¿Año Nuevo? Imperialismo, teología y fanatismo religioso

“Un pueblo es una multitud definida por los objetos comunes de su amor”.

San Agustín de Hipona, De civitate dei (426 d. C.)

Acabamos de entrar en el año 2025 que no parece ser Año Nuevo, en cualquier caso no es nada nuevo, pues llega cargado de viejas historias repetidas: atentados, guerras y sangre, mucha sangre.

El mundo financiero y geopolítico sufrió un choque dramático el pasado 5 de noviembre 2024, cuando el republicano Donald Trump ganó las elecciones presidenciales. Los republicanos pasaron a dominar el Congreso, frenando la continuidad del business as usual para la economía mundial en 2025. Eso por tratarse de la primera economía capitalista a nivel mundial sino también por el perfil incalculable de actuación del propio Trump, que ya en su primer mandato demostró ser un presidente del que no se podía descartar que ocurriera lo inesperado.

Pero tanto las fechas finales de 2024 como los primeros días de este 2025 nos están asaeteando con noticias inquietantes tanto a niveles nacionales como internacionales, europeos o mundiales. Informaciones verdaderas y falsas tanto en los medios públicos como en los privados que están llegando a nuestros móviles, radios y televisores.

Yo, hasta el pasado 2024, me tenía por optimista a pesar de los pesares, y ahora sigo convencido de la necesidad de cambios a todos los niveles, pero con matices más oscuros que creo realistas, pero no optimistas.      

Donald Trump, sorprendió el pasado martes 7 de enero hablando de una inversión extranjera de 20.000 millones de dólares destinada a la construcción de nuevos centros de datos en su país. Junto con el magnate de los Emiratos, Hussain Sajwani, fundador de DAMAC Properties, Trump afirmó que tal proyecto busca impulsar el desarrollo de inteligencia artificial. Irónicamente sus enemigos dirán que la inteligencia que a él le falta pretende comprarla.

Presidentes de USA, No del Mundo

Durante la rueda de prensa en Mar-a-Lago, Florida, Donald Trump, que ascenderá a Presidente USA el 20 de enero, aseguró que los primeros centros se construirán en Texas, Arizona, Oklahoma, Luisiana, Ohio, Illinois, Míchigan e Indiana. Afortunadamente será sólo Presidente de USA aunque ya discursea como si fuera presidente del Mundo.

También declaró que el Canal de Panamá debe pasar a control o propiedad norteamericana ya que el Canal, dijo, “fue contruido para nuestro Ejército”. Y fue un “gran error” la transferencia en 1999 firmada por Torrijos y el demócrata Carter. Tamañas palabras inquietan en Panamá que celebró el 25 Aniversario de su soberanía sobre el Canal. Recuérdese que el Canal es una vía fundamental para el comercio marítimo mundial pues por él pasan más 14.000 buques por año y representa un 6% del comercio global, aportando ingresos enormes a la economía panameña y se calcula que emplea a más de 10.000 personas.

Los supersticiosos dicen que los Martes 13 traen mala suerte. Quizás el cúmulo de noticias pesadas haga cambiar la fecha a Martes y 7, ya que Biden, Presidente todavía actuante, el derrotado Joe Biden ha puesto freno y dado marcha atrás a la oferta de 14.900 millones de dólares de la Nippon Steel ofrecida para comprar la empresa americana U.S. Steel. El primer minitros japonés, Shigeru Ishiba, se ha mostrado desconcertado ya que el Proyecto de compra había sido objeto de acciones legales por parte de los japoneses. Nada ilegal.

Las declaraciones del japonés Ishiba fueron públicas horas antes de recibir en Tokio al secretario de Estado, Antony Blinken, y al de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, del Gobierno Biden.

Los grupos de presión empresariales tanto de Japón como de Estados Unidos han presionado a favor de la fusión, respaldando sus argumentos con advertencias sobre el efecto positivo que tendría en la vital relación entre la primera (USA) y la cuarta (Japón) economía del mundo.

Pero tanto el saliente Joe Biden, como el entrante Donald Trump, han advertido que la fusión podría implicar riesgos a la seguridad nacional americana y al empleo local, argumentos que las empresas implicadas han desmentido energicamente.

Dicha fusión uniría al principal fabricante de acero de Japón con uno de sus mayores rivales en Estados Unidos, con el que se crearía el tercer grupo siderúrgico más grande del mundo.

