Un incendio forestal obliga a desalojar el icónico monasterio de Leyre, en Navarra

El icónico monasterio del siglo XI de Leyre, situado en Yesa, Navarra, ha tenido que ser desalojado este miércoles por la cercanía del incendio forestal que afecta desde la noche de este martes a la sierra ubicada en la zona. En total, se han desalojado a 22 monjes, así como otras ocho personas entre personal de la hospedería y visitantes, que han sido trasladados a Javier, donde permanecerán a la espera de poder regresar en condiciones seguras. 

Hasta el lugar han acudido patrullas de la Policía Foral de Sangüesa y de Pamplona. A los trabajos de extinción se van a sumar Efectivos de la Unidad Militar. Se trata de un incendio declarado sobre las 23:27 horas en el arbolado de la ladera de Arangoiti, en la Sierra de Leyre, y que todavía no ha sido controlado por los bomberos, aunque no parece existir riesgo de que el monasterio se vea alcanzado por el fuego. 

El padre Norberto, ecónomo del monasterio, ha explicado, en declaraciones a Efe, que horas antes ya habían cancelado las visitas. Asimismo, afirmaba no haber vivido ninguna situación similar en Leyre, aunque sí lo hizo en monasterio de Silos, desde donde vivió otro incendio.

Desde el puesto de mando, el vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez, ha puesto de manifiesto la complejidad de la situación y la “incertidumbre” vivida debido a los “cambios de orientación del viento, las altísimas temperaturas, la sequedad y el escarpado terreno”. “El fuego es muy imprevisible, pero estamos trabajando de manera dura e intensa”, ha señalado Remírez.

El Servicio de Bomberos de Navarra trabaja también para lograr el control de otros dos fuegos declarados este martes por la noche en la Sierra Olleta-Leoz y Tafalla. Este último ya se encuentra controlado, según ha informado el Gobierno de Navarra.

El incendio de Tafalla se inició a las 22:43 horas del martes a la altura del pk. 22 de la carretera NA-132 (Estella-Tafalla-Sangüesa) y ya había sido controlado por los bomberos. Sin embargo, se ha reactivado con fuerza en dos puntos al cambiar la dirección del viento. La carretera NA-6140 (Tafalla-Miranda de Arga) ha sido cortada al tráfico y va a ser utilizada como cortafuegos. Entre las 2:45 y las 5:00 horas la Policía Foral ha cortado la carretera para facilitar el trabajo de los bomberos y evitar posibles situaciones de riesgo para los conductores a consecuencia del humo. Han colaborado con los bomberos personal del Guarderío de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra y voluntarios de Tafalla con sus tractores.

Por su parte, a las 23:27 horas del martes se declaró otro incendio en el arbolado de la ladera de Arangoiti, en la Sierra de Leyre, que se mantiene activo y todavía no ha sido controlado por los bomberos, procedentes de los parques de Sangüesa, Navascués y Central (Cordovilla), que cuentan con el apoyo aéreo de un avión Foca que ha sido solicitado al Ministerio de Medio Ambiente y de un helicóptero del Gobierno de Navarra. También se encuentran en la zona agentes de la Policía Foral y el Guarderío medioambiental. La directora general de Interior, Amparo López Antelo, acompañada por el director del Servicio de Protección Civil, José Javier Boulandier, han acudido al lugar para interesarse sobre la situación.

Por otra parte, bomberos de los parques de Tafalla y del parque Central (Cordovilla), una brigada forestal de Estella, una BRIF enviada desde Jaca (Zaragoza) con su helicóptero y otro helicóptero del Gobierno de Navarra tratan de controlar el incendio declarado sobre las 6:00 horas cerca de la pista de acceso al parque eólico situado entre las localidades de Olleta y Leoz, en la Valdorba, donde también trabaja un bulldozer. El fuego avanza con lentitud, por lo que se trabaja intensamente para intentar su estabilización.

La extrema sequedad del suelo y de la vegetación, unida a las elevadas temperaturas, hacen que el riesgo de incendios sea muy elevado en toda la Comunidad foral, por lo que el Gobierno de Navarra pide a la ciudadanía que evite cualquier actividad que pueda suponer un peligro en este sentido.