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Ojalá pudiéramos jugar mañana

El UCAM Murcia se marcó un ‘Iberostar Tenerife’ para derrotar a todo un Iberostar Tenerife, el líder de la liga Endesa ACB, al que ganó clavando prácticamente los mismos números que vienen promediando los canarios esta temporada (79 puntos anotados y 68 recibidos). De este modo, los de Katsikaris confirman su toque de atención a la liga y su tendencia claramente ascendente: 3 victorias consecutivas y 5 de los últimos 8 encuentros ganados, los mismos partidos que lleva el técnico griego al frente del banquillo. Es decir, que en estas 8 jornadas Murcia ha ganado tantos partidos como en las 17 anteriores (después de firmar un balance de 5-12, ha logrado otro de 5-3). Ahora el CB Murcia se sitúa con tres victorias de ventaja sobre el descenso y, sí, debemos decirlo, a sólo dos triunfos de la 8ª plaza que da derecho a jugar los playoffs por el título.

Ya no es sólo que el CB Murcia gane, que el CB Murcia siga ganando; es que gana haciendo las cosas bien y transmitiendo sensación de autoridad y de solidez. Gana con un trabajo defensivo sobresaliente para el que, como bien decía José Ángel Antelo la semana pasada, además de intensidad hace falta inteligencia. Y gana con un ataque paciente, limpio, con claridad de ideas y sacando el máximo rendimiento a los recursos de que dispone. Si en el anterior artículo hablé de las rotaciones, ahora hay que subrayar el acertado reparto de papeles y la manera en la que cada uno ha asumido su responsabilidad en beneficio del conjunto. Todos aportan y todos se sienten igual de importantes. La comodidad con la que cada jugador entra a la pista, da todo lo que tiene y vuelve al banquillo, es más que evidente.

El CB Murcia ya no es tan previsible. El rival ya no tiene tan claro dónde debe morderle, y puede darse la circunstancia de que el máximo anotador y el jugador con más talento del equipo rojiblanco, Facu Campazzo, se quede con 0 puntos ante el líder de la liga y aun así el equipo gane. Recordaréis, porque no hace tanto tiempo, cuando el Facu anotaba muchos puntos pero terminaba totalmente fundido en cuerpo y alma, y el equipo perdía. En aquellos días Pedro Llompart agitaba toallas y el CB Murcia no era capaz de imponer el ritmo que mejor le convenía en cada partido ni de tomar buenas decisiones en los momentos más calientes. Aquellas circunstancias también nos privaban del Facu defensor en toda su plenitud, que es un auténtico espectáculo, y del Facu pasador; del Facu asistente que es capaz de meter puntos a través de las manos de sus compañeros. El CB Murcia ahora tiene dos bases, por fin, y en ocasiones vuelve a jugar con ambos a la vez, como el año pasado.

Por otro lado, el CB Murcia tiene a dos escoltas con el colmillo afilado como Benite y Baron, y si ambos coinciden con el día inspirado, como fue el caso del último partido, son capaces de reventar a todo un Iberostar Tenerife. El CB Murcia tiene aleros sin miedo que se pegan dentro o fuera con rivales más altos y fuertes, como Rojas, Soko o Pocius. El CB Murcia tiene a dos ‘cuatros’ que, como los bases, ahora equilibran mejor sus minutos y suman más: si bien Antelo parece haber vuelto, Radovic nunca se fue y sólo necesitaba más confianza. Lo del montenegrino es digno de genuflexión. Está enorme.

El CB Murcia ya no tiene a un jugador con el perfil de Faverani, pero lo ha ‘deconstruido’ con Tumba y con Clark: el 5 reboteador, que pone bloqueos como los muros del AVE y que intimida en la pintura, y el 5 que abre el campo amenazando con su buena muñeca. Además, Delía sigue su aprendizaje y ya ha demostrado lo que puede hacer, como contra Shermadini, y lo que dará en el futuro si no se trunca su progresión.

