Un videojuego desarrollado por la UM consigue aumentar el coeficiente intelectual de los niños

Investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia han publicado en la revista 'Frontiers in Psychology' los resultados de un proyecto de investigación con el que han demostrado que el entrenamiento de los escolares mediante el uso de un videojuego desarrollado por ellos permite el aumento de sus capacidades cognitivas y de aprendizaje.

El estudio, dirigido por el profesor Luis Fuentes, ha conseguido que los niños que han realizado este entrenamiento hayan aumentado su coeficiente intelectual y su capacidad de razonamiento, tengan menos distracciones, mejoren sus habilidades lectoras y su fluidez matemática, entre otros aspectos.

“Se trata de un videojuego muy sencillo, desarrollado por nosotros, con el que los niños van avanzando. Es un entrenamiento en el que ellos van encontrándose con desafíos cada vez más complejos”, explica el profesor Fuentes.

El videojuego se ha puesto a prueba con los alumnos de un centro escolar de la Región y sus resultados se han comparado con estudiantes del mismo nivel educativo que no han seguido este entrenamiento. Uno de los indicadores que han detectado los investigadores es que los alumnos que hicieron el entrenamiento mejoraron sus resultados académicos. La investigación se centró en estudiantes de Educación Primaria, donde en los últimos cursos es usual que las calificaciones de Matemáticas bajen de un curso al siguiente, según comentaron los profesores. Los niños que se entrenaron con el videojuego no tuvieron ese habitual descenso de sus calificaciones, según indican los resultados.

El estudio se desarrolló a lo largo de trece sesiones de cuarenta minutos, dos veces por semana, como parte de los contenidos de una asignatura dedicada a las nuevas tecnologías.

“Una de las cosas que descubrimos tras la investigación es que seis meses después de finalizar el ensayo se había incrementado la conectividad cerebral de los alumnos; cuantas más conexiones cerebrales se generen en las áreas del cerebro implicadas, mejor será el rendimiento académico de las que depende”, indica el investigador principal, para quien este dato es uno de los grandes logros obtenidos del estudio, ya que indican “que los beneficios cerebrales perduran una vez acabado el entrenamiento”.

El incremento que se produjo en términos de coeficiente intelectual fue de entre 4-5 puntos, lo cual para un entrenamiento de trece sesiones es un incremento muy significativo. Los niños mejoraron también su fluidez en operaciones matemáticas y en velocidad y exactitud lectora.

En concreto, el estudio ha detectado una mejora de 13,41 puntos en fluidez matemática y 19 puntos en habilidad lectora. En su capacidad de razonamiento los alumnos mejoraron 4 puntos y su nivel de distracción bajó un 10%. Por lo que respecta a las notas, por ejemplo, en Matemáticas se notó un aumento de casi tres puntos, lo que supone que los alumnos pasaron de tener un promedio de 'bien' a un 'notable'.