A diferencia de la anterior sesión de investidura, la que tuvo lugar en julio y fracasó estrepitosamente ante la falta de entendimiento de PP y Vox, Fernando López Miras ahora sabe, apoyado sobre el atril del Patio de los Ayuntamientos de la Asamblea Regional, que, gracias a su pacto con la ultraderecha, esta vez sí será reelegido presidente de la Región de Murcia y que mañana será investido presidente en la votación del Parlamento autonómico. Eso se traduce sobre todo en su lenguaje corporal, que es más erguido y más seguro de sí mismo, más tranquilo, pero también en sus palabras, en lo que dice ante el resto de la Cámara, ante sus comprometidos socios. “Hoy sigo pensando que es mejor un gobierno en solitario, pero no ha sido posible”, ha asegurado López Miras al comienzo de su discurso que se ha limitado a media hora. “Los comicios podrían haber beneficiado a nuestro partido y forjar un pacto siempre es complicado, pero es lo más responsable. Gobernaré para todos desde moderación y centralidad, lo he hecho siempre”, ha añadido.
Incluso momentos antes del comienzo del discurso del candidato, desde su entrada a los soportales del patio por una de las puertas laterales, ya se ha notado la diferencia con respecto a su primer intento: en julio López Miras caminaba rápido, sin perder demasiado el tiempo en saludos, sentándose directamente en su asiento o estrechando antes la mano del líder de Vox, Antelo, muy brevemente, con ademanes fríos y desconfiados; ahora se han saludado a mitad de camino entre las dos mesas con una sonrisa abierta, al tiempo que le han aplaudido todos sus compañeros del PP: “Dije en mi discurso anterior que los votantes de Vox se sienten cercanos al PP y sobre esa base común hemos sido capaces de construir un acuerdo en el que podemos vernos reflejados unos y otros”.
Parte de los cinco ejes que ha defendido López Miras en la Cámara autonómica, en cambio, no están recogidos en el acuerdo programático firmado ayer con Vox: ni las políticas transversales para luchar contra “la violencia machista” ni “el blindaje al Mar Menor”. También ha sido un contrasentido estar a favor de mejorar las estructuras del trasvase Tajo-Segura haciendo referencia a la crisis climática.
“Blindamos con este acuerdo la libertad de los padres para elegir la educación de nuestros hijos, damos nuestro apoyo a las empresas, a los autónomos, comerciantes y sector agroalimentario, y defenderemos rebajas fiscales para familias y medidas de conciliación”, ha apuntado el jefe del Gobierno en funciones con una velada alusión al veto parental que la ultraderecha lleva años queriendo imponer en la Región sin éxito.
También puso sobre la mesa López Miras el asunto que ha generado más polémica durante la campaña electoral, la situación del Mar Menor. “Blindamos el Mar Menor y hago un llamamiento al resto de la Cámara ya que debería ser un objetivo común. También debería serlo la defensa del agua, el trasvase, la financiación autonómica. Todos ellos temas determinantes para la Región”.
Una educación “más flexible”
Uno de los ejes que guiará el Gobierno de López Miras será la educación: “Hay que conseguir que sea mas eficiente y flexible ante la aparición de nuevas necesidades y que no deje a nadie atrás, hay que poner el foco en el abandono escolar y las dificultades de aprendizaje. Trabajaré junto a la comunidad educativa para fijar una estrategia para la educación basada en la libertad de las familias, el mérito y el esfuerzo de los alumnos, el prestigio social de nuestros docentes y la modernización de nuestras infraestructuras”.
“Para nosotros es irrenunciable garantizar la libertad de estas sobre la educación de sus hijos, la gratuidad de los libros de texto y aumentar los comedores escolares, reforzar la autoridad docente de los profesores, reducir el horario lectivo y la bajada de ratios empezando por este curso”, ha añadido.
Con respecto al segundo eje, López Miras ha apostado por la “modernización económica y productiva que suponga la colaboración de la ciencia y la empresa, propiciando la independencia de nuestra economía en los sectores en los que somos líderes. Para ello, tenemos que fortalecer nuestras empresas e impulsar el cooperativismo”. Mientras que el objetivo del tercero será la “simplificación administrativa al servicio de la sociedad”.
Recuperación del Mar Menor
“Seré inflexible en la recuperación del Mar Menor”, ha espetado López Miras ante el aplauso de la Cámara, y se ha comprometido en su discurso a proteger la laguna y los espacios naturales en su cuarto eje de actuación gubernamental.
“Quiero que sea esta legislatura la de la consolidación de la recuperación del Mar Menor. Tenemos que dar grandes pasos y deberíamos darlos todos juntos con una sola voz. Seguiremos trabajando con la comunidad científica, los pescadores, los ganaderos, los agricultores y las asociaciones”, ha subrayado el jefe del Gobierno murciano en funciones. “Reclamaré con firmeza un Plan Hidrológico Nacional para nuestro sector agrario, que es uno de los grandes ejes de nuestra economía, sobre todo en un escenario de cambio climático”, ha dicho.
