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División de opiniones entre las feministas murcianas en torno a la manifestación del 8M

Pese a que se mantengan juntos y decididos en la defensa de la igualdad total entre hombres y mujeres, los diversos colectivos feministas de la Región de Murcia encaran la última semana previa al 8M divididos por sus opiniones acerca de dos asuntos de actual trascendencia: en primer lugar, y de una manera más puntual, sobre la conveniencia, o no, de celebrar las anuales manifestaciones reivindicativas del 8M en medio de una pandemia. Por otro lado, y desde un ámbito más general porque abarca un debate político de amplitud nacional, sobre el borrador de la 'Ley Trans' que prepara el Ministerio de Igualdad.

Se ha extendido en los últimos días, conforme ha ido acercándose la fecha que el pasado año suscitó gran polémica una vez irrumpió la pandemia, un debate que pone en entredicho las condiciones de seguridad necesarias para que puedan celebrarse las manifestaciones feministas del lunes 8 de marzo. En 2020, los partidos de derecha pusieron el foco y parte de la culpabilidad de la expansión del coronavirus en las multitudinarias protestas que tuvieron lugar en las grandes ciudades del país. Este año, el Ejecutivo nacional apuesta por restringir a un máximo el número permitido de manifestantes para garantizar la seguridad.

La portavoz del Movimiento Feminista e histórica luchadora por los derechos de la mujer, Olvido Garrido, ha resaltado que los expertos sanitarios llevan indicando, sin titubeos, que cualquier evento de similares características a una manifestación es seguro “si hay distancia, mascarillas, y sobre todo si se celebra en espacios abiertos”. Para ella, son los gobernantes y los partidos quienes están haciendo creer que hay riesgo, pero lo cierto es que, según ha matizado Garrido, al menos en Murcia, “la Gran Vía es anchísima, y si las autoridades dejan hacer compras, o tomar algo en terrazas, esta manifestación no debería entrañar peligro alguno”.

Pese a todo, hay que tener en cuenta que, para que una manifestación garantice la seguridad de sus participantes, tiene que estar bien organizada. María Sánchez-Saorín, de la Asociación Feminista Obrera, ha afirmado que fue su plataforma la que también organizó las protestas feministas del pasado 25N, que tuvieron lugar igualmente en pandemia, tal vez en un momento epidemiológico similar, porque coincidió con el comienzo del descenso de la segunda ola. Según Sánchez-Saorín “seis compañeras se encargaron de la responsabilidad sanitaria” en aquella protesta. Con el 8M en el horizonte, a una semana, desde Asociación Feminista Obrera pretenden actuar de forma idéntica porque, para ella, “sigue siendo necesario salir a la calle”, de modo que destinarán, si es necesario, “más compañeras para establecer la seguridad”. Incluso, si la situación lo requiere, “harán varias filas de personas en la Gran Vía para tener una manifestación segura”. “Defendemos nuestra capacidad de auto organizarnos, y defendemos sobre todo salir a la calle en condiciones de seguridad”, ha añadido la portavoz obrera.

Por su parte, el Fórum de Política Feminista, con Oleksandra Krot a la cabeza, tiene una postura diferente. Igual de volcadas que las anteriores en la necesidad de una manifestación, de la persistencia en la lucha por la igualdad, la presidenta del Fórum ha aseverado la decisión de la asociación de “no hacer convocatoria ni llamamiento para la concentración”. “No podríamos controlar en todo momento que la gente lleve mascarilla, que asegure la distancia, que no comparta pancartas”, ha admitido, de modo que la protesta que vislumbra el Fórum de cara al 8M discurre por otros cauces: “Acciones online, pancartas desde casa y redes sociales, porque el hecho de que no salgamos a la calle ese día no significa que nuestras reivindicaciones se acaben”, ha concluido Krot.

