“Altsasu Gurasoak busca el apoyo de todas las opciones políticas, somos un grupo plural, como nuestros hijos e hijas”. La reivindicación es de Edurne Goikoetxea, coportavoz del colectivo y madre de Ainara Urquijo, que recalca en declaraciones a eldiarionorte.es la “diversidad” de Altsasu Gurasoak. El colectivo de amigos y familiares de los ocho jóvenes condenados a penas de prisión por la paliza recibida por dos guardias civiles y sus parejas el 15 de octubre de 2016 en el Bar Koxka de Alsasua llama a manifestarse este domingo tras la pancarta Esto no es justicia. Altsasuko aske (libertad para los de Alsasua). La convocatoria se produce después de que esta semana visitaran el Parlamento Europeo con su queja, y también después que una de las integrantes del colectivo, Bel Pozueta, decidiera presentarse como cabeza de lista de EH Bildu por Navarra para el Congreso de los Diputados.
“Ella ha tomado su decisión desde el derecho que tiene cada uno. Una cosa es una opción personal y otra el grupo. La mayoría no hemos considerado necesario entrar en política, y somos un grupo de 20 personas”, insiste Goikoetxea, que también destaca que la hoy candidata “ha sabido mantener la distancia como portavoz de Altsasu Gurasoak”.
La manifestación de Alsasua se dirige contra la sentencia dictada el pasado 7 de marzo por la Audiencia Nacional, que matizaba las dos anteriores emitidas en Navarra: si bien confirmó que no existe delito de terrorismo, mantiene la consideración de agravante por discriminación ideológica y ratificó las condenas para los encausados, salvo para el caso de Iñaki Abad.
Abad fue sentenciado a 10 años de prisión y la Sala rebajó la pena a 6 años al apreciar además de un delito de desórdenes públicos, un solo delito de atentado a la autoridad y un solo delito de lesiones, y no los dos que inicialmente se le habían atribuido.
En el resto de los casos, confirmó la sentencia inicial que impuso 13 años de cárcel para Ohian Arnanz, 12 para Jokin Unamuno y Adur Ramírez, 9 años en el caso de Jon Ander Cob, Julen Goicoechea y Ararz Urriola y 2 años para Ainara Urquijo, la única condenada que no ha llegado a ingresar en prisión.
Además de unas penas “desproporcionadas”, el colectivo denuncia la utilización de la acusación de terrorismo para que el presunto delito fuera juzgado por la Audiencia Nacional. También critica la condena con el agravante de discriminación a la Guardia Civil, que es una figura jurídica para colectivos vulnerables, en indefensión y minoritarios.
Pese a los apoyos recabados por parte del Gobierno y el Parlamento de Navarra, así como de los partidos que sostienen en el Ejecutivo a la presidenta Uxue Barkos -Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra-, los partidos de la oposición no comparten la queja. Para nada, UPN, PP y Ciudadanos -hoy coaligados en la plataforma electoral Navarra Suma-, y con matices la secretaria general del PSN, María Chivite, quien considera que la candidatura de Pozueta “no ayuda” a las reivindicaciones de las familias. La socialista está de acuerdo en que no sean condenados por terrorismo, pero tampoco considera que lo ocurrido fuera “una simple pelea de bar”.
Alsasua como ejemplo
El colectivo está dispuesto a agotar los recursos: irán al Tribunal Supremo, al Constitucional e incluso al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Reclaman, mientras tanto, la libertad condicional de los condenados: “Ninguno ha hecho nada por no presentarse, por huir”, insiste Goikoetxea.
Altsasu Gurasoak critica también la estrategia electoral de PP y Ciudadanos, que “ha querido hacer de este pueblo el salvaje oeste”, algo ya denunciado por el alcalde, Javier Ollo. “Alsasua no es un pueblo dividido, pero sí plural. Creció muchísimo con la inmigración española el siglo pasado, y esa gente forma parte de Alsasua; también los inmigrantes que llegan ahora, que son de otros países. Alsasua se construye con todos y todas”, recalca Goikoetxea.
“Nos han robado a nuestros hijas e hijos, les han tratado como marionetas para conseguir votos”, denuncia, si bien reconoce que los siete encarcelados “ahora están mejor, todos en la misma cárcel”. Asegura que en Álava -cumplen pena en la prisión de Zabala- “se conoce mejor el caso, y no se les considera delincuentes”.
El domingo reivindicarán en Alsasua, una vez más, que en el bar Koxka “no hubo un linchamiento, ni una brutal paliza”, y pedirán que se revise la sentencia. “Les están robando la vida a nuestros hijos e hijas, cada día en la cárcel no tiene vuelta atrás”.