El partido contra Tenerife, además de la victoria en sí, que fue maravillosa, nos ha dejado muchos momentos dignos de recordar: por ejemplo, el inicio del tercer cuarto con cuatro defensas perfectas del CB Murcia, con Rojas parando a Doornekamp, con Tumba intimidando y taponando, con tres y cuatro jugadores rojiblancos saltando a la vez por un rebote, y con tres triples seguidos como tres soles: dos de Benite y uno de Rojas. Otro momento de esplendor fue el de la rabia de Pedro Llompart después de la falta que le señalaron sobre San Miguel, en la que el exbase del CB Murcia lo agarró con su brazo y lo tiró al suelo: Llompart protestó y se llevó una técnica, pero luego anotó un canastón que celebró enrabietado y levantando a la grada, y justo después provocó una antideportiva que también pudo aprovechar.

Más: las acciones de Baron, que anotó en instantes decisivos del tercer y del último cuarto y gritó ‘Lets go!!’ a la afición. Y la afición. Menuda afición: llevó en volandas al CB Murcia y ovacionó a sus jugadores y al entrenador puesta en pie. La afición murciana, que lleva mucho basket en su retina, en su memoria y en su corazón, sabe lo que dice y fue clara coreando una vez más el nombre de Fotis Katsikaris.

Capítulo aparte merece ese hombre, Fotis Katsikaris. En una entrevista pudimos leerle que si no está implicado en un proyecto, se le nota, y que cuando lo está, también se le nota. Pues bien, el técnico griego vivió el choque contra Tenerife con una intensidad especial. Se le notó. Y para terminar de confirmarlo, durante su presencia en el canal autonómico el domingo por la noche, Katsikaris no pudo disimular la emoción al revivir el momento en el que la grada coreaba su nombre. Aquí mi opinión: si el CB Murcia quiere seguir creciendo, debe hacer lo posible y lo imposible por retener a Katsikaris el próximo verano.

El Cante de las Minas

La semana pasada proclamé que defender bien sienta mal, que el CB Murcia vuelve a atragantársele a los rivales y que, como el año pasado, no tardaremos en ver lamentos y quejidos en los demás equipos. Pues bien, ya hay un primer candidato a cantar flamenco en el Cante de las Minas: Txus Vidorreta. Y quizá se lleve a Doornekamp, que propinó un nuevo codazo a Sadiel Rojas. Esta vez, y en contra de lo que suele pasar, Rojas no pudo soportarlo más y estalló al final del partido. Una pena, porque tanto él como Benite, que se lo llevó al túnel de vestuarios para calmarlo, no pudieron celebrar la victoria en el centro de la pista. Con Mumbrú la ACB no actuó, y tampoco lo hará con el ala-pívot de Tenerife, pero no estaría de más que la liga vigile y se cuide de estas acciones antideportivas que pueden acabar con un jugador en el hospital. Así, no.

Lo que viene

Katsikaris dijo en el canal autonómico 7 Región de Murcia que ojalá pudieran jugar mañana, que ojalá no tuvieran que descansar. Cierto, pero es lo que tiene esta temporada con la lamentable situación del número impar de equipos. La próxima jornada el CB Murcia verá a sus rivales por televisión y esperará su choque de dentro de quince días contra el Movistar Estudiantes.

Los enfrentamientos de los equipos que están por detrás deparan un interesante duelo directo entre Joventut y Obradoiro, y tres desplazamientos complicados para Manresa, Zaragoza y Sevilla, que juegan en Málaga, Tenerife y Vitoria respectivamente. Los partidos de los que están por delante no son mucho más fáciles, aunque sean en su propia pista: así, Fuenlabrada recibe al Real Madrid y Bilbao a Valencia. Por último, otro duelo con interés para el CB Murcia es el Andorra-Estudiantes, porque los del Pirineo cierran de momento los puestos de playoffs con dos victorias de ventaja (pero el average perdido), y los de Madrid ahora mismo están empatados con el equipo rojiblanco. Es de esperar que los resultados de esta jornada acompañen y que el regreso del CB Murcia a la competición no implique levantar el pie del acelerador. El técnico griego ya ha avisado de que 7 de cada 10 equipos retoman la liga tras el parón con una derrota: “Lo escribiremos y lo colgaremos en el vestuario”, ha afirmado. Y yo me lo creo.