EiTB en Navarra: del convenio para su difusión firmado por UPN a las críticas de la derecha a ETB3
En 2009 el presidente de Navarra Miguel Sanz (UPN) firmó con el Gobierno vasco un convenio de colaboración para impulsar la difusión del canal autonómico vasco en la comunidad foral que ahora los regionalistas critican
La historia de EiTB (Euskal Irrati Telebista, la radiotelevisión pública vasca) en Navarra está repleta de vaivenes y encontronazos políticos entre los Gobiernos navarro y vasco por lo que supone que un canal autonómico público pueda emitir sus contenidos más allá de su propio territorio. El último episodio de esta disputa que parecía ya superada en 2016 cuando el Ejecutivo foral de Uxue Barkos (de Geroa Bai y expresentadora de los Teleberris de esa cadena) reservó dos canales del 'multiplex' autonómico al ente vasco para su emisión en Navarra, ha tenido lugar esta última semana después de que EH Bildu lograra en su acuerdo para apoyar los Presupuestos Generales del Estado -al igual que ya lo hizo en el pacto firmado con el Gobierno de Chivite- el compromiso del Estado para buscar “la solución técnica para posibilitar la captación” del canal de contenidos infantiles en euskera ETB3 “en toda Navarra”. Se da la circunstancia de que este canal, que ya se sintoniza en la mayoría del territorio foral, no se puede captar en dos de las zonas con mayor población vascoparlante, la Sakana (noroeste) y el Baztan (norte). Lo podrán sintonizar antes de que acabe el 2022.
Desde el Gobierno de Navarra (PSN, Geroa Bai y Podemos) consideran la propuesta “del todo lógica”, si bien desde la derecha se ha vuelto a utilizar como crítica al Ejecutivo de Pedro Sánchez por lo que consideran es una “nueva cesión” a la izquierda abertzale. Hasta la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien el vicepresidente navarro, Javier Remírez, ha bromeado con hacerla consejera de su Gobierno por su “preocupación por Navarra”, se ha referido a este acuerdo como una “imposición del euskera a través de la televisión navarra para incrementar cada vez más, y como arma arrojadiza, el euskera de manera que unas personas tengan más derechos a acceder a la función pública que otras y volver a dividir también allí”.
También desde UPN se ha criticado el impulso de ETB3 en Navarra, que en palabras del diputado Sergio Sayas, se quiere para “resetear cerebros adoctrinando a través de la televisión”. Sayas no mencionó que en 2009 el entonces presidente de Navarra, el regionalista Miguel Sanz, firmó con el lehendakari Patxi López un convenio de colaboración para la difusión de ETB en la comunidad foral. En aquel acuerdo se recogía que “los ejecutivos vasco y navarro se comprometen a realizar las gestiones necesarias para que los programas de su primer y segundo canal puedan ser difundidos en la comunidad foral”. Y añadía: “Para ello, el Gobierno de Navarra autoriza a que, a través de un nuevo múltiplex de TDT, se pueda difundir ETB-1 y ETB-2 en toda la comunidad foral; mientras que la Lehendakaritza se compromete a que todas las emisiones del canal autonómico vasco respeten la realidad política, social e institucional; los símbolos; y la identidad de Navarra”.
Pese a las críticas vertidas por algunos representantes de la formación regionalista a que el grupo EiTB pueda emitir sus contenidos en territorio navarro no es extraño ver a sus representantes en entrevistas y programas de los diferentes canales del ente vasco. En el último año el presidente y portavoz de UPN, Javier Esparza, ha concedido varias entrevistas a Radio Euskadi, la principal emisora radiofónica del grupo EiTB. Lo ha hecho también recientemente Enrique Maya, alcalde de Pamplona.
Disputas legales para la captación de ETB en Navarra
El grupo EiTB (Euskal Irrati Telebista) nació en 1982 y, de hecho, fue creada por un navarro, el primer lehendakari tras la recuperación de la democracia en España, Carlos Garaikoetxea. La primera emisión de este canal en Navarra no llegaría hasta 1986, y solo a la zona de la Comarca de Pamplona después de que un grupo de ciudadanos, con la ayuda del capellán del santuario de San Miguel de Aralar, Inocencio Aierbe, instalasen una antena en el santuario ubicado en Huarte, a pocos kilómetros de la capital navarra, tal y como cuenta el propio ente vasco en un artículo publicado en su web.
