Empezaron siendo nueve, pero se han multiplicado hasta convertirse en miles. Los fedatarios –encargados de recoger firmas– de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para dotar de personalidad jurídica al Mar Menor han pisado a fondo el acelerador. A menos de mes y medio para agotar el plazo y presentar en la Junta Electoral Central el medio millón de firmas necesarias para darle trámite en el Congreso, han armado más de 400 puntos para captar voluntades y han conseguido ya 375.000 rúbricas –según el último recuento, hace un par de semanas– tanto en España como en el extranjero, donde el clamor del Mar Menor se ha escuchado en países como Francia, Holanda, Suiza, Reino Unido, Finlandia, Alemania o Bruselas.
La cuenta atrás para la ILP comenzó el 28 de noviembre de 2020, hasta el próximo 28 de octubre. Hace poco más de 30 días contaban con 228.180 firmas, pero solo en el último mes han obtenido casi 150.000.
“Desde el último episodio de mortandad de peces este agosto en el Mar Menor hemos tenido una invasión de peticiones para firmar”, explica a elDiario.es Región de Murcia Ada García, una de las promotoras de la ILP y miembro de Por un Mar Menor Vivo. “También cada vez hay más personas que quieren ser fedatarias, los responsables de recoger las firmas, somos miles; cada uno de los promotores ha hecho sus fedatarios, y estos a su vez los suyos, es una red enorme que está en todas partes y es lo bonito de ser una iniciativa popular”.
Como contrapartida, anota, “tenemos muchísimos pliegos repartidos que no sabemos en qué estado están, si se han rellenado o no, y necesitamos que nos los envíen de vuelta, como estén”, pide a los fedatarios que tienen repartidos por el territorio nacional, “ya que los que hemos enviado fuera de España son menos (solo pueden firmar los nacionales españoles) y los tenemos más controlados”.
Lorenzo Sandoval, artista y comisario de exposiciones murciano afincado en Berlín, capital de Alemania, desde hace 12 años, es uno de ellos. “Me interesé por la iniciativa tras la última crisis del Mar Menor y los pliegos me llegaron hace poco; no lo hago solo por ser murciano, esto es un problema global de conciencia medioambiental”. Aun así, Lorenzo –que no es el único fedatario en Alemania– tiene un fuerte vínculo con la laguna salada, ya que “desde siempre” ha veraneado allí con su familia, en las zonas costeras de Santiago de La Ribera, Lo Pagán y Los Narejos. Y se siente “entristecido” por la agonía del Mar Menor, así como por todos los sectores que se han visto afectados por su estado: “La actividad económica de los pescadores, o de todas esas personas que se dedican al sector turístico; es una desvergüenza absoluta lo que está pasando en los últimos años y la inacción política”.
Para Sandoval es “muy interesante” ver cómo está despertando la sociedad murciana con toda la problemática de la albufera. “Están tomando una gran conciencia medioambiental, se están organizando y están recibiendo mucha solidaridad no solo en España, también en otros países”.
Aunque los extranjeros no pueden firmar, “sí que han mostrado su voluntad de hacerlo e incluso ha habido muchos de los que residen parte del año en la Región –hay un amplio sector que tiene viviendas en la costa 'marmenorense'– que han querido firmar y al no poder estar presentes en esta iniciativa se han mostrado contrariados”, relata Ada, de la plataforma Por un Mar Menor Vivo.
Quizás el lugar más pintoresco donde se han recogido firmas para el Mar Menor haya sido el castillo de bloques de hielo que construyó Joaquín Jiménez Ballester en Helsinki, capital de Finlandia –donde ha sido gerente de un hotel durante una década–, junto a sus hijos y algunos amigos. “Utilizamos 300 cartones de leche” para crear los bloques, cuenta. La familia de Joaquín se instaló hace más de un siglo en Santiago de la Ribera. “Soy de estirpe de pescadores, desde mi bisabuelo. También lo han sido mi padre y mi hermano, y para mí el Mar Menor es una parte esencial de mi vida, he sentido mucha impotencia y mucha rabia”. El hacerse fedatario, reconoce, ha sido algo más bien simbólico “porque aquí en Helsinki no hay una comunidad muy amplia de españoles, pero era una forma de apoyar y animar a la gente que está trabajando tanto por el Mar Menor en Murcia y otros puntos de España, dedicando tantas y tantas horas y poniendo a veces dinero de su bolsillo por la causa; más en estos momentos difíciles de pandemia”.
