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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Cuando la vicepresidenta de Murcia que ha tumbado la moción quería acabar con 24 años del PP

Si todo sale según lo previsto por el Partido Popular, lo moción de censura presentada por PSOE y Ciudadanos para desbancarlos del Gobierno de Murcia caerá en saco roto. El anuncio lo ha realizado el propio Fernando López Miras, presidente de la Región, que ha colocado a los tres tránsfugas de Ciudadanos en su nuevo Ejecutivo.

De los tres, quien no entra, sino que sigue el equipo de Gobierno es a Isabel Franco, de Ciudadanos, vicepresidenta de Murcia, que repite en esa posición. Caída en desgracia y aislada en su propio partido tras los indicios de fraude en las primarias que la hicieron postularse en las elecciones regionales del 26 de mayo de 2019 para presidenta, Isabel Franco resurge para salvar el Gobierno del PP.

La vicepresidenta, que hace dos días firmó la moción de censura, ha asegurado en rueda de prensa junto a López Miras que firmó el texto que incluía graves acusaciones contra el Partido Popular con quien sigue aliada por “disciplina de partido”. Ahora dice que se ha posicionado en contra de la moción porque rompiendo la disciplina de su partido “representa a Ciudadanos”: “Estoy segura y así me lo han transmitido afiliados, cargos públicos y concejales de la Región de Murcia, que es la actitud más responsable en estos momentos”.

Pero su posición no siempre ha sido la misma. “Hay que acabar con 24 años del gobierno del PP en la Comunidad” llegó a decir Franco en aquella campaña en 2019, pero no solo en campaña. Franco comandó las negociaciones tras los comicios autonómicos y aseguró públicamente y en varias ocasiones que no cerraba la puerta a pactar con el PSOE. Llegó a decirlo días después de que la dirección nacional de Ciudadanos, entonces encabezado por Albert Rivera, eligiera al PP como socio “preferente” para coaligarse.

“Las líneas las ha marcado claramente la mesa de negociación nacional y las vamos a respetar”, señaló Franco en declaraciones a este medio en junio de 2019, pero matizó que Ciudadanos contaba “con una mesa territorial de negociación” que se estaba “poniendo en marcha” en esos momentos. En aquel entonces hacía gala de la cualidad de Ciudadanos como partido bisagra: “Nos planteamos pactar con Partido Popular o Partido Socialista. No nos planteamos pactar con ninguna otra fuerza política. Para nosotros lo importante no son los colores políticos, sino los programas”.

De la “confianza rota” a la “automoción”

La firma de Franco y la de los otros dos tránsfugas que salvarán al PP figura en la moción presentada por PSOE y Ciudadanos este miércoles. Los tres tránsfugas rubricaron esta misma semana la siguiente frase, en referencia al PP: “La definición de corrupción es muy sencilla: el abuso de un poder público para beneficio privado. Si uno está abusando del poder público para beneficio privado, que no tiene por qué ser económico, es corrupción”.

Uno de los ejemplos de ese “abuso de poder público para beneficio privado” es el de las llamadas 'vacunaciones VIP'. La picaresca de altos cargos saltándose turnos para inmunizarse frente a la COVID-19. Pese a que se sacó adelante una comisión de investigación para abordar el escándalo de las vacunaciones VIP en la Región, PSOE y Ciudadanos consideraban en el texto que “la realidad mediática” está superando el avance de dicha comisión. “Casi diariamente estamos conociendo irregularidades. Políticos que se cuelan, descontrol en el proceso de vacunación, concejales que vacunan (y se vacunan)”. Una situación, señalan en la moción “que no parece tener fin”.

El escrito hacía mención también a la denuncia por corrupción presentada por el vicealcalde de Ciudadanos en la capital y que fue desvelada por elDiario.es. “Nuestro socio de Gobierno, regional y municipal, responde acusando, denunciando y espiando al denunciante. Entenderán ustedes que la confianza se ha roto”, expresaba el texto rubricado hace 48 horas por los tres tránsfugas, que insistía en que tras 26 años de gobierno del Partido Popular, la Región de Murcia “esté a la cola de los indicadores de riesgo extremo de pobreza y de exclusión social”. Por ello, defendían que con su propuesta de remodelación se iniciaba “el proceso para llevar a cabo un proyecto de Región más justa, solidaria e igual”.

Esa contundencia reciente hace todavía más llamativo el volantazo dado hoy por Isabel Franco: “A mí no me eligieron para entregar el gobierno de Murcia a Pedro Sánchez'' ha subrayado la todavía consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI y Política Social en una rueda de prensa en la que ha utilizado el argumento de la gravedad de la pandemia para justificar el bandazo de hoy: ”un momento de dificultad como el que estamos viviendo no permite jugar políticamente con la salud de los murcianos ni con la salud de las instituciones de la Región“.

Su manera de pensar, ha relatado hoy, “comenzó a cambiar” tras presentar la moción. En ese breve lapso de tiempo, el PP dejó de parecerle corrupto y empezó a considerar mucho más grave que la presunta corrupción el reparto de puestos orquestado, según ella, en la distancia: “Me di cuenta que mientras estábamos gestionando los efectos de la pandemia en las residencias de ancianos y las personas con discapacidad, algunos en mi partido se estaban repartiendo sillones muy lejos de aquí, en Madrid”. Franco ha insistido en que es “inoportuna e infundada esta moción” porque el Gobierno del PP y Cs estaba haciendo “una buena gestión”. Y ha añadido: “Una automoción de censura al trabajo bien hecho no tiene ningún sentido”.