El 10 de marzo de 2021, PSOE y Ciudadanos presentaron una moción de censura en la Región de Murcia. La moción fracasó y el gobierno de Miras permanece aún inamovible gracias a la complicidad de un grupo de tránsfugas de Ciudadanos y el beneplácito de los diputados expulsados de Vox. Sin embargo, los populares no salieron ilesos de la moción: perdieron, entre otros, el Ayuntamiento de Murcia el 25 de marzo de este mismo año. Hoy, 7 meses después, la moción termina de diluir la etapa popular en la capital descomponiendo las partes más pequeñas, pero más estratégicas, del ayuntamiento: “Las negociaciones se hicieron a nivel de partido cuando se hizo la de la moción de censura en el ayuntamiento y se habló de todo, igual que cuando en el 2019 Ciudadanos hizo el pacto con el PP, resume Ainhoa Sánchez concejala de Pedanías y Barrios del ayuntamiento de Murcia. ”Lo lógico era volver a darle el gobierno a los partidos mayoritario o a Ciudadanos en las juntas del acuerdo“.
De momento un total de diez pedanías de Murcia ya han incorporado el rojo en sus juntas municipales: el Barrio del Carmen, Aljucer, Santo Ángel y Espinardo, que pasan a manos del PSOE; y La Albatalía, Churra, Cabezo de Torres, San José de la Vega y El Esparragal, que gobernarán Ciudadanos pero ahora con los socialistas como socios de gobierno. Podemos será decisivo en la batalla por otras ocho pedanías, pero de acuerdo con Ginés Ruiz Maciá, portavoz de Podemos en el municipio de Murcia, por el momento prefieren mantener un segundo plano: “Nosotros hemos sido ajenos. Estamos en ocho juntas y en las ocho tenemos un único vocal. Desde la coherencia en la que decimos que Vox no puede presidir las juntas con un solo vocal en ningún caso se nos ha pasado por la cabeza pedir la presidencia. Lo único que dijimos fue que hay que hacer este cambio, especialmente en las que está Vox presidiendo”.
De las pedanías que ya han hecho el cambio falta una undécima, Guadalupe, una de las pedanías gobernadas con Vox que debería haberse convertido en una pedanía socialista el pasado viernes. Contra el criterio de su partido, el vocal del partido naranja en la junta municipal de Guadalupe, Miguel Ángel Jara, votó en contra de destituir al alcalde pedáneo: “Al final las personas tienen la honestidad que tienen y su palabra vale lo que vale. Esta persona, compañero hasta ayer, ha estado en todas nuestras reuniones, siempre ha manifestado que estaba de acuerdo con todo lo que nosotros proponíamos. Los maestros del engaño están camuflados y salen cuando uno menos se lo espera”, critica con dureza Mario Gómez, vicealcalde del ayuntamiento de Murcia y portavoz del grupo municipal de Ciudadanos.
Pese a este contratiempo las pedanías que ya han experimentado un cambio en el gobierno comienzan a ponerse en marcha: “Me consta que los nuevos pedáneos están trabajando para organizar cosas, la navidad está muy cerca y quieren organizar actividades de navidad en sus pueblos. También hay necesidades y quejas de vecinos que en estos años no se han cubierto”, apunta Sánchez.
En cuanto a los nuevos alcaldes pedáneos, la concejala de Pedanías adelanta que la mayoría de ellos ya pertenecían a las juntas municipales: “Es gente que lleva mucho tiempo participando en la gestión de las pedanías. El pedáneo de Aljucer fue vocal conmigo cuando fui pedánea, es un hombre jubilado que ya se encargaba de mucha parte de la gestión conmigo”.
“Tensión, conflicto y enfrentamientos en la sociedad”
Lo que aparentemente iba a ser un traspaso de poderes tranquilo ha acabado siendo un hervidero de crispación en esas poblaciones, que juntas apenas suman 7.000 habitantes: “Las juntas ni siquiera son un órgano político, son un órgano de descentralización donde se tendría que estar hablando de los problemas de los vecinos: si un contenedor debería estar ahí, si el bus debería parar dos calles más hacia allá… Pero cuando lo conviertes en otra cosa y entra dentro de una estrategia de ir cogiendo posiciones pasan estas cosas”, explica Maciá, que en los últimos días ha sido amenazado de muerte en redes sociales. “Todo ese odio y en redes es muy fácil, se traduce en unas amenazas que afectan personalmente. Tenemos familias y amigos, dan ganas de dedicarse a otra cosa”, confiesa el portavoz morado.
“En estos órganos de participación ciudadana no se pueden permitir estos niveles de crispación, los partidos políticos deben estar fuera de estos órganos de la administración pública porque lo único que van a generar es tensión, conflicto y enfrentamientos en la sociedad”, subraya Gómez.
Fuera de las juntas municipales, el tono ha sido igual de elevado: días antes del traspaso de poderes el PP solicitaba medidas cautelarísimas, que el juzgado de lo contencioso ha rechazado: “Cuando ellos -PP y Vox- presentan las mociones de censura es un procedimiento lícito y democrático, pero cuando lo presentan otros se llega a decir que la gente no vota bien, como se dijo en el congreso nacional del PP o que estamos asaltando el poder. Es una manera torticera de retorcer la democracia”, denuncia Sánchez.