“No es justicia, sentencias machistas”. Es el mensaje que se puede leer en una de las pancartas que se han colocado esta madrugada sobre el río Segura, frente la Audiencia Provincial de Murcia, en repulsa por el acuerdo de conformidad al que han llegado este miércoles la Fiscalía y la defensa de los acusados de abusar sexualmente de menores hace diez años y que ha rebajado sustancialmente las condenas solicitadas al inicio del proceso.
Otra pancarta recuerda que las víctimas de la trama organizada de explotación sexual “eran menores”. Las víctimas, que tenían entre 14 y 17 años cuando se produjeron los hechos, eran captadas en centros escolares y locales de ocio juvenil y procedían, generalmente, de hogares vulnerables.
Las responsables de la colocación de las pancartas han denunciado que “valiéndose de su posición de poder y aprovechándose de situaciones de gran vulnerabilidad, los ocho empresarios (uno de ellos, ya fallecido) demandaban constantemente 'chicas nuevas', a las que los responsables de la trama -había seis proxenetas acusados- instruían para que manifestaran que tenían incluso menos edad”.
La protesta -organizada por el colectivo Fuste- llama la atención sobre el desarrollo del proceso judicial, que se ha prolongado durante una década: “La dilación del procedimiento ha servido como atenuante para los acusados, pero nadie ha llamado la atención sobre el hecho de que la ausencia de un plazo razonable para tramitar una causa, que nos exige el Derecho, ha sido todavía más lesiva para las víctimas”, ha dicho a elDiario.es Región de Murcia Marta Latorre, portavoz del colectivo, que se nutre de activistas de distintos movimientos sociales relacionados con el ecologismo, el feminismo y los derechos de los migrantes.
Las condenas dictadas, ha continuado, “vulneran la dignidad de las víctimas, incluido el pago de multas e indemnizaciones que resultan irrisorias para la posición económica de los empresarios acusados”.
Sin temor a la sanción social
Desde el colectivo han lamentado la “consternación” que produce ver cómo los propios acusados se han mostrado en el juicio: “Estamos acostumbrados a ver a los acusados en casos de explotación, abuso y agresión sexual taparse; sin embargo, en esta ocasión los hemos podido ver a cara descubierta, lo que nos hace pensar que tampoco temen la sanción social de su entorno”
“Esto es muy grave, pues indica que esos comportamientos -marcados por la masculinidad hegemónica y el abuso de poder- puedan tener aceptación hoy en día”, ha valorado Latorre.
El objetivo del colectivo Fuste es protestar contra una sentencia que, “lamentablemente nos recuerda a otras recientes en las que procesos que tratan distintas formas de violencia contra las mujeres, como agresión, abuso o explotación sexual, muestran la persistencia de patrones machistas en la administración de justicia y que han recibido una rotunda contestación social en los últimos, como sucedió en la primera sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra por el caso conocido como de la manada”.
“Justicia machista y patriarcal”
El próximo domingo 15 de septiembre a las 20.00h diversos colectivos feministas, entre los que se encuentra el colectivo Fuste, han convocado una concentración en contra de la sentencia “para los siete empresarios murcianos acusados de pertenecer a una red de prostitución de menores de edad”. En el cartel denuncian “la justicia machista y patriarcal que favorece a los proxenetas y puteros”.
Fuentes judiciales han esgrimido que las penas de los empresarios y las proxenetas han quedado tan diluidas a causa de la atenuante de la dilación indebida “muy cualificada” al haber transcurrido una década desde que ocurrieran los hechos.