El Gobierno de Murcia prevé movilizar un total de 37 millones de euros para paliar las pérdidas debido al cierre de bares y restaurantes en las dos semanas de cerrojazo obligado que han sacudido al sector esta semana, desde el miércoles que se anunciaron las restricciones para evitar la propagación de contagios de coronavirus en la Comunidad. Según el Presidente del gobierno autonómico, Fernando López Miras, la Región posee el plan “más ambicioso y de mayor cuantía de toda España”.
Este sábado se ha rubricado finalmente el acuerdo de rescate con el presidente de Croem, José María Albarracín: beneficiará a 8.000 negocios, 39.000 empleos directos, e inyectarán 15 millones en ayudas a fondo perdido para cubrir gastos de suministros, perecederos, alquileres e impuestos locales no bonificados durante los días que permanezcan cerrados. Otros 10 millones les serán ofrecidos por la banca con los intereses cubiertos por el gobierno, dos millones se destinarán al pago de esos intereses de los préstamos que ya tuvieran suscritos esos empresarios y tres millones serán para sufragar las cuotas de autónomos a la Seguridad Social. Ya estaban circulando, además, otros cinco millones librados anteriormente para sus gastos corrientes, y se habilitará un servicio gratuito de asesoramiento para arbitraje, gestión financiera y de alquileres.
“Ayudamos a que se puedan atender los gastos que de otra forma serían una auténtica sentencia de muerte para muchos de estos locales”, ha subrayado Miras tras la rúbrica del acuerdo. El gobierno calcula que las ayudas se repartirán dependiendo del número de empleados de cada negocio, y oscilarán entre los 3.000 euros para establecimientos con cinco trabajadores, hasta 10.000 euros como máximo, que recibirán aquellas empresas de más de 50 empleados.
“Tras 8 meses de pandemia, la situación es crítica en los hospitales, con riesgo de colapso. Evitarlo está más que nunca en nuestra mano, por lo que necesitamos dar un paso más al restringir cualquier acto en el que no pueda estar presente la mascarilla”, ha dicho en una comparecencia a puerta cerrada y sin preguntas retransmitida por internet.
Por su parte, José María Albarracín Albarracín destacó tras la rúbrica que era un acuerdo “necesario e imprescindible para apoyar a un sector que ha demostrado su voluntad de trabajar de la forma más segura” y “pese a no ser el responsable” del incremento de los contagios, ha sido obligado a cerrar dos semanas para contribuir a “que la curva se aplane”.
Antes de que se concretara el “cerrojazo”, los ciudadanos de la Región se volcaron con los negocios y salieron durante todo el viernes a desayunar, comer, o cenar en restaurantes y bares. Algunas calles de Murcia y Cartagena, por la noche, eran una marea de gente sentada en las terrazas, disfrutando de las últimas cenas y copas antes del sábado de inicio de la medida. Pero hay un problema añadido en esta situación: precisamente la gente se volcó con la hostelería en el mismo día en que la Región alcanzó su peor cifra de contagios desde el inicio de la pandemia, con 1002 positivos en las últimas 24 horas. Con todo, por ejemplo, uno de los lugares más abarrotados de clientes fue el ZigZag, y las redes sociales se hicieron eco de ello, pues diversas imágenes circularon con comentarios en contra de la gente que llenaba las terrazas. “¿Con qué cara os vais a quejar cuando nos encierren otra vez?”.
El presidente de la patronal, José María Albarracín, ha añadido a las palabras de López Miras tras el acuerdo que el sector “acepta el cierre” pero que había que conseguir “una indemnización” que hoy se ha rubricado. Ambos, Miras y Albarracín, han concluido sus palabras apelando a la sociedad murciana para que cumpla estrictamente las medidas sanitarias para frenar la pandemia. Ayer, esas medidas no se cumplieron en algunos puntos. En las próximas semanas se verá si las terrazas llenas del viernes previo al cierre de la hostelería tienen alguna consecuencia en forma de nuevos contagios.