Mari Carmen Pereira, a diferencia de Lorenzo y Joaquín, no conoce la laguna salada físicamente. Aun así, desde el primer momento y de forma casi interrumpida hasta ahora, ni el frío, ni la lluvia, ni el calor de Madrid en agosto han disuadido a esta ingeniera agrónoma cada viernes para plantarse con sus pliegos de firmas en la boca de metro de Callao. “Estoy convencida de que la propuesta de dotar derechos al Mar Menor abrirá el telón para que otros sitios puedan imitarnos”.
Pereira considera que la labor del fedatario no es solo recoger firmas, “también tenemos que preocuparnos por el mensaje, que llegue a la ciudadanía y que las personas que nos escuchan nos ayuden a expandirlo”, por eso también colabora en otras iniciativas como una exposición sobre el Mar Menor que se inaugurará el 23 de septiembre en la sede de UGT de Madrid, y en la que se desarrollará también una mesa redonda. “Es un problema de todos, no solo de los murcianos; y tenemos que tomar conciencia de ello”. Mari Carmen, junto con su equipo, seguirá recogiendo firmas hasta el último día: “Desde el último fin de semana de agosto se recogen los sábados y domingos; se ha creado un grupo que está en tres puntos los fines de semana en Puerta del Retiro, Plaza Santa Ana y Callao”.
Las últimas diez cajas con pliegos llegaron hace unos días a Murcia. “Tuvimos que ir a la Junta Electoral de nuevo porque nos habíamos quedado con las manos vacías, y solo me queda ya una caja, se han impreso en total pliegos para un millón de firmas”, explica Teresa Vicente, ideóloga de la ILP y directora de la Cátedra de Derechos Humanos y Derechos de la Naturaleza de la Universidad de Murcia (UMU).
Este martes volaban hasta Reino Unido algunos de esos últimos pliegos. Los esperaba la orensana María Prieto, investigadora, artista, arquitecta, antropóloga y activista afincada en Manchester desde 2010. “Me he hecho fedataria para contribuir a la relación con la naturaleza como sagrada, como el espejo de lo que somos en realidad, y para que la laguna del Mar Menor reciba reconocimiento de personalidad jurídica y sirva como precedente para replicar este tipo de iniciativas desde la ciudadanía y la participación democrática directa”. Ahora está preparando encuentros “porque hay comunidades muy amplias de españoles aquí en Manchester, Liverpool, Leeds y algunas villas cercanas; también tenemos el Instituto Cervantes y estudiantes españoles en las universidades y espero poder conseguir muchas firmas”.
Teresa Vicente se muestra optimista con la ILP. “Hasta la población reclusa ha querido mostrar su apoyo con el Mar Menor, este lunes estuve en la cárcel de Campos del Río (en la Región de Murcia), hemos montado una exposición y un cine fórum, y este jueves un grupo de reclusos se ha hecho fedatario para pedir la firma de sus compañeros”.
Con orgullo, destaca que su iniciativa se ha convertido en un ejemplo mundial. “Nos nombra el secretario general de Naciones Unidas en su informe 'Armonía con la Naturaleza', y también nos tienen muy en cuenta en la Unión Europea, donde me han invitado a muchas reuniones para explicar nuestro caso”. Sin embargo, “frente a todo ese apoyo, nos hemos encontrado con el freno del Gobierno de Murcia y su Parlamento”, recuerda la profesora de la UMU. “Nos quitaron los 3.000 euros que habían destinado a la Cátedra de Derechos de la Naturaleza y no quisieron escucharnos en la Asamblea Regional (no cuentan con el apoyo ni de PP ni de Vox), por eso presentamos la ILP en el Congreso”.
Vicente prepara ahora, junto a una docena de alcaldes de municipios murcianos, “entre los que hay también del PP”, una nueva iniciativa para presentar una propuesta de ley en el Parlamento autonómico. “De esta forma podríamos entrar en el Congreso con la ILP, de los ciudadanos, y el apoyo de nuestros grupos parlamentarios”.
El 7 de octubre –adelanta Ada– se ha organizado además una manifestación en Murcia capital que partirá de la Delegación del Gobierno y el Palacio de San Esteban (sede del Ejecutivo regional) hasta la Consejería de Agricultura. “Nos está apoyando hasta la asociación más pequeña, para que se solucione de una vez por todas el problema de los vertidos”.