La postura de la Plataforma de Mujeres Periodistas Colombine es similar en torno a su convicción de no salir a la calle por precaución, pero ellas van a promover una reclamación diferente, un tanto simbólica: se trata de una serie de pinturas de un símbolo original creado por ellas, una boca descosida por unas tijeras, en plazas cuyo nombre todavía no han mencionado, pero que serán lugares conocidos de Murcia, Cartagena y Lorca. Mediante unas plantillas en el suelo y pigmentos no contaminantes, y ayudadas por estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia, dibujarán alegóricamente en el suelo su logotipo y su consigna para que cualquiera que pasee por allí pueda verlo. Además, a las 12 del mediodía del 8 de marzo, las Colombines leerán su manifiesto y lo difundirán en sus cuentas de redes sociales.

A pesar de la disparidad de pareceres, el evento de la manifestación del 8M, convocado y organizado por una Asamblea organizadora de la que forman parte numerosos colectivos, tendrá lugar a partir de las 18.00 horas, en la Plaza de la Fuensanta de Murcia, como cada año.

Percepciones diferentes también ante la ‘Ley Trans’

El borrador de la ya conocida ‘Ley Trans’ está dividiendo a los dos socios del Gobierno central. Asimismo, además, las opiniones en el entorno feminista en relación a la ley también abogan por argumentos opuestos.

Olvido Garrido ha afirmado que alrededor del borrador “se han ido diferenciando las feministas”. “El Movimiento Feminista de Murcia lo formamos mujeres y personas LGTBIQ+, dentro de las cuales se encuentran las personas trans”. “Nosotras pensamos que todas las personas tienen derecho a sentirse de un género determinado, porque una cosa son las clasificaciones binarias de la biología”, ha añadido, “y otra muy distinta es la libertad del ser humano a sentirse como quiera”. Olvido, que es bióloga de profesión, tiene clara su postura: “Son las personas trans quienes están sufriendo la estigmatización, desde el colegio hasta el trabajo, y son ellas quienes tienen que tomar las decisiones”.

La percepción de la situación de la Asociación Feminista Obrera es semejante en este aspecto, pues María Sánchez-Saorín ha admitido que la plataforma se posiciona “a favor de la 'Ley Trans'”. Sin embargo ha advertido, con un tono de preocupación, que les inquieta “toda la oleada de feminismo que se está posicionando en contra de la ley”.

Uno de esos colectivos a los que se refiere Sánchez-Saorín que no está a favor del borrador del Ministerio de Igualdad es el Fórum de Política Feminista. Tal y como ha confirmado su presidenta, Oleksandra Krot, esta asociación no está de acuerdo con “la versión que existe hoy en día”. “Ninguna de nosotras está en contra de que se reconozcan los derechos de las mujeres trans, por supuesto”, ha matizado, “pero el anteproyecto actual no favorece a las mujeres, porque el sexo, siendo una cuestión biológica, no se puede legislar basándose únicamente en los sentimientos. Nos preocupa la desaparición del sexo como indicador de desigualdad”.

Este medio se ha puesto en contacto con Rosa María García, mujer trans y presidenta del colectivo Orgullo Crítico, que ha afirmado que la división del colectivo feminista en torno al documento “se ha magnificado mucho por varias razones” sobre todo, ha hecho hincapié, “por una cuestión de poder”. Para ella, el sector “anti trans es muy minoritario”, y por ese simple motivo “no hay polémica alguna”. Rosa María ha aseverado que los derechos trans son “un consenso nacional e internacional, una exigencia primero de la ONU y luego de la Comisión Europea”. “Las personas trans, particularmente las mujeres trans y los grupos más vulnerables, como las personas trans migrantes y psiquiatrizadas, sufrimos una violencia estructural, que nos cae constantemente. Por ejemplo el acoso y las agresiones verbales, físicas y sexuales, el rechazo de familia y amistades que se da tantas veces, o la negación del derecho a la autonomía corporal”. Asimismo, para Rosa el borrador de la ley “es insuficiente”: “Se deja en la estacada a las personas migrantes y no binarias, por ejemplo. Y tampoco todo se puede arreglar con una ley, aunque sea específica”, ha concluido.