Entrevista

Juan José Molina, exportavoz de Cs en el Parlamento murciano: “Tenemos siete tránsfugas que dominan el Gobierno y la Asamblea Regional”

Elisa Reche

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Durante la primera sesión de la fracasada moción de censura para desalojar al PP del Gobierno regional, los tres diputados tránsfugas de Ciudadanos se marcharon durante la intervención del entonces portavoz del grupo parlamentario, Juan José Molina (Murcia, 1963). Molina no tuvo necesidad de levantar la voz para mostrar la indignación que sentía ante quienes habían estampado su firma en papel mojado a cambio de incorporarse o mantenerse en el Ejecutivo murciano.

Su “sorpresa” fue a más durante la reunión que celebró el grupo parlamentario el pasado miércoles en la Asamblea Regional, convertida en una encerrona con notario incluido en la que los tránsfugas les comunicaron a la coordinadora regional, Ana Martínez Vidal, y a él, fieles a Inés Arrimadas, que Francisco Álvarez cesaba en su recién estrenada Consejería de Empleo y Universidades para ocupar la portavocía del grupo parlamentario y hacerse así con su control. Esto ocurrió gracias a la “abstención” del sexto diputado de Cs y también presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo, cuyo expediente de expulsión está también en marcha.

¿Contaba con que el presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo, iba a respaldar su posición como portavoz del grupo parlamentario en la reunión que tuvieron el pasado miércoles?

Por la mañana me dijo que los tránsfugas no podían ser portavoces porque eran consejeros, pero luego dejó caer que si alguno de ellos dejaba de ser consejero ya se vería. Le respondí: 'Páralos que ya han hecho bastante daño a las instituciones, al partido y al Gobierno'. A la primera de cambio, dio su brazo a torcer.

Alberto Castillo es la segunda máxima autoridad de la Región después del presidente. Ha convertido su honor en un auténtico deshonor. Ha tirado por los suelos el privilegio que ha tenido. La maquinaria se ha puesto en marcha y se le ha abierto el expediente de expulsión.

¿Considera que sigue teniendo credibilidad para seguir presidiendo la Asamblea Regional?

Es el presidente de una Asamblea en la que hay dos grupos parlamentarios en manos de tránsfugas. Los grupos parlamentarios son la emanación de los partidos y con el transfuguismo se produce una corrupción del sentido de la democracia y del voto. En el caso de Vox no ha intervenido, pero en el de Ciudadanos ha habido una cooperación pura y dura. Un presidente que hace eso se desvirtúa y para nosotros, éticamente, no tiene legitimidad.

¿Cómo valora el reglamento de la Asamblea Regional que permite que diputados expulsados de sus partidos permanezcan en el grupo parlamentario?

Esto nos tiene que hacer reflexionar a todos: no es posible que personas que se presentan en una lista cerrada por un partido y un programa político cuando llegan a las instituciones hagan de su capa un sayo. Estos señores ya no representan a nadie, solo se representan a sí mismos, y toman decisiones que atañen a un millón y medio de murcianos. Se han sobrepasado todas las líneas rojas en Murcia: tenemos siete tránsfugas que están dominando el Gobierno y la Asamblea Regional con la cooperación necesaria de las dos primeras autoridades de la Región, el presidente del Gobierno y el de la Asamblea. Es una situación absolutamente inaceptable. Es una cuestión de calidad democrática.

¿Qué le parece que los tránsfugas compartan sillón en el Consejo de Gobierno con la diputada de la ultraderecha, Mabel Campuzano, en Educación y Cultura?

Esto es una huida hacia delante del presidente, Fernando López Miras, por mantenerse en el poder y ya le da igual todo: ha comprado voluntades sin ningún tipo de escrúpulos ni pudor; le ha dado cargos a diputados que habían firmado una moción de censura y luego faltaron a esa firma. Y ahora le quita a uno de ellos la Consejería para hacerse con el grupo parlamentario que había presentado la moción. Las instituciones dejan de ser creíbles cuando un grupo de tránsfugas entra en el Gobierno y roba el grupo parlamentario a partidos políticos.

¿Esta situación cree que beneficia a Vox que ya fue el partido más votado en la Región en las pasadas elecciones generales?

Aquí tenemos partidos extremos que cuanto peor, mejor. Ellos no están, digamos, incómodos, con que todo esto se vaya al traste porque les da cierto argumento de que esto es una porquería y vienen a arreglar esta situación. Por eso es necesario un partido de centro, porque sirve de colchón entre esta polarización. Además, hemos demostrado que, con todos nuestros errores, siempre hemos luchado contra la corrupción: hemos quitado presidentes y cúpulas de consejerías que se han vacunado sin tener que vacunarse, hemos tumbado a alcaldes y corporaciones con problemas graves.