Coincidentes y divergentes: Biden y Trump

Tanto la extensa conferencia de Trump como la actuación del demócrata perdedor, Biden, muestran la coincidencia en pretender ser el centro del mundo, pese a sus partidos divergentes. Biden tiene un lenguaje sibilino. El lenguaje brutal es del bocazas de Trump que declara querer absorber a Canada como estado n° 51 a los Estados Unidos, como de obligar a Dinamarca a venderle Groenlandia –sin descartar la vía de fuerza de las armas–, tomar el Canal de Panamá y rebautizar el Golfo de México como Golfo de América (en alusión a EE.UU). El Dr. Abelardo Rodríguez Suman, Profesor investigador en la Ciudad de México, ha dicho que todo esto le recuerda a la visión imperial anexionista de los romanos y los ingleses, también a la de los padres fundadores de EE.UU., con Thomas Jefferson a la cabeza, así como a la visión que imperó a finales del siglo XIX y principios del XX “que desembocó ya en dos guerras mundiales y que se pensaba que era parte del pasado”. 

Lo personal y lo político en general

El Profesor Bernhard Hommel, Miembro del Consejo Científico de la Sociedad Max Planck, ha investigado el funcionamiento del comportamiento humano y la cuestión de cómo se estructuran las acciones conscientes y cómo se realizan y controlan. También le ocupó la relación entre percepciones y acciones y el cómo las acciones y los acontecimientos percibidos influyen en el cerebro humano.

Su investigación abarca todos los aspectos del control de la acción humana, desde los procesos neuronales y neuroquímicos básicos hasta los mecanismos funcionales-cognitivos y las influencias externas como la cultura, la religión, el desarrollo y la identidad social.

El agrado o desagrado que sintamos ante las informaciones o desinformaciones de los medios es el resultado de la cultura, de la formación a que hemos estados sometidos. Además nuestras asociaciones entre los distintos elementos así como nuestras inclinaciones son tanto productos de nuestras características personales, adquiridas y heredadas inconscientemente. Desde ese núcleo observo y emito mis juicios, por lo que resulta que como observador estoy separado de lo que observo, pero estoy vinculado a lo observado en mis juicios y opiniones. 

Pensamiento personal y no comulgar con ruedas de molino

Yo, como muchos periodistas o investigadores pretendemos llegar al fondo de las cuestiones y no dejarnos engañar por los intereses de los poderosos. Mi busca de la verdad en el panorama politico general me hace indagar, consultar no solo los medios estatales o privados occidentales, sino que trato de buscar confirmación o crítica en medios no occidentales, para eso me ayuda mis conocimientos lingüisticos, hispanos, franceses, ingleses, italianos y portugueses. Y a partir de información no unilateral conformo mi propia opinión personal y escribo.  

Los teólogos creen que los humanos pueden dañar a Dios de manera similar: no pueden lastimar a Dios, pero pueden cometer una injusticia contra él. Sin embargo, a diferencia de los seres humanos, Dios no puede sentirse molesto o emocionalmente insatisfecho. Cualquier insatisfacción emocional de este tipo sería incompatible con la vida interior plena que debe tener un ser divino y perfecto.

Y los terroristas religiosos, sean del Islam, de sectas cristianas o de grupos pseudo-revolucionarios, actuan según su propio fanatismo religioso.  

El fanatismo religioso concretamente es la incapacidad para admitir el mundo en su diversidad y para aprender de los otros, generando una sociedad anclada en un tiempo y una forma fija de ver las cosas.

Un fanático, también es aquel que se entusiasma o preocupa ciegamente por algo. Las características de las personas con pensamiento fanático son: – Cree poseer la verdad sin poder ser cuestionada por nada, ni por nadie. – No razona y no admite una discusión sobre lo que consideran dogmas no debatibles.

El fanatismo está influido fuertemente por factores culturales, en los que se destacan la educación, el contexto familiar y social en el que se vive, la comunicación de masas, además del liderazgo que muestran los diferentes grupos religiosos o políticos, pero que debe ser tan fuerte y sugestivo que infunda fe en las palabras y ordenes de los predicadores.

Mark Rutte, secretario de la OTAN, nos quiere belicosos

Mark Rutte, secretario de la OTAN ha dicho que la OTAN enfrentará una serie de desafíos y que la alianza atlántica necesita fortalecer sus defensas contra Rusia, apoyar a Ucrania y lidiar con un impredecible presidente estadounidense, Donald Trump.   

Como secretario general de la OTAN, Mark Rutte, urgió a los aliados a acelerar el gasto militar y cambiar a una “mentalidad de guerra”, a fin de evitar en territorio europeo otro conflicto como el que vive Ucrania por la invasión rusa. Es decir, colocarnos desde ahora en posición bélica con las armas en mano.

Rutte declaró: “Es hora de cambiar a una mentalidad de guerra. Y recargar rápido nuestra producción de defensa y el gasto en defensa”, Esto lo dijo durante una conferencia organizada por el centro de estudios Carnegie Europe.

“El peligro se mueve hacia nosotros a toda velocidad”, dijo Rutte, y expresó su convicción de que “no estamos preparados para lo que se nos viene en cuatro o cinco años”.    

