La Audiencia de Navarra ha acogido este lunes la primera sesión del juicio con jurado por el triple crimen de Cáseda de 2018, en el que las acusaciones han calificado los hechos como sendos delitos de asesinato al existir en su opinión alevosía, mientras que las defensas han considerado que se trata de homicidios.
Con la constitución del jurado y las alegaciones previas, ha comenzado el juicio por el fallecimiento el 18 de septiembre de 2018 de Fermín J.E., de 50 años, y de dos de sus hijos, José Antonio y Cristian, de 20 y 17 años, a consecuencia de los disparos de escopeta recibidos.
Eran el padre y dos hermanos de Julián, un vecino del pueblo, que fueron tiroteados por el padre, de 53 años, y dos hermanos de su mujer Amparo, de 22 y 17 años en aquel momento, tras una ruptura conyugal y un posterior intento de reconciliación de la pareja.
Según asegura el fiscal en su escrito de acusación, a consecuencia de unas desavenencias conyugales, Amparo se marchó a casa de sus padres, pero la joven decidió reanudar la relación con Julián, en contra de la opinión de su padre.
La joven se trasladó no obstante a Cáseda, aunque su padre le exigió por teléfono que volviera a casa y mostró asimismo su intención de agredir a los dos miembros de la pareja, según el escrito.
Por este motivo, el padre y dos hermanos de Amparo acudieron a Cáseda y aguardaron en la puerta del domicilio de los jóvenes para evitar la agresión.
A la tarde, se indica en el escrito del fiscal, fueron a Cáseda el padre y dos hermanos de Amparo -Juan Carlos y Emilio-, en un vehículo en el que llevaban dos escopetas, una en el asiento trasero y otra en el maletero, además de varias armas blancas.
A su llegada, se entabla una discusión entre ambas familias y agresiones físicas. En un momento dado, el padre disparó a los tres miembros de la familia de Julián a corta distancia, de entre dos y cinco metros.
El fiscal, quien pide 60 años de prisión (20 por cada uno de los tres delitos) para los tres acusados, ha declarado que será especialmente importante determinar el grado de implicación de los hijos y si se trató de tres homicidios o tres asesinatos, en este último caso si hubo alevosía, que es la tesis de las acusaciones.
Por su parte, el letrado de la acusación particular ha llamado la atención sobre el hecho de que los tres acusados salieron juntos de Muniain de la Solana en un coche que era un “auténtico arsenal”, con dos escopetas y cinco cuchillos, entre otras armas.
Para el letrado, “decir que los hijos no tenían conocimiento de lo que iba en el vehículo” es “negar y mentir”.
La acusación particular pide 25 años de prisión por un delito de asesinato, 25 por otro y la prisión permanente revisable por el tercero.
Por el contrario, la abogada del padre ha afirmado que el procesado nunca tuvo intención de matar y ha considerado que se trata de tres delitos de homicidio y no de asesinato.
La letrada ha señalado que las dos escopetas y armas blancas que había en el coche “se encontraban allí por simple costumbre, una costumbre errónea”, pero que era “habitual” en un cazador.
La abogada ha entendido que en este caso hay tres delitos de homicidio, con las atenuantes de estado de arrebato y confesión, y ha pedido cinco años de prisión por cada uno de los tres delitos.
Las defensas de los dos hijos han afirmado que los jóvenes no deberían haber sido acusados al no tener en su opinión ninguna responsabilidad en lo sucedido.