Ruz se muestra contrario a reprimir a los medios que difundan sumarios de casos de corrupción
El exmagistrado de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, ha participado en las jornadas del centenario de la Facultad de Derecho de la UMU, y en su ponencia, ha explicado que la sociedad no entendería bien que se reprimiera como revelación de secretos la difusión de noticias referidas a casos de corrupció. Ruz ha añadido que, “en estos momentos, las prioridades deben ser otras”.
El juez, que contestaba a la pregunta de un asistente al congreso jurídico, que había aludido a una reciente reflexión sobre ese asunto por parte del ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha añadido que “ni en el ámbito judicial ni en la sociedad se vive hoy como necesaria esa represión”.
Durante su conferencia, ha citado como principales problemas procesales en la investigación de los casos de corrupción su complejidad, con un elevado número de imputados y de perjudicados, la corrupción sistémica y la estrategia procesal dilatoria llevada a cabo por algunas defensas, entre otros.
Como algunas de las “consecuencias indeseables” de ello, ha hecho alusión a la prescripción, la desaparición de los beneficios del delito y la necesidad de aplicar la atenuante de dilaciones indebidas a sus autores.
También se ha referido a que, con frecuencia, estos procesos se convierten en causas elefantiásicas, difíciles de abarcar, “y, en ocasiones, con juicios orales que se prolongan durante más de un año, con lo que ello supone de pérdida de percepción de la prueba practicada durante el desarrollo de los mismos”.
En su opinión, las piezas separadas surgieron para tratar de evitar esos efectos no queridos de las macrocausas, pero también presentan problemas por su falta de regulación específica en la ley.
En otro momento de su intervención, Ruz ha reclamado una mejor regulación de la figura del testigo protegido, “que está claramente desfasada”, y ha puesto como modelo el británico.
Por otro lado, ha dicho que algunos imputados utilizan a veces el “desaforamiento” en fraude de ley, además de comentar que algunos privilegios procesales “tienen en la actualidad poco sentido y eficacia”, por lo que se ha mostrado partidario de su desaparición.
Entre ellos, se ha referido a aquellos que gozan los cargos públicos de ser dispensados de declarar como testigos o de hacerlo en sus despachos, fuera de la sede judicial.