Francisco Martínez Asensio, responsable hasta la noche de este lunes de la cartera de Economía y Hacienda del Gobierno murciano, ha sido relevado de su cargo por el presidente Alberto Garre, que acomete así una remodelación de su Ejecutivo, sobrevenida tras la crisis abierta en el Partido Popular por la dimisión de Antonio Cerdá.
Antonio Cerdá, imputado en Novo Carthago, pudiera haber abandonado su cargo de consejero de Agricultura para dejar sin aforados el caso y por lo tanto quitar la instrucción de las manos de Manuel Abadía, juez del Tribunal Superior de Justicia de Murcia.
Al día siguiente de dicha renuncia, el magistrado Abadía emitió un auto en el que señala a Valcárcel, actual presidente del PP murciano y vicepresidente del Parlamento Europeo, como integrante de una trama que perseguía la reclasificación de unos terrenos protegidos junto al Mar Menor para llevar a cabo un macro proyecto urbanístico. De ese modo, y a la espera de que el Fiscal informe sobre la petición del juez, Valcárcel se sitúa al borde de la imputación.
Además de la salida no forzada por Garre de Antonio Cerdá, y la decidida por el presidente con respecto a Martínez Asensio, titular de la cartera de Hacienda, su mentor, el Comisionado para Asuntos Económicos del PP Vicente Martínez Pujalte, está ya más fuera que dentro de San Esteban. El cuñado de Cerdá podría haber sido el que le haya pedido que abandone su puesto, y desde la semana pasada podría decirse que ha caído en desgracia ante los ojos de Alberto Garre, que en ningún caso se esperaba la supuesta maniobra.
A la destitución de Martínez Asensio y la dimisión de Cerdá hay que unir la de Manuel Campos, hace apenas dos meses. Campos, que era consejero de Fomento y Obras Públicas, renunció a su cargo por desavenencias con el presidente Garre en la gestión del asunto del aeropuerto de Corvera, y su cartera fue cogida por el exalcalde de La Unión, Francisco Bernabé.
La noche puede traer más sorpresas en cuanto al reparto competencias entre las distintas consejerías, que pasaría por una nueva distribución que afectaría a Cultura, y que dejaría de estar en las manos de Pedro Antonio Sánchez, para pasar a manos del consejero de Industria Juan Carlos Ruiz. Los cambios pueden llegar también a otras competencias y a distintos cargos, en este caso en el segundo escalafón.