Ha pasado ya un año desde aquella terrorífica DANA que azotó el levante español y dejó seis muertos entre las provincias de Almería, Valencia, Alicante y Guadalajara. En la Región de Murcia no hubo que lamentar fallecidos, pero sí se vivieron inundaciones y destrozos en varios municipios y carreteras que trajeron la declaración de Zona Catastrófica para la comunidad por parte de la Asamblea Regional, así como el desbordamiento del Río Segura. Sin embargo, la DANA dejó una escena casi apocalíptica unos días después de su paso, con la aparición de toneladas de peces muertos en las orillas del Mar Menor.
Lo que desde el ejecutivo regional se achacó a la entrada de agua dulce a una albufera de agua salada no sirvió de excusa por mucho tiempo, y las décadas de maltrato a la laguna debido a la “agroagricultura intensiva que ha destruido la vegetación natural y ha supuesto un total cambio del paisaje en todo el campo de Cartagena”, señalado por Ecologistas en Acción como el principal mal del Mar Menor, no pudo ocultarse más tiempo: “El problema no es que entre agua dulce a la laguna porque esto siempre ha pasado. El problema es que antes no llevaba nitratos ni sedimentos, porque lo que había detrás del Mar Menor era vegetación natural y cultivos de secano que funcionaban a manera de riñones de la laguna”.
En estos doce meses, el gobierno murciano ha tratado de arreglar la situación, y la solución se ha atajado a través de la 'Ley de Protección del Mar Menor', que fue aprobada este mes de julio en la Asamblea Regional tras un pacto entre PP, PSOE y Ciudadanos. Ramón Pagán, vocal de la plataforma Pacto por el Mar Menor, asegura que esta ley “es oportuna en cuanto a que debería haber salido antes para regular la actividad humana en el entorno del Mar Menor, pero no es suficiente porque en puntos muy importantes, como la cantidad de nitratos que deben usarse en el Campo de Cartagena, algo regulado por normativa europea, no rectifica de forma clara”.
Desde Ecologistas en Acción han calificado la ley como “totalmente insuficiente” y han afirmado que “no resuelve nada”. “La solución está en atender a las normativas europeas y buscar una agricultura respetuosa con el medio natural de la Región, lo que es posible, pero hay multinacionales que no quieren reducir las cuatro cosechas que tienen en un año a solo una, porque deberían reducir la cantidad de nitratos que usan”, aseveran desde la plataforma y añaden que “el problema se resuelve quitando regadíos del litoral”.
“Hay como unas 60.000 zonas de regadío en el Campo de Cartagena, casi 41.000 en estado legal y el resto en estado ilegal. Como el Campo de Cartagena está completamente labrado, cuando caen 10 litros de agua por metro cuadrado se forma una riada enorme de tierra con barro cargada de nitratos y fosfatos procedente del campo. Toda la superficie es uniforme por la agricultura, por tanto, cuando llueve toda va a parar al Mar Menor. Hay que quitar la agricultura de regadío intensivo y, sobre todo, los de la primera línea”, relatan desde Ecologistas en Acción.
Este julio, el consejero de Agua, Antonio Luengo, dio a conocer otra de las grandes apuestas para la recuperación del Mar Menor en la zona norte: el plan 'Vertido Cero', que es “un proyecto fundamental para la recuperación del Mar Menor, destinado a evitar la entrada de agua dulce y nutrientes, tanto superficiales como subterráneos, que tanto complican la recuperación del ecosistema”, aseguró.
De nuevo, este plan ha provocado fuertes críticas de Ecologistas en Acción que tacharon de “inútil” el proyecto y afirmaron que “extraer agua del subsuelo no soluciona el problema”. “El último informe de Tragsatec promovido por el Ministerio para la Transición Ecológica demuestra que no entra nada subterráneo al acuífero sino que todo entra superficialmente”, relatan y agregan que “basar toda la solución de la entrada de nitratos al Mar Menor en bombear agua del subsuelo, que es precisamente desde donde no está entrando casi nada, no soluciona nada”.
Pese a ello, Pagán asegura que “después de lo vivido el año pasado y tras los índices de clorofila en el agua que teníamos este invierno”, este verano no ha sido tan malo como se esperaba. “La situación ha mejorado un poquito, sobre todo por la parte de La Manga y en sus orillas, pero la cosa en la zona occidental que va desde Los Nietos hasta Villacarrillo sigue siendo bastante mala”, explica. Y sentencia: “El peligro no ha pasado”.
“Nos ha perjudicado no solo la Covid, también el estado del Mar Menor”
El aumento de casos de COVID-19 en la Región, que sobrepasan ya los 11.000 infectados desde el inicio de la pandemia, se perfila como otro de los principales perjuicios para los vecinos del Mar Menor. Así, la recuperación económica que tanto necesitan los municipios y pedanías que bañan las aguas de la laguna no se han podido materializar por la bajada del turismo causado por el coronavirus.