El último de los ejes que mencionó será un programa para los jóvenes que incluya el acceso al empleo, la vivienda y el respaldo financiero a los emprendedores.
Dar la batalla contra la violencia machista
“Transversal a todos estos ejes será la protección de las personas, el desarrollo del sistema sanitario y el fomento de la salud mental. La bandera de mi presidencia será la igualdad para que ninguna mujer se sienta discriminada por el hecho de serlo y lucharé de forma contundente para erradicar la violencia contra la mujer. No habrá ni un paso atrás y daremos la batalla contra la violencia machista. Debemos darla todos juntos porque hay mucho por hacer mientras haya una sola mujer en la Región maltratada”, ha subrayado López Miras.
López Miras también dedicó unas palabras en la parte final de su discurso a “defender la igualdad de los españoles, que no se menosprecie a los españoles de aquí frente a los otros y que no haya autonomías con estatus nacional y otras con menor financiación, que haya quién decida por todos desde la minoría o negocie una amnisitia que no entra en la Contitución y es inaceptable”.
Como es habitual el líder popular volvió a criticar al presidente del Gobierno nacional en funciones. “Mientras Pedro Sánchez siga siendo un inquilino en la Moncola, eso tendrá un alto coste para nosotros, los murcianos, porque su asidero son los partidos minoritarios que quieren destruir nuestro país”.
López Miras volvió hacer uso de su frase fetiche: “La Region de Murcia es la mejor tierra del mundo” y ha continuado “por su historia formidable de acuerdo y concordia, capaz de aprender de todas las culturas que han pasado por aquí [...] Con una forma de ser y de vivir que nos ha hecho pasar de tierra de emigrantes a recibir a aquellos que quieren vivir con nosotros, donde existe un sentido común regional del que estamos cada vez más orgullosos”.
Vélez (PSOE) y Marín (Podemos) arremeten contra un programa de Gobierno que “profundiza en las políticas de Vox”
La oposición sigue con la misma idea que ha mantenido desde que tuvieron lugar las elecciones autonómicas. José Vélez, portavoz y líder del PSOE, y María Marín, portavoz del grupo mixto de la Asamblea, han hecho referencia en la rueda de prensa celebrada tras el pleno de investidura al “engaño” del candidato popular a los ciudadanos de la Comunidad. “López Miras no tiene palabra ni es de fiar. Se atrevió a decir que no gobernaría en coalición con Vox, y los ha vuelto a meter en el Gobierno, como en 2019”, ha expresado Vélez. “Podríamos decir que ha sido un discurso orwelliano. El señor López Miras nos ha presentado su programa, diciendo lo contrario de lo que realmente piensa hacer. Hemos asistido a la enumeración de un programa de Vox, a una profundización de los postulados de la ultraderecha”, ha manifestado por su parte Marín.
Ambos portavoces coinciden su preocupación por las políticas del futuro Ejecutivo, sobre todo en lo relativo al Mar Menor y la violencia de género. “López Miras hace lo que dice Vox. Utiliza la demagogia de una manera magistral. Habla de que tenemos que estar todos juntos en la defensa del Mar Menor, pero han dejado claro su nulo interés por la laguna”, ha aseverado Vélez. En este sentido, Marín ha exteriorizado que “si el Gobierno del PP quisiera protegerlo, habría cumplido la ley del 2020. No hay reglamento, ni un plan de ordenación del suelo. No tienen ninguna intención de proteger el Mar Menor, y sí los intereses de las grandes industrias de la agricultura”. Asimismo, la violencia de género, para Marín, “ha quedado rebajada en el programa de Gobierno con Vox, equiparándola a otras violencias no estructurales”.
“Estas negociaciones se han llevado a cabo con una absoluta opacidad”, ha proseguido Vélez. “Lo más preocupante es lo que han pactado y todavía no han dicho”, ha concluido. Marín ha hecho finalmente un llamamiento a la ciudadanía de la Región de Murcia para que se movilice “en defensa de sus derechos, sus libertades y su patrimonio natural”.
PP y Vox siguen chocando en el Mar Menor y en la denominación de la violencia de género
“Ha costado que el PP entendiera que debíamos formar un Gobierno de coalición”, ha reafirmado el nuevo portavoz parlamentario de Vox en la Asamblea, Martínez Alpáñez, en su turno de declaraciones. “Consideramos suficiente el discurso para que la Región de Murcia eche a andar. Estamos deseando que este procedimiento acabe cuanto antes y se conforme el Gobierno que esta comunidad necesita”.
Su equivalente popular, Joaquín Segado, en la misma línea, ha asegurado que el Ejecutivo va a ser “estable, fuerte y se va a ocupar de lo que más preocupa a los ciudadanos de la Región. El acuerdo con Vox está basado en la responsabilidad y el diálogo”.
Si en la jornada de ayer ambos partidos mostraban sus ostensibles diferencias en relación al Mar Menor y las políticas educativas, hoy se ha añadido una tercera: la nomenclatura de la violencia de género. “No daremos ni un paso atrás con el Mar Menor”, ha repetido Segado. “Es algo que debemos hacer entre todos y con todos. Dejemos de hablar tanto de la laguna y centrémonos en solucionar sus problemas”. La visión del partido ultraderechista dista, una vez más, de la de su socio de Gobierno. “El PP dice que no dará ni un paso atrás. Nosotros pretendemos dar pasos hacia delante”, ha matizado Alpáñez.
