En marzo de 2022 el Gobierno de Navarra anunció la renovación de los conciertos educativos de Bachillerato de los 20 centros escolares de la comunidad foral que lo habían solicitado. Entre ellos se encontraban los colegios del Opus Dei Irabia-Izaga y Miravalles-El Redín, centros en los que se segrega por sexo en las aulas e incluso por centros, separados por varios kilómetros y situados en barrios distintos de Pamplona: los chicos en Irabia y El Redín y las chicas a Izaga y Miravalles. A cambio de la subvención, estos colegios se comprometieron a crear aulas mixtas en cumplimiento con la Lomloe, que prohíbe dotar de fondos públicos a centros que segreguen por sexo. Seis meses después, con el inicio del nuevo curso escolar, una inspección de Educación ha detectado que los dos colegios del Opus Dei “han incumplido” la ley al no haber creado aulas mixtas.
El consejero de Educación, Carlos Gimeno, ha advertido a estos centros de que estos hechos “podrían ser constitutivos de extinción del concierto” y que así se está estudiando. Gimeno ha señalado que antes los centros podrán las alegaciones necesarias una vez se les envíen las actas de la inspección. Una vez estudiadas las alegaciones, el Departamento las analizará y resolverá si elimina o no las subvenciones a estos dