El Estado desclasifica y cede a Navarra los expedientes penitenciarios de una de las principales cárceles del franquismo
El 22 de mayo de 1938 en el Fuerte de San Cristóbal, un complejo militar situado al norte de Pamplona que durante la dictadura franquista se convirtió en cárcel para presos políticos de toda España, 795 presos protagonizaron la gran fuga de la Guerra Civil española. Las duras condiciones de vida dentro de la prisión, el hambre y el hacinamiento de los presos provocó el motín que acabó con un tercio de la cárcel liberada, de los que apenas tres lograron el objetivo de cruzar la frontera francesa situada a más de 50 kilómetros. La escasa preparación para escapar de los presos hizo que 206 murieran ejecutados en la propia ladera del monte y otros fueran devueltos al Fuerte. Más de 80 años después, Navarra podrá investigar a fondo la historia de esa fuga y la del complejo por el que pasaron más de 7.000 presos políticos después de que el Gobierno de España se haya comprometido a desclasificar y traspasar al Archivo General de Navarra los expedientes penitenciarios del Fuerte de San Cristóbal.
A pregunta del senador del PSN Toni Magdaleno, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha confirmado que el 6 de mayo se firmó un contrato de comodato , “de depósito de los archivos”, con el Archivo General de Navarra para que los expedientes penitenciarios del Fuerte de San Cristóbal sean trasladados a la comunidad foral “lo antes posible”, una reivindicación histórica de las asociaciones de memoria. El senador socialista ha celebrado el anuncio de Iceta y ha destacado que servirá para dar a conocer a la ciudadanía “cuáles son las consecuencias de que la extrema derecha asuma responsabilidades de gobierno” en un momento “en el que los proclives al autoritarismo están subiendo en Europa y en nuestro país”.
Con la llegada de esta documentación al archivo de la comunidad foral se hará “más accesible” a la ciudadanía y a los familiares de los presos franquistas la información sobre una de las principales cárceles de la dictadura y cuya historia todavía “es desconocida para muchos”, ha apuntado el senador socialista. También permitirá conocer más detalles sobre la que fue la gran fuga de la Guerra Civil española, liderada por los presos comunistas Leopoldo Picó Pérez y Baltasar Rabanillo Rodríguez en 1938 y silenciada por la prensa nacional. Según destaca el autor Fermín Ezkieta Yaben en su libro 'Los fugados del fuerte de Ezkaba', tuvo más repercusión en el 'New York Times' en aquel mes de mayo, donde se realizaron tres reseñas, que en la prensa local durante cuarenta años, donde únicamente se publicaron dos notas oficiales.
Por el Fuerte pasaron presos políticos de toda España, de los que muchos se conoce su lugar de procedencia, edad con la que ingresaron y fallecieron e incluso, en muchos casos, su afiliación política o sindical, gracias a las labores de investigación de asociaciones de memoria como 'Txinparata', que durante los últimos años ha colaborado con el Gobierno de Navarra y la Sociedad de Ciencias Aranzadi en la exhumación de cuerpos de presos que eran enterrados en localidades cercanas al monte San Cristóbal / Ezkaba. La última prospección permitió recuperar 21 cuerpos de presos anarquistas que fueron fusilados el 1 de noviembre de 1936, y en total ya se han exhumado más de 140 cuerpos de víctimas del franquismo, de los cuales algunos han podido ser devueltos a sus familiares.
Desde el Instituto Navarro de la Memoria, su director Josemi Gastón, destaca que el acceso a esta documentación permitirá “profundizar en el análisis de la represión” y conocer más detalles sobre cómo se ejerció sobre los republicanos españoles. Además, apostilla, va a permitir impulsar proyectos de divulgación sobre la represión durante la dictadura franquista. Para ello “será importante que la documentación sea digitalizada”, añade, para que sea más accesible a la ciudadanía.
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