El Gobierno de Navarra se gastó más de 2 millones de euros en la reserva de camas de la red privada para pacientes con COVID-19
El grueso del gasto corresponde a los meses de marzo a junio del 2020 cuando, según María Chivite, “no se podían hacer predicciones de las camas que se iban a necesitar”
El Gobierno de Navarra se ha gastado en 2020 más de 2 millones de euros en la reserva de camas de la red privada para tratar a pacientes con COVID-19. Del total del gasto en la reserva de estas plazas, 2.253.631 euros, casi dos millones corresponden al periodo comprendido entre marzo y junio, durante los primeros meses de la pandemia, cuando según la presidenta María Chivite, “no se podían hacer predicciones de las camas que se iban a necesitar”.
La cifra se desprende del informe que ha elaborado la Cámara de Comptos tras la solicitud del Parlamento foral a instancia de EH Bildu, sobre la eficacia, eficiencia y legalidad de los contratos y subvenciones vinculadas a la pandemia entre el 1 de marzo y el 30 de junio de 2020. El órgano fiscalizador ha ampliado el análisis hasta finales de 2020, ofreciendo también datos sobre el gasto originado en los tres primeros meses de 2021.
En total, el Ejecutivo foral se gastó 8,6 millones de euros en conciertos de asistencia sanitaria con centros privados. Del total del gasto en los centros privados, 7,8 millones de euros fueron abonados a la Clínica Universidad de Navarra, Hospital San Juan de Dios y Clínica San Miguel por las derivaciones de pacientes que el Servicio Navarro de Salud efectuó desde el comienzo de la pandemia para “no saturar” la red pública con pacientes con COVID-19 y poder mantener la actividad ordinaria. Comptos apunta que de ese gasto, el 60% se destinó a la Clínica Universidad de Navarra (4,7 millones), el 29% al Hospital San Juan de Dios (2,3 millones) y el 11% a la Clínica San Miguel (0,8 millones).
También apunta que en el caso de la Clínica Universidad y Clínica San Miguel, estas tarifas son planas. Es decir, se abona casi 41.000 euros por paciente que haya requerido de cuidados intensivos independientemente de los días que la persona haya estado en la UCI.
Del gasto en derivaciones, destaca que más de dos millones de euros fueron en la reserva de camas y no en la asistencia médica como tal. Según detalla el informe el precio de la reserva de cada cama en la Clínica Universidad de Navarra y en la Clínica San Miguel ascendió a 181 euros por día. En la clínica universitaria se reservaron un total de 9.500 camas, de las que se utilizaron 1.298, y en la Clínica San Miguel se reservaron 3.800 y se utilizaron 1.298.
La portavoz de EH Bildu Bakartxo Ruiz ha cuestionado la “buena gestión” del Ejecutivo navarro en esta materia y ha señalado que “habría que ver si el sistema de tarifas planas ha servido para el interés general de la ciudadanía o para el de las clínicas privadas”.
La presidenta María Chivite, en Comisión Parlamentaria, ha reconocido que hay aspectos en los que la gestión “podría haber sido mejor, sobre todo al comienzo de la pandemia”. La jefa del Gobierno foral ha apuntado que en los primeros meses de la epidemia “no se podían hacer predicciones de las camas que se iban a necesitar”, lo que motivó al Departamento de Salud a la reserva de las camas de la red privada por si fueran necesarias. Chivite le ha recordado a la portavoz de EH Bildu que en la primera ola se llegó a contemplar el habilitar un hospital de campaña en REFENA como último recurso en caso de que los hospitales estuvieran muy tensionados.
La presidenta navarra ha destacado que Comptos concluye en el informe que el Gobierno foral ha gestionado la pandemia de manera “razonable” en lo referido a contratación de personal, obras, compra de suministros y concesión de subvenciones.