López Miras comparece en el Parlamento murciano tras seis meses sin someterse al examen de la oposición

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, defenderá este miércoles la labor de su Gobierno en el parlamento autonómico. Los portavoces de los partidos presentes en la Asamblea, el Partido Popular, PSOE, Vox, Ciudadanos y el Grupo Mixto (compuesto por Podemos y los dos naranjas leales a Inés Arrimadas), fiscalizarán la actividad del Ejecutivo autonómico de los últimos seis meses. Una comparecencia que ya acumula críticas antes de comenzar por el silencio de López Miras en el último medio año, a excepción del debate sobre el Estado de la Región celebrado el pasado junio. Desde el 21 de abril, el presidente no se ha sometido a las preguntas de la oposición, semanas después de reventar la moción de censura planeada por socialistas y Cs contra el Gobierno del PP.

De este modo, se está incumpliendo el acuerdo de la Junta de Portavoces de la Asamblea, que estableció dos plenos mensuales de control al Gobierno regional, y que en uno de ellos los grupos parlamentarios también realizaran preguntas a López Miras. “Esa es su concepción de la democracia, tienen alergia a la rendición de cuentas. Tenemos decenas de peticiones de comparecencias de los consejeros para hacer preguntas como grupo mayoritario que somos y todas ellas son desechadas. Como las seis que le hemos hecho al consejero de Medio Ambiente para ver el tema del Mar Menor o la de los miembros de la comisión de investigación de las vacunas”, señala Diego Conesa, portavoz parlamentario del PSOE en el Parlamento regional.

La reconfiguración del Ejecutivo murciano terminó por decantar todo el poder en manos de los populares, con apoyo de los tránsfugas naranjas y los tres expulsados de Vox. Una disposición del mapa político que le otorga una mayoría absoluta virtual –a falta de un escaño de un cuarto diputado tránsfuga– y da manga ancha a López Miras para actuar con libertad y sin la presión de tener que buscar apoyos para sacar adelante su agenda política.

López Miras se enfrenta al balance de su gestión de la pandemia a nivel regional días después de permitir el uso de la barra de los bares con los clientes sentados, las pistas de bailes en las discotecas pero con mascarilla, y suprimir los límites de horario. Solo se mantiene el aforo máximo del 75%, y la justicia murciana tiene pendiente resolver si se introduce el pasaporte COVID para el ocio nocturno. Un total del 88,06% de los murcianos mayores de doce años tiene la pauta completa. Durante el día de ayer, el Servicio Murciano de Salud registró solo 67 nuevos positivos, una cifra mantenida durante las últimas semanas.

El Gobierno popular sigue gestionando la crisis del Mar Menor y su agónico estado. La última oleada de peces muertos por falta de oxígeno activó todos los mecanismos institucionales –tanto regionales como nacionales–. Tras una huida hacia adelante López Miras, que afirmó tener las manos atadas, prohibió algunos fertilizantes empleados alrededor de la laguna salada. También se reunió con la ministra para la Transición Ecológica, con la que dramatizó una puesta en común para rescatar al Mar Menor. El pasado viernes 15 de octubre anunció la expropiación de 310 hectáreas del humedal El Carmolí, para “renaturalizar” el entorno de la laguna, eso sí, con propuestas de la “ciudadanía” a través de un concurso de ideas. Una extensión criticada por otras fuerzas políticas como Podemos, que recordaron las 8.500 hectáreas de regadíos ilegales que rodean el Mar Menor.

Saber qué hace el Gobierno con el Mar Menor

“Durante la pandemia López Miras prácticamente no fue a dar a la cara a la Asamblea y se lo reprochamos en varias ocasiones. También le hemos pedido desde el verano que venga a dar explicaciones a la Asamblea del Mar Menor y no ha querido. Queremos saber qué está haciendo el presidente murciano ante un tema tan grave como éste”, apunta la portavoz de Podemos en la Región, María Marín. “Pero si antes ya era muy difícil” que el presidente murciano se sometiera a una sesión de control de la Cámara, añade Marín, “desde que tenemos un Gobierno ilegítimo que no ha salido de las urnas no conseguimos ordenar nada en la Junta de Portavoces porque los diputados del PP más los que se han comprado de Vox y Ciudadanos hacen de escudo para que no salga ninguna otra iniciativa adelante. Así llevamos seis meses”.

“Aquí se vuelve a ver el problema de que no hay separación de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo. Las comisiones no se convocan. Con esa mayoría comprada pueden justificar absolutamente todo: son tres grupos políticos al servicio del Partido Popular –Vox, Cs y PP–. El Gobierno no da cuentas a la oposición”, subraya la diputada de Ciudadanos Ana Martínez Vidal, antigua coordinadora del partido en la Región.

Una de las consecuencias de tumbar la moción de censura fue la entrada de la ex de Vox, Mabel Campuzano, como consejera de Educación. Una huelga de conductores de transportes escolares por un intento de reducir costes desde la Consejería, propició un comienzo caótico del curso lectivo, a lo que se sumó que Murcia sea la única comunidad sin docentes de refuerzo por la pandemia, que el pasado año fueron 1.500. También suscitó críticas entre la comunidad educativa tras plantear, en el inicio del curso escolar, el cierre de aulas en el futuro debido a la disminución de matriculaciones por el descenso de la natalidad. Campuzano salto a primea línea mediática días después de asumir su nuevo cargo, tras asegurar que no se vacunaría: “Yo no cuestiono las vacunas, cuestiono esta vacuna. No estoy en contra de la evolución de las especies ni he vuelto a Atapuerca, ni nada por el estilo”, ironizó la consejera.

Pese a los varios frentes políticos abiertos, la demoscopia sitúa a López Miras en una buena posición. El Centro de Estudios Murciano de Opinión Pública (Cemop) hizo pública su encuesta trimestral el pasado junio, la primera tras la moción de censura, y dejaba al PP a un escaño de la mayoría absoluta. Preguntados por dicha moción, el 59,5% de los encuestados vieron “mal o muy mal” su presentación, frente al 20,9% que la vio “bien o muy bien”. Además, el 87,7% de los electores de Cs vieron “mal o muy mal” su presentación, de la misma forma que lo perciben el 34,9% de los votantes del PSOE. El presidente es el dirigente mejor valorado, con un 5,50, con una leve disminución frente a la anterior demoscópica de 0,2 puntos. A lo largo de octubre, el Cemop revelará una nueva encuesta en la que se podrá ver cómo han percibido los murcianos la gestión de estos últimos meses.