¿Coincide con la descripción de un Gobierno regional “estable” realizada por el presidente murciano, Fernando López Miras? 

No podemos hablar de un Gobierno estable cuando pone al frente de una materia tan sensible como es la educación en manos de una tránsfuga sin partido y con una ideología de ultraderecha como Mabel Campuzano que crea un desasosiego y una protesta continua y luego se apoya en tres tránsfugas que no tienen partido. La última jugada rocambolesca fue lo que hicieron el pasado miércoles. Se están pasando de frenada.

Francisco Álvarez llevaba tres semanas como consejero.

Lo nombran consejero, ahora lo desnombran consejero porque no tenían otra forma de llevar a cabo esta jugada y, además, de una Consejería como Empleo y Universidades en estos momentos. Es un desprecio absoluto a esa materia y a toda la sociedad. Nos han echado de todas las comisiones. Y luego vienen con un reglamento que se han inventado ellos. Venían a liquidarnos totalmente. Este tipo de jugadas se tiene que volver en contra de ellos porque son muy descaradas.

¿Cree que se celebrarán muchas comisiones a partir de ahora en la Asamblea?

Tienen mayoría de portavoces. Se celebrarán las que ellos quieran.

¿Se arrepiente de no haber hecho como el PP cuando formaron un Gobierno de coalición con ustedes en 2019 y sus consejeros presentaron su renuncia como diputados?

Sí. Esto no tendría que ser por ley, no una petición que hace el partido a sus diputados. Quien pase a tener un cargo público tendría que dejar el acta de diputado.

No es el primer caso de transfuguismo en la democracia española, pero ¿considera que se pueden dar estos casos con mayor frecuencia en partidos jóvenes como Cs, Vox o Podemos?

Ocurre lo mismo en el mercado: los grandes siempre tienen más facilidades de comerse y tentar a los pequeños, sobre todo en una Región como ésta donde el PP tiene mucho poder después de 26 años de gobierno. Hay gente que es débil y que no están en los proyectos porque creen en ellos, sino porque los ven como una oportunidad y cuando les tientan se suben al barco que consideran que les puede dar cobijo.

¿Ha sufrido un desengaño personal con estos antiguos compañeros?

Claro, porque no es que se hayan ido sin más, sino que están intentando hundir el proyecto que les ha dado todo. En un momento dado, me iré de la política o mi partido me pedirá que me eche a un lado y no tendré ningún problema. Me iré a mi casa agradecido. ¿Cómo puedo escupirle a una organización que me lo ha dado todo en política? Eso es de ser un auténtico desagradecido y mala persona.

¿Se ha visto perjudicado Ciudadanos en la Región de Murcia al tomar el partido las decisiones políticas de manera muy centralizada?

Hemos tomado decisiones erróneas y muchas vienen de la Ejecutiva anterior que está prácticamente fuera. En la barra libre de tonterías y errores de todos los partidos nosotros hemos pagado siempre los cubatas dobles. Pero estamos demostrando que estamos volviendo a una senda mucho más inteligente, que es ese partido de centro que tiene capacidad de llegar a acuerdos con la izquierda y la derecha y ser ese amortiguador en este país tan polarizado.

Tenemos claramente una opa hostil del PP, pero vamos a resistir y si lo conseguimos, con el tiempo, podemos ser un partido importante para equilibrar este país tanto en Madrid como en Murcia. Los murcianos están viendo más la esencia de lo que es Ciudadanos ahora porque todos estos arribistas que teníamos ya han dado la cara. Nosotros hemos limpiado al PP de presuntos corruptos que han tenido que dimitir y ellos nos está devolviendo el favor limpiándonos de arribistas y, encima, se los quedan. Pero hemos cometido errores y eso hay que admitirlo: el primer error fue coaligarse con el socio equivocado. Hemos aguantado dos años, pero no podíamos más. No éramos socios de Gobierno, sino unos inquilinos molestos y eso iba minando las relaciones. Y luego ya hay que ver todo esto que ha pasado. Hay que mandar al PP a casa. Tienen que reciclarse.

¿Qué responde a las acusaciones de Álvarez sobre que se transfirieron a Madrid 280.000 euros del Grupo Parlamentario en varias aportaciones en los dos años transcurridos de legislatura?

Lo primero es que las cuentas de todos los grupos parlamentarios están auditadas por los Servicios Jurídicos de la Asamblea y luego por el Tribunal de Cuentas. Lo segundo, es que las transferencias de los grupo parlamentarios a los partidos políticos son absolutamente legales y lo hacen todos los partidos. Y lo tercero, la señora Valle Miguélez era la encargada de fiscalizar las cuentas del Grupo hasta hace unas semanas. Ambos firmábamos los gastos del Grupo, así que podría preguntarle a su compañera tránsfuga si ha pasado algo que considera que no es lícito.