La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado este lunes mantener en prisión a los siete acusados de agredir a un teniente y un sargento de la Guardia Civil en un bar de Alsasua (Navarra). Fueron enviados a la cárcel el pasado mes de noviembre tras ser identificados por los agredidos como participantes en la acción contra los agentes y sus parejas, ocurrida en la madrugada del 15 de octubre en un establecimiento de la localidad.
Durante la celebración de las vistas de apelación para estudiar los argumentos de las defensas, que recurrieron el encarcelamiento, el fiscal José Perals ha alegado que la juventud de los acusados, de edades comprendidas entre los 19 y los 24, incrementa el riesgo de fuga ya que su arraigo es menor.
El representante el Ministerio Público también ha puesto de manifiesto que los siete están acusados de la comisión de un delito de terrorismo en concurso ideal de lesiones, atentado y odio, que lleva aparejadas penas de hasta 15 años, lo que incrementa también el riesgo de que intenten sustraerse a la acción de la justicia.
Perals ha destacado la vinculación de Jokin Unamuno, Adur Ramírez, Aratz Urrizola, Julem Goicoechea, Jon Ander Cob, Iñaki Abab y Oihan Arnanz con el colectivo Ospa Mugimendua. La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela envió a los siete jóvenes a prisión el pasado mes de noviembre y, unos días después les procesó junto a otros tres acusados que permanecen en libertad Ainara Urquijo, Edurne Martínez y Aritz Urdargarín.
Los magistrados de la Sección Cuarta Ángela Murillo, Carmen Paloma González y Teresa Palacios, encargados de estudiar los recursos, se pronunciarán en los próximos días.
Declaración indagatoria
Por otra parte, los diez acusados comparecerán mañana, a través de conferencia, ante la magistrada para celebrar lo que se denomina declaración indagatoria, en la que serán informados formalmente de los delitos de los que se les acusa.
La juez Lamela, que remitió al juez de menores la causa respeto a otros dos identificados que tienen menos de 18 años, destacó en el auto de procesamiento que existen “motivos bastantes para afirmar con fundamento” que cometieron el delito.
Enmarca la agresión en las rutinas de “hostigamiento” a los agentes del Instituto Armado que impone el colectivo Ospa Mugimendua, al que pertenecen algunos de los detenidos, y que opera en el municipio navarro. “Todos conocían con anterioridad la condición de guardia civiles del teniente y el sargento, siendo ésta única y exclusivamente la causa por la que fueron insultados y golpeados”, dice.