Para la primera emisión “oficial” hubo que esperar a 1996. Entonces los lehendakaris Javier Otano (PSN) y José Antonio Ardanza (PNV) acordaron regularizar su emisión en el territorio foral. La regularización apenas duró unos meses. En octubre, tras la dimisión de Otano después de que se le descubriera una cuenta bancaria en Suiza, llegó al Gobierno UPN y se rompió el acuerdo, aunque ello no implicó que ETB apagara su señal.
En 2009 con la llegada de la TDT (Televisión Digital Terrestre), todos los canales dejaron de emitirse en analógico, salvo ETB, que no disponía de licencia para hacerlo en digital en Navarra. Con la llegada de Patxi López al Ejecutivo vasco, él y Miguel Sanz firmaron un convenio para su difusión que nunca llegó a concretarse. No fue hasta 2016, ya con Uxue Barkos en el Palacio de Navarra, cuando se regularizó la emisión de ETB en la comunidad foral con la concesión de dos canales en el 'multiplex' autonómico de TDT -sistema de telecomunicaciones que permite distribuir distintas emisiones por una misma vía-, que a su vez cuenta con cuatro canales.
Entre medias, en 2013 Eusko Alkartasuna (EA), escisión del PNV fundada por el lehendakari Garaikoetxea que luego se integraría en Nafarroa Bai y que ahora está en EH Bildu, invirtió 12.000 euros para instalar un repetidor de señal en la Sierra del Perdón para que la señal llegase a Pamplona. Duró poco, ya que una denuncia del Gobierno de UPN acabó con una multa del Ministerio de Industria a EA de 55.000 euros y la desconexión del repetidor. En 2015, Barkos también recuperó la señal durante unos meses, pero de nuevo Industria la canceló.
Navarra, en los mapas del tiempo de ETB
Uno de los episodios que más polémica y tensiones ha generado entre ambos territorios es la inclusión de Navarra en los mapas del tiempo de ETB, que durante años mostraba el mapa de Euskal Herria, el territorio integrado por Álava, Bizkaia, Gipuzkoa, Navarra y tres territorios franceses.
Hasta la llegada de Patxi López (PSE-EE) a Ajuria Enea, durante los distintos Gobiernos del PNV la televisión autonómica mostraba en los mapas del tiempo sin divisiones. Una de las primeras decisiones del nuevo Ejecutivo socialista en 2009 fue la modificación de los mapas, que si bien siguieron mostrando todos los territorios, resaltaba a Euskadi y marcaba las fronteras con Navarra e Iparralde. A día de hoy ETB sigue incluyendo en sus mapas a Navarra aunque mantiene la delimitación territorial. Fue una exigencia del PP, el socio político que posibilitó el fin de la etapa de Juan José Ibarretxe.
Navarra explora la posibilidad de crear su propio canal autonómico
La última polémica la ha suscitado el acuerdo del Gobierno de Sánchez con EH Bildu para la llegada del canal infantil ETB3 a toda Navarra, al que además de UPN también se han opuesto PP y Ciudadanos, los otros dos partidos que junto con los regionalistas conforman la coalición Navarra Suma. Consideran que la emisión de dibujos animados en euskera ayudará al “adoctrinamiento” de los menores navarros, que en su gran mayoría ya pueden ver este canal en la actualidad.
Mientras se suman nuevas polémicas a la emisión del canal autonómico vasco en Navarra, el Gobierno foral estudia la posibilidad de crear su propio canal público, ya que en la actualidad tan solo existe uno privado. Esta es una vía que el Ejecutivo de Chivite se comprometió a explorar con sus socios de Gobierno -Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra- en el acuerdo programático de legislatura y para la que ya se ha encargado un informe para conocer cuál sería su coste, que según los resultados del mismo ascendería a los tres millones de inversión inicial más unos nueve anuales. Por ello, en el seno del Gobierno de María Chivite va ganando cada vez más enteros la opción de crear una plataforma pública de contenidos digitales similar a Netflix que no requiera la infraestructura de una televisión tradicional.