UPN, PP y Vox han logrado retrasar la investidura de María Chivite como presidenta de Navarra 48 horas y no será reelegida el fin de semana, como estaba inicialmente previsto, sino previsiblemente el martes. La socialista no será investida en el pleno del lunes, en el que es necesario una mayoría absoluta, pero sí en el del martes, en el que basta una mayoría simple.
En todo caso, Chivite tiene garantizada su reelección después de que las bases de EH Bildu hayan respaldado con un 82% de los apoyos la decisión de facilitar el Gobierno tripartito de PSN, Geroa Bai y Contigo/Zurekin con una abstención. Así Chivite contará con los votos del PSN (11); sus socios de Gobierno Geroa Bai (7) y Contigo/Zurekin (3); y la imprescindible abstención de la izquierda abertzale (9).
El presidente del Parlamento foral, Unai Hualde había informado a los grupos su intención de celebrar el pleno de investidura el sábado 12 de agosto, decisión que trasladó este jueves a la Mesa. Ante las dudas esgrimidas por los partidos de derecha (UPN, PP Vox) por lo extraordinario de hacerlo en fin de semana, en medio de agosto y además de puente, y adelantando los plazos recogido en el reglamento, la Mesa ha optado por retrasar al lunes el pleno, que se alargará hasta el martes. Hualde había argumentado que sí o sí había que activar el proceso cuanto antes por si se diera una investidura fallida y se necesitara un nuevo margen antes del 28 de agosto, cuando ya habría que repetir elecciones.
PSN, Geroa Bai, Contigo/Zurekin y EH Bildu no se han opuesto a la decisión de retrasar el pleno para evitar así un posible recurso de alguno de los partidos de la derecha que pudiese invalidar el proceso de investidura de Chivite y que se llegase al 28 de agosto sin presidenta, lo que llevaría a disolver la Cámara.
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