O sea, el secretario de la OTAN anuncia una Guerra a corto plazo y quiere que cambiemos de mentalidad pacífica a mentalidad bélica.

Todo individuo observador es consciente de tener más de una imagen: todo observador crea miles de imágenes. Y el otánico bélico pretende que adoptemos sus imágenes. Rutte no es absolutamente objetivo, y tampoco es seguro que sea sincero. No busca la verdad sino que sirve a los intereses de la OTAN y de sus proveedores de armamentos.

Por curiosidad intelectual, desde hace años yo estudio la historia y filosofía de la religión en general. Hay gente que comulga con ruedas de molino si vienen de fuentes afines a sus propias opiniones. Así hay quien niega el valor social de cualquier religión porque educa a los humanos en el fanatismo y éste es una cadena que los atenaza. Y hay otros que reniegan de cualquier opinión política pues creen que el orígen de todos los males y guerras es la actividad política; todos los males sociales, dicen, son hijos de la Política.

Hay un número multitudinario del tipo de personas que sólo admiten sus propias creencias, tanto en la izquierda como en la derecha, tanto en la política como en el terreno religioso. Yo trato de evitar los dogmatismos y los absolutismos. E invito a mis lectores a lo mismo. No creo en dioses ni en tribunos, y no creo que todo sea en nuestras cabezas producto de la psicopatología que hacen del místico un neurótico y del politico un psicópata. Lo cual, claro está, no quiere decir que no vayan a existir tipos como Hitler o Stalin, Franco o Pinochet. No hay que olvidar pero tampoco canonizar a Sigmund Freud y la sublimación de la libido que se convierte en ciencia, arte o religión.                                                            

Mis escritos son propios y no creo tener la verdad absoluta ni decir siempre algo nuevo y original. Lo viejo no es necesariamente falso, ni tampoco lo nuevo será falso o verdadero por ser nuevo. Sólo pretendo puntualizar un pensamiento que sirva de ayuda o estímulo al ambiente, siempre que no esté coloreado por odio, ni por el cretinismo antirreligioso ni por la ignorancia anti-política.

 El Papa Francisco, por la paz

Y en el panorama internacional me parece destacable y necesaria la actitud del Papa Francisco. Me he encontrado con el Discurso de Navidad del Papa Francisco en que habla de la salvación, pero está claro de que no sólo se trata de la salvación espiritual, del alma después de la muerte. Habla, desde su punto de vista teológico católico, de que la Puerta del corazón de Dios está siempre abierta. Reproduzco parte de su Natividad.

“Hermanas y hermanos, no tengan miedo. La Puerta está abierta, la puerta está abierta de par en par. No es necesario tocar a la puerta. Está abierta. Vengan, dejémonos reconciliar con Dios, y entonces nos reconciliaremos con nosotros mismos y podremos reconciliarnos entre nosotros, incluso con nuestros enemigos. La misericordia de Dios lo puede todo, desata todo nudo, abate todo muro que divide, la misericordia de Dios disipa el odio y el espíritu de venganza. Vengan, Jesús es la Puerta de la paz.

Con frecuencia nos detenemos en el umbral; no tenemos el valor para atravesarlo, porque nos interpela. Entrar por la Puerta requiere el sacrificio de dar un paso adelante, de dejar atrás contiendas y divisiones, para abandonarnos en los brazos abiertos del Niño que es el Príncipe de la paz. En esta Navidad, inicio del Año jubilar, invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la Puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones.

Que callen las armas en la martirizada Ucrania. Que se tenga la audacia de abrir la puerta a las negociaciones y a los gestos de diálogo y de encuentro, para llegar a una paz justa y duradera.

Que callen las armas en Oriente Medio. Con los ojos fijos en la cuna de Belén, dirijo mi pensamiento a las comunidades cristianas de Palestina e Israel, y en particular a la comunidad de Gaza, donde la situación humanitaria es gravísima. Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se ayude a la población extenuada por el hambre y la guerra. Llevo en el corazón también a la comunidad cristiana del Líbano, sobre todo del sur, y a la de Siria, en este momento tan delicado. Que se abran las puertas del diálogo y de la paz en toda la región, lacerada por el conflicto. Y quiero recordar aquí también al pueblo libio, animándolo a buscar soluciones que permitan la reconciliación nacional“.

Es difícil no asentir si se quiere evitar la deriva hacia una Guerra mayor, de dimensiones mundiales como preconiza el secretario de la OTAN. La Paz es necesaria y el único camino para salir del caos económico y de la mentalidad capitalista que piensa en el dinero a ganar sin importarle el sacrificio, la pobreza ni las muertes que produce el camino de la Guerra. Los que asientan al oir el discurso de Trump no querrán oir las palabras de Franscisco. Es una decisión personal, independiente de las creencias políticas o religiosas.