Vox ha preferido no mencionar la violencia de género, equiparando la “violencia contra las mujeres”, ha dicho su portavoz, a “cualquier tipo de violencia, ya sea contra niños, o mayores”. Para los populares, “el compromiso contra la violencia de género”, ha continuado en este sentido Segado, “es inquebrantable”. En el documento que ayer ratificaron ambas formaciones no aparece la denominación referida por el portavoz popular. “Independientemente del texto del acuerdo, lo que se demuestran son los hechos. El PP es firmante del pacto regional contra la violencia de género e impulsor de las políticas que conlleva”, ha finalizado.
Un pacto in extremis tras meses de desencuentros
Para llegar a esta sesión de investidura que está teniendo lugar en el tiempo de descuento y que culminará con la votación de mañana, jueves 7 de septiembre, fecha límite que marcó la Mesa de la Asamblea para la disolución de las cortes, López Miras tuvo que ceder ante los ultras dos consejerías, la de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias, esta última con rango de vicepresidencia. Y lo hizo, aparentemente, en tiempo récord, y a través de un medio que no suele ser habitual en estos trámites: en sólo cuatro horas ambas fuerzas, PP y Vox sellaron su pacto mediante Twitter. Según contaba el politólogo Francisco Javier Carvajal, el acuerdo insólitamente cerrado vino impuesto “desde las direcciones nacionales de los partidos”, pues Feijóo necesita “sí o sí” el apoyo de los de Abascal en su investidura particular.
Cuatro horas bastaron para cerrarlas, pero las negociaciones acapararon en realidad tres meses. En todo momento parecieron estancadas: desde los comicios autonómicos del pasado 28M, el PP se negó, en público y en privado, a cumplir las exigencias de Vox: los de Antelo reclamaban dos consejerías y una vicepresidencia del Ejecutivo. Los populares no vislumbraban otra posibilidad que no fuera gobernar en solitario. Sin embargo, el riesgo tangible de una repetición electoral y la progresiva cercanía del fin del plazo legal para investir presidente llevó a los de López Miras a rectificar su postura. Vox también cedió en el pacto, pues su más ansiada consejería, la de Agricultura, quedó finalmente en manos de sus socios. Los ultraderechistas dirigirán Fomento -su titular aún está por anunciar- y Seguridad, Interior y Emergencias, cuyas funciones estarán controladas por Antelo, que además será vicepresidente del Gobierno.
Un acuerdo pragmático con veto parental, supresión de subvenciones a sindicatos y escasas referencias al Mar Menor
En el día previo al inicio de la sesión de investidura, en el mediodía del martes 5, los socios de Gobierno zanjaron los últimos flecos que quedaban por resolver en el acuerdo: el documento pragmático que ambas formaciones, con Joaquín Segado (PP) y Rubén Martínez Alpáñez (Vox) a la cabeza de los equipos negociadores, llevaban concertando desde el viernes, y que marcará la línea y el cariz de las políticas que impondrá el inminente Ejecutivo de coalición. Se trata de un total de treinta medidas que sintetiza, en suma, la práctica totalidad de las peticiones que los populares ofrecieron a los ultraderechistas en julio, varias de ellas, eso sí, modificadas para contentar algunas de las principales exigencias de Vox.
El acuerdo pragmático está protagonizado por aspectos, en palabras de Segado, que “unen” a ambos partidos, como “la supresión de las subvenciones a sindicatos y organizaciones empresariales, la defensa a del Trasvase Tajo Segura, la apuesta por un plan hidrológico nacional, la protección de la sanidad, la defensa de la familia y la búsqueda de la excelencia educativa”. También destaca la polémica supresión de subvenciones a sindicatos y organizaciones empresariales.
Hay, en cambio, dos puntos concretos recogidos con ambigüedad, en torno a los cuales PP y Vox no tardaron en evidenciar sus diferencias: por un lado, el Mar Menor, que ha sido un inevitable punto de choque durante el devenir de las conversaciones. Vox abogaba -y sigue haciéndolo- por la modificación o la derogación de su ley de protección. El PP, por el momento, no lo contempla. El acuerdo no menciona iniciativa alguna: habla únicamente de “avanzar en su protección”. Por otro lado, la educación. El documento cita la intención del Gobierno de garantizar “la neutralidad ideológica del currículo escolar”. Para la ultraderecha, tal y como aseveró Martínez Alpáñez, esas herramientas de neutralidad tienen que ver con el veto parental, el cual, dijo acto seguido, “se pondrá en marcha sin ninguna duda”. Segado, en respuesta a su homólogo, y visiblemente sorprendido, corroboró que la controvertida política no aparece en el texto acordado. El pacto tampoco hace referencia expresamente, en ninguna de las 30 medidas, a la violencia de género.