Unas trescientas personas se han concentrado en la Glorieta de España, frente al ayuntamiento de Murcia, para mostrar su rechazo a la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, ya bautizada popularmente como 'Ley Mordaza'. De ese modo, la capital de la Región se ha unido a las más de treinta ciudades que han convocado manifestaciones en la jornada del sábado, para hacer visible la oposición social a la nueva medida del Gobierno de Rajoy.
En la concentración de la ciudad de Murcia se han dado cita miembros de varios partidos políticos, colectivos y plataformas; entre otros, había componentes de los 'Yayoflautas', de las PAH's, de Greenpeace y de la Plataforma Pro Soterramiento, que han vuelto a desplegar sus pancartas ante el ayuntamiento de la capital. Durante unos minutos ha reinado el silencio y los manifestantes han exhibido en sus bocas unas cintas adhesivas de color azul. Más tarde, la protesta ha continuado entre cánticos de “a la ley mordaza, le damos con la maza”, “no nos moverán” y “que se vayan ya”. La concentración se ha desarrollado en un ambiente tranquilo y pacífico, y con escasa presencia policial.
Las leyes de Seguridad Ciudadana
Tanto la actual como la anterior Ley de Seguridad Ciudadana se han visto rodeadas por la polémica. El precedente es la ley que presentó en 1992 el ministro socialista José Luis Corcuera, la bautizada como 'Ley de la patada en la puerta', que seguía vigente hasta ahora y que ha sido sustituida por una norma con un carácter más represivo que aquella.
Entre las medidas que se incluyen en la nueva y polémica Ley de Seguridad Ciudadana, y que han causado mayor estupor, están las que dan cobertura legal a las llamadas 'devoluciones en caliente', y las fuertes sanciones a actos como la convocatoria de manifestaciones no autorizadas, la práctica del botelleo, los escraches, mostrar pancartas que supongan una “ofensa” a España, la resistencia violenta a los desahucios, las protestas frente a los parlamentos autonómicos o el Congreso de los Diputados, y la escalada y el despliegue de carteles y pancartas en edificios, una de las acciones más comunes que desarrolla la ONG Greenpeace.
Durante el debate parlamentario que terminó con su aprobación gracias a la mayoría absoluta del Partido Popular, la oposición en bloque hizo uso de argumentos muy similares para atacar a la ley. Entre los más repetidos está el hecho de que se trata de una reforma “innecesaria” que “cercena las libertades ciudadanas”, y que supone el regreso al antiguo Tribunal de Orden Público, el llamado 'TOP' franquista. De ese modo, todos los grupos políticos se han comprometido a derogar la ley en la próxima legislatura si alcanzan la mayoría en el Congreso, al igual que sucede con la llamada 'Ley Wert'.