Trabajadores de Autobuses LAT se han manifestado esta mañana en la puerta del Palacio de San Esteban en defensa de un transporte público de calidad bajo el lema ‘SOS pedanías’. Con la protesta pretenden conseguir el restablecimiento de los servicios de autobuses que el Gobierno regional se vio obligado a reducir por el confinamiento durante el estado de alarma. Los manifestantes han estimado que aproximadamente se ha reducido un 40 por ciento de los horarios y líneas de autobuses los días laborales y un 80 por ciento los fines de semana. En cuanto a los domingos y festivos han calculado que se ha prescindido de hasta el 90 por ciento de los servicios, datos que los denunciantes traducen como una situación de “abandono” en las pedanías.
Tras la vuelta de un puente con hasta tres días festivos, los conductores de LAT han subrayado que tanto las zonas periféricas como las pedanías de la ciudad no han tenido “ni un autobús”. “No es que haya pocos, es que no hay” ha criticado el presidente del Comité de Empresa de la entidad, Paco Rizos. Los convocantes han señalado que estos servicios “tan precarios” que viene ofertando el Gobierno regional se presentan insuficientes para el funcionamiento de la nueva normalidad. “Entendemos que se quitaran autobuses por la pandemia; pero ahora que la gente necesita volver a coger el transporte público, no puede” ha explicado Rizos. Además, han solicitado al Ayuntamiento que establezca más líneas que garanticen la conexión entre las distintas poblaciones periféricas.
Esta petición surge por la imposición de pasar por el centro urbano para poder desplazarse entre pedanías. La suma de la falta de autobuses y del trazado radial, que rige el transporte público de Murcia “desde hace ya muchísimos años, está destrozando el transporte público porque la gente depende exclusivamente de su vehículo privado”. Ahora con la pandemia el problema es mucho mayor. Entre la reducción del aforo al 50 por ciento y la escasa frecuencia de autobuses, los conductores se ven en la situación de tener que dejar a los pasajeros en las paradas. “Si el Gobierno no quiere que la gente suba a los autobuses para evitar aglomeraciones, que pongan más de uno” ha criticado uno de los manifestantes.
Otros de los trabajadores, natural de Javalí Nuevo, que ha formado parte de la concentración, ha denunciado la situación tan desfavorable que sufren los estudiantes de esta pedanía. “Los jóvenes javalineros no pueden ir a la universidad. Primero tienen que venir al centro de Murcia y cuando llegan, tienen que esperar un segundo autobús para ir al campus de Espinardo. Prácticamente están todo el día desplazándose” confiesa. También ha explicado que el problema no es tanto una cuestión de ida, sino de vuelta: “Y si a la vuelta ya no hay autobuses, ¿cómo vuelven?”
Rizos ha expresado que se deben facilitar medios de transporte tanto a la ida como a la vuelta porque “si no hay un autobús para ir, no va a haber nadie para volver, lo que provocará que la demanda baje”. Raúl (nombre cambiado), vecino de Santo Ángel, está viviendo en primera persona la insuficiencia de los servicios Latbus. El joven de 26 años ha asegurado que se ve obligado a tener que disponer de su coche porque los fines de semana y festivos solo hay dos autobuses que salgan de Santo Ángel a Murcia. “Al final siempre acabo cogiendo el coche porque no están coordinados los buses de ida y de vuelta” ha lamentado el joven.
El presidente del Comité de Empresa ha manifestado el descontento de los empleados, que viene, por lo que ellos entienden, de una “mala gestión” entre el Ayuntamiento de Murcia, la Consejería de Fomento e Infraestructuras y la propia LAT. Según los trabajadores, a raíz de la casi nula demanda que creó el confinamiento, la empresa pidió al Gobierno de López Miras que la Comunidad Autónoma cubriese los déficits de explotación por la pérdida de usuarios. No obstante, sospechan que, por cuestiones económicas, la Consejería no cubrirá los gastos y que, por ello, no ampliará los servicios que solicitan. José Rizos ha denunciado que no es la primera vez que se dan estas circunstancias: “Ya lo hizo el alcalde José Ballesta en 2012 y ahora lo hace el consejero Díez de Revenga para no invertir en transporte público cuando está establecido por ley tras aprobar la concisión de 2019”.
Algunas de las pedanías más afectadas por el escaso e incluso inexistente tránsito de autobuses son precisamente las zonas más cercanas al Ayuntamiento de Murcia, como el Cabezo de Torres, Algezares, Los Garres o La Alberca entre otras. Si las poblaciones con mayor grado de “aislamiento” son las más próximas a la institución, los manifestantes no logran comprender por qué el Ayuntamiento en lugar de “buscar una solución, se desentiende excusándose en que es solo competencia de la Comunidad”. “Cuando quieran recuperar el transporte será demasiado tarde porque la gente ya habrá buscado otras formas para poder desplazarse. Si esto ocurre, será muy difícil recuperar a todos los usuarios que estamos perdiendo cada día” ha advertido el presidente del comité. Los empleados se concentrarán el próximo jueves 17 de diciembre frente a la Casa Consistorial con el fin de que el primer edil “deje de mirar para otro lado”.