Pedro Antonio Sánchez ha comenzado afirmando que mientras juraba el cargo de nuevo presidente de la Región de Murcia, tenía en la mente a todos los murcianos; después ha resumido las ideas fundamentales que ya expuso en su discurso del Debate de Investidura, y ha terminado adelantando dos ideas que parece que serán la consigna del PP hasta las elecciones generales: que la recuperación ha llegado, y por tanto, que la crisis ya ha pasado; y que existe una amenaza para las instituciones, representada por partidos radicales y por los nacionalistas. De ese modo, y sin nombrarlo, ha colocado a Podemos como el rival electoral de los populares.
El acto de toma de posesión se ha celebrado por primera vez, y por decisión de Pedro Antonio Sánchez, en la Asamblea Regional, en la ciudad de Cartagena -hasta ahora se había dado una vez en Lorca y el resto en Murcia-. En un abarrotado Patio de los Ayuntamientos y con una temperatura muy elevadada, la presidenta de la Asamblea, la socialista Rosa Peñalver, ha dado la bienvenida a la ciudadanía “al Ágora, al lugar de la palabra”.
Peñalver ha agradecido la decisión de Sánchez de elegir la Asamblea, “como se hace en la mayoría de las comunidades autónomas”. “Vamos a ejemplificar la división de poderes”, ha añadido, “y a demostrar que las instituciones funcionan”. Rosa Peñalver ha reiterado que en la nueva legislatura “la Asamblea va a recuperar el valor político que le corresponde”, y que ello será posible “con el apoyo del Gobierno regional”. “Vamos a poner todo nuestro esfuerzo en desempeñar con acierto nuestra labor, y le deseo al señor presidente acierto en esta etapa que será apasionante y multicolor”, ha concluido.
Después de jurar sobre la Constitución, Pedro Antonio Sánchez ha resumido en su discurso las líneas básicas de su mandato: “Quiero que haya más empleo y mejor, que los ciudadanos tengan una vivienda digna, desarrollar políticas sociales para los más vulnerables, garantizar una educación y una sanidad universales y gratuitas, y quiero que la recuperación llegue a todos”. “Quiero contar con todos”, ha insistido, llamando una vez más al diálogo.
Sánchez ha alabado al ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, presente en el acto -“un gran ministro de España”-, para después explicar que será leal al Gobierno de la nación, “pero también exigente”, especialmente en materias como el agua y las infraestructuras. “Creo en la solidaridad, y creo en España”, ha proclamado.
Los valores de la Transición
Después, el nuevo presidente de la Región de Murcia ha reivindicado los valores de la Transición, y ha aprovechado para indentificar dichos valores con España y con los de una mayoría social “que desea hablar un lenguaje moderado”. De ese modo ha deslizado dos ideas: que existe un peligro para la España de la Transición y que la crisis ha pasado. “Me opongo a los que apuestan por el fracaso histórico de España desde propuestas radicales o nacionalistas”, ha explicado.
Para acabar, Sánchez ha dado las gracias “al Consejo de Gobierno que se ha reunido hoy” y del que toma el testigo, “y a un gran presidente, un ejemplo a seguir, Ramón Luis Valcárcel”, al que ha puesto como su referente. “Gobernar no es imponer del mismo modo que hacer oposición no es destruir” y “todos somos no sólo necesarios, sino imprescindibles”, han sido dos de las frases más señaladas de Pedro Antonio Sánchez, que ha vuelto a recurrir al teleprompter para pronunciar su discurso.
El ministro José Antonio Alonso ha cerrado el acto en un tono distendido y alejado de lo institucional. Alonso ha alabado a Garre, a Valcárcel, y al propio Sánchez -“veo, por el caluroso aplauso que le habéis dedicado, que ya es un presidente muy querido en Murcia”, ha dicho-. El ministro de Sanidad también ha aceptado con deportividad el anuncio del nuevo jefe del Ejecutivo autonómico, respecto del carácter reivindicativo que Sánchez ha dicho que tendrá en Madrid. Alonso se ha felicitado por el hecho de que el PP haya sido capaz de mantener la sanidad y la educación “en momentos tan difíciles”, y para acabar, ha invitado a los presentes “a sonreír, a tener ánimo e ilusión, porque lo peor ya ha pasado”.
Pedro Antonio Sánchez ha vuelto a usar el teleprompter, aparato que ya empleó durante el primer día del Debate de Investidura. El telempromter, también llamado autocue, sirve para proyectar un texto en una pantalla o espejo, de manera que se facilite la lectura a un orador. Hay varios tipos de telepromter: por ejemplo, el que proyecta el texto en la cámara a la que mira un periodista durante un informativo de televisión; o el de pódium, ideal para pronunciar discursos ante un auditorio.
El telepromter de pódium consta de dos monitores tumbados en el suelo, orientados hacia arriba, en los que sucede el texto del discurso escrito del revés. El texto se proyecta y se refleja del derecho en dos pequeños paneles rectangulares y transparentes que ejercen de espejos, situados en un ángulo de 45º sobre cada monitor y orientados hacia el orador a sus dos costados. De ese modo, el orador puede girar la cabeza a izquierda y derecha y seguir leyendo su discurso. El teleprompter está dirigido desde un ordenador donde se regula la velocidad en la que se va reproduciendo el texto, y se puede detener, retrasar o adelantar.
Con el telepromter se agiliza la lectura de textos largos y que no se pueden memorizar, se gana en naturalidad y se evita tener que perder el contacto visual con el espectador o mirar hacia abajo para leer sobre el papel. Durante el discurso que pronunció Pedro Antonio Sánchez en la primera sesión del Debate de Investidura, hubo espectadores que elogiaron la capacidad del candidato del PP para retener y pronunciar un discurso tan largo “sin mirar un papel”, al desconocer la existencia del aparato.
Sin embargo, como todo aparato, tiene el peligro de que se puede estropear o lo pueden romper. Antes del discurso de la toma de posesión de Pedro Antonio Sánchez, una persona ha pasado demasiado cerca de uno de los monitores, lo ha golpeado y ha movido el panel reflector, generando la incertidumbre en los técnicos. El asunto no ha pasado a mayores, porque se ha podido calibrar de nuevo para que el reflejo del discurso fuera perfecto y Pedro Antonio Sánchez pudiera seguirlo sin problemas.