La consejera de Salud de Navarra asegura que derivar pacientes con COVID-19 a la red privada es más barato que tratarlos en la pública

Rodrigo Saiz

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La consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Indurian, ha asegurado este miércoles que derivar pacientes con COVID-19 a la red privada sale más barato que tratarlos en la pública, porque las tarifas se calculan a partir del coste que tiene tratar a un paciente con coronavirus en el Servicio Navarro de Salud - Osasunbidea, pero descontando “otro tipo de conceptos fijos, como la estructura, etc”.

La consejera Induráin ha reconocido que el Servicio Navarro de Salud ha tenido que volver a derivar pacientes, como ocurrió en la primera parte de la pandemia, a la Clínica Universidad de Navarra, al Hospital San Juan de Dios y a la Clínica San Miguel, pese a que el nivel de ocupación en la red pública no supera el 9%. El objetivo, ha apuntado, es “atender el incremento de pacientes con COVID-19 hospitalizados en la red pública sin alterar la actividad ordinaria de estos centros”. Por tanto, esta derivación “no responde a ningún riesgo de desborde o colapso sanitario, como refleja el relativamente bajo índice de ocupación de camas COVID-19”.

Santos Induráin ha explicado que estas derivaciones se realizan sobre unas tarifas pactadas con la red privada, que tienen un coste de asistencia sanitaria siempre inferior a la red pública, “ya que se calculan partiendo del coste de un paciente en un hospital público y se descuentan diferentes conceptos fijos”. “En términos generales, el coste es inferior al de la red pública”, ha señalado.  

Durante la primera parte de la pandemia, hasta el 17 de junio, ya que en verano no fue necesario derivar pacientes, el Servicio Navarro de Salud derivó a 354 personas a la Clínica Universidad de Navarra, al Hospital San Juan de Dios y a la Clínica San Miguel, de los que 339 estuvieron hospitalizados en planta y 15 en UCI. El coste de esta asistencia supuso 2,9 millones de euros, según los cálculos elaborados por el Departamento de Salud, si bien en la tabla de gastos extraordinarios provocados por la COVID-19 publicada por el Gobierno foral en su portal de transparencia, en el apartado de “Concierto sanitario - Gasto de derivaciones a centros privados de pacientes COVID19 y gasto de terapias respiratorias”, la cifra asciende a los 3,8 millones de euros durante ese mismo periodo.