Soledad Díaz, presidenta de Hoteles Costa Cálida (Hostetur), estima que la ocupación hotelera en la Costa Cálida fue de aproximadamente un 45% en julio y un 50% en agosto, frente a cifras del año pasado donde la ocupación rondaba el 95%: “La gente no ha salido por miedo, algo que no habíamos experimentado nunca”. Respecto al Mar Menor, la presidenta de Hostetur afirma que “al principio del verano, el estado del Mar Menor perjudicó mucho las reservas, pero a mediados de julio, conforme empezó a desmadrarse la situación, cogió protagonismo absoluto el Covid”.
En la hostelería la situación ha sido similar. Jerónimo, que posee cuatro locales situados en Los Nietos, Los Belones y Cartagena, asegura que en julio han facturado entre un 30 y un 40% menos que el año pasado. En agosto, el consumo en sus locales se ha reducido en un 50% respecto a 2019. “Nos ha penalizado mucho la hora del cierre”, dice.
Por otro lado, el hostelero afirma que “en la zona nos ha perjudicado no solo la Covid, también el estado del Mar Menor y la ausencia del público extranjero”. Pese a ello, relata que la parte positiva de esta situación es que en las zonas del Mar Menor “hemos trabajado con un 40% de público extranjero, por tanto, [la situación] nos ha penalizado, pero no tanto como otras zonas como, por ejemplo Benidorm, donde el público extranjero supone casi un 90%”.
Por otro lado, Salvador Martínez, vocal de la Asociación Vecinal de Cultura, Deportes y Ocio de La Manga -una de las zonas más turísticas de la Región- asegura que en la zona “el turismo no ha decaído tanto como se esperaba”. “Lo que es el mes de agosto ha sido espectacular”, afirma Martínez, pero con la llegada de septiembre, la preocupación de los vecinos de esta zona del Mar Menor, que apenas se vio afectada por la última DANA, torna a que los concejales “se duerman” poniendo como excusa la pandemia: “Aquí no se está haciendo nada. Este año ha sido el peor de gasto y de inversión en la zona de La Manga y San Javier”.
Respecto a los próximos meses la situación se presenta complicada. Jerónimo asevera que “el verano es una parte muy importante para el sector. Económicamente vamos a llegar muy perjudicados al invierno, no va a haber ningún mes bueno este año” y Díaz añade que para los próximos meses “ya hay hoteles que están cerrando porque no viene gente”.
A esta panorama, la incertidumbre de una nueva DANA, como la anunciada la semana pasada que finalmente solo dejó algunos chubascos débiles en parte de la Región, se presenta como una amenaza en todos los sectores económicos y en el estado del Mar Menor, sobre todo en las zonas ribereñas de Los Alcázares y Los Nietos, donde cada lluvia deja un sinfín de zonas inundadas y accesos cortados: “Solo nos queda estar mirando al cielo y rezar para que no llueva”.
El 'ecocidio' de la laguna salada más grande de Europa
Mientras que el presidente de la comunidad, Fernando López Mirás, señala que “el Mar Menor presenta los mejores parámetros de los últimos 3 o 4 años” y la consejera de Empresa, Ana Martínez Vidal, postea en Twitter imágenes del atardecer en las costas de la albufera a las que atribuye una “importante mejoría” en el último año gracias a la labor de Ciudadanos en la Región de Murcia, otros sectores sociales hablan de 'ecocidio' en el Mar Menor.
María Mompó, activista medioambiental y portavoz de Protectores de la Tierra, defendió abiertamente esta postura hace escasos días cuando viajó a Murcia para reunirse con plataformas ecologistas y denunciar la crisis medioambiental del Mar Menor. Su finalidad era que se tratara el tema y animar a estas plataformas y grupos ecologistas a que se conviertan en Protectores de la Tierra y apoyen el único objetivo de la campaña 'Stop Ecocidio': reconocer al ecocidio como un crimen dentro del Estatuto de Roma, para que el daño masivo y la destrucción del medio ambiente sea competencia de la Corte Penal Internacional. “Lo que está sucediendo en el Mar Menor es un ecocidio continuado y es necesario contar con la jurisdicción internacional para poder afrontarlo”, afirma Mompó.
Desde el Ayuntamiento de Cartagena han puesto en marcha este fin de semana una nueva medida para garantizar la seguridad de la laguna a través de la instalación de varias cámaras de vídeo para realizar un seguimiento del estado del Mar Menor. Esto se ha hecho en las playas de Los Urrutias, Los Nietos y Playa Honda para “aprovechar las antenas wifi situadas en esta zona y de esta manera remitir las imágenes en directo vía internet”, como ha explicado la vicealcaldesa y responsable de la comisión municipal del Mar Menor, Noelia Arroyo.
Pero desde Pacto por el Mar Menor lo tienen claro y así lo demuestra Pagán al asegurar que “estamos en una situación muy crítica y lamentable. Cada DANA nos puede hacer mucho más daño que las anteriores”.