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Santiago Abascal: “Pedro Sánchez es un tipo peligroso, sin escrúpulos”

Santiago Abascal, el líder de Vox, repitió en varias ocasiones que la presencia de 4.000 personas en el mitin que ofreció el domingo por la tarde en el pabellón Príncipe de Asturias era una “premonición del resultado espectacular” que iban a obtener en las elecciones del 28 de abril. “A quienes piden el voto útil no tienen que ver las más de 2.000 personas que se han quedado fuera”, espetó Abascal sobre quienes se agolparon bajo la lluvia en la puerta del pabellón polideportivo sin poder entrar.

“¿Cuál prefieres: la de tela o la de goma?”, le preguntaba Antonio a su amigo a la salida en el puesto de merchandising. Cuatro chicos parapetados detrás de la mesa no paraban de vender pulseras con los colores de la bandera de España y el verde del partido. Abascal ya no señaló en esta ocasión, a diferencia del mitin que ofreció en Murcia el pasado noviembre, que sus seguidores tenían que ocultar su apoyo por miedo a que los tildaran de “fachas”, sino que afirmó con gran seguridad que “mañana publicarán las últimas encuestas e intentarán frustar las expectativas. Ya lo hicieron en Andalucía. Cuantas casas demoscópicas van a cerrar el 29 de abril”.

El líder del partido de extrema derecha confirmó a Pascual Salvador como el candidato de Vox a la presidencia de la comunidad, después de que hablara la cabeza de lista de Vox al Congreso por Murcia, Lourdes Méndez. “Otros citan al Ramadán, pero nosotros venimos a deciros: Feliz Domingo de Resurrección”, dijo Abascal al comenzar su discurso y recordó el atentado de Sri Lanka para decir que “el cristianismo es la religión más perseguida del mundo”. También celebró la lluvia con la que le recibió la ciudad y volvió a subrayar su defensa del trasvase Tajo-Segura.

“Es la primera vez que vengo a un mitin y estaba de acuerdo con todo”, dijo Juana, una señora que se mostraba exultante, como muchos de los asistentes que jaleaban a Abascal de vez en cuando al grito de “presidente” e impedían escuchar sus palabras. El líder de Vox, por su parte, dijo ser consciente de que los asistentes no se encontraban allí por él o las siglas del partido, sino por “una gran preocupación por vuestra patria que se llama España y es la herencia de nuestros padres”.

Según Abascal, el resto de partidos “contribuye a la división y al enfrentamiento”. “Vox es la casa del sentido común, que es un sentido patriótico. Vox no es un partido, por eso escucháis sus siglas, es un movimiento patriótico y cultural al servicio de España”, añadió.

“El estado del bienestar es solo el estado de bienestar de los políticos y vosotros elegís”, continuó con Abascal, quien la emprendió contra “la derechita cobarde” y “la veleta naranja” en varias ocasiones para reservar la artillería pesada contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Es un tipo peligroso, sin escrúpulos pactando con los enemigos de España y la libertad”, aunque se dirigió a los votantes del PSOE que “defendían a su país y a los más débiles y les tendemos la mano. Este barco de la España viva también es un barco para ellos”, abundó.

Abascal culpó a Sánchez de la entrada de 65.000 inmigrantes ilegales en España el año pasado y de incumplir el Tratado de Schengen. “Este año llegarán más de 100.000”, vaticinó.

La reciente reforma del Estato de Autonomía aprobada por unanimidad por todos los grupos parlamenatarios en la Asamblea Regional también fue objeto de crítica por parte del líder de Vox. “Desde la derechita cobarde hasta extrema izquierda se han puesto de acuerdo para aprobar la reforma del estatuto que apoya las leyes totalitarias de género y el marxismo cultural. El PP se ha puesto de rodillas”, dijo. “El lema del PP en esta campaña es `Valor seguro´, lo que es seguro es que no tienen valor”, añadió.

La defensa de la familia fue repetida hasta la saciedad durante el mitin: desde cuando Méndez habló de prohibir el aborto en España, hasta el momento en que Abascal defendió la tenencia de armas “para que nuestras familias estén protegidas y tengan seguridad” o propuso una ley de violencia intrafamiliar que sustituya la actual ley contra la violencia de género que “tira por tierra la presunción de inocencia”. También pidió prisión permanente para los violadores reincidentes.

Abascal caricaturizó el movimiento feminista, el animalista o la interculturalidad, al echar mano de ejemplos tangenciales como “la prohibición de `Caperucita Roja´”, cuando “los locos” gritan delante del Museo del Jamón que “no es jamón, es cerdo muerto y vamos a seguir comiendo jamón” -el momento que más aplausos suscitó- o la anécdota de una mujer de Almería que le contó que una profesora le había dicho que no su hijo no llevara un bocadillo de chorizo al colegio porque no lo podía compartir con otros compañeros de otras religiones. “Que cada uno se coma su bocadillo”, espetó.

El líder de extrema derecha también habló de “la mayor rebaja fiscal de la historia” que proponen, mientras que criticó “los impuestos confiscatorios que os quitan los pisos de vuestros padres” y la “manipulación de los medios que se dedican a distorsionar nuestro mensaje e incitan el odio contra Vox”. “Nos esperan a la salida de todos los mítines”, dijo en alusión a los altercados que hubo en Barcelona.

El mitin terminó con la alabanza de la caza, la Semana Santa y la tauromaquia, previamente sacadas a relucir. Abascal también reivindicó a Don Pelayo, el Cid Campeador y Jaime I. “Hay pocos pueblos que pueden apelar a gestas históricas como la reconquista y el hermanamiento con nuestros hermanos de Hispanoamérica. No nos van a acomplejar periodicuchos y politicuchos por ir a Covadonga a empezar la campaña. Que nos dejen tranquilos haciendo el ridículo que cada vez más españoles estarán con nosotros”, concluyó.