respecto a sus expectativas profesionales: el número de plazas de Médico Interno Residente en 2015 sólo cubrió la mitad de la demanda. La tendencia es a que esa demanda siga aumentando mientras que la oferta se mantenga estable”, añaden.
Por todo ello, desde la UMU se afirma que “poner a disposición de la Universidad Católica recursos públicos con la justificación de la necesidad de formar médicos es, por tanto, insostenible. Admitir cada curso académico a 300 alumnos entre las dos Facultades de Medicina es una inversión que los contribuyentes murcianos no se pueden permitir, y menos en tiempos de crisis”, se interpreta, en un argumento que va a la raíz del problema y que ya fue expuesto cuando la Universidad Católica San Antonio de Murcia hizo pública su intención de instaurar los estudios de Medicina.
Desde la UMU se proclama también que “dn el ámbito privado cada cual puede hacer la inversión que le parezca más conveniente, aunque ésta sea ruinosa; pero en el ámbito público se pone en juego el dinero y el bienestar de todos”. “Por lo tanto, el Departamento de Cirugía, Pediatría Obstetricia y Ginecología aboga porque la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia haga el mejor uso posible de los hospitales públicos”, relatan.
La institución docente pública recomienda a la UCAM, “a quien respeta en su ámbito mercantil”, que “establezca los convenios que crea oportunos con los hospitales y centros sanitarios privados que tenga a bien, para beneficio mutuo”. “Y todo ello”, matizan, “bajo el prisma meridianamente claro de que el número de alumnos de medicina está sobredimensionado”. También reflexiona sobre que “una disminución ostensible de ese número, tanto de la Universidad de Murcia como de la Universidad Católica, y un concierto de esta Universidad con hospitales y centros sanitarios de su mismo ámbito privado, llevaría a una situación lógica, sostenible y justa para con los ciudadanos de nuestra Región”.
Al final, la UMU sienta el argumento que considera esencial, y es que todo lo anterior “conduciría a una formación de excelencia de nuestros alumnos de Medicina, que es la principal razón de ser de este Departamento y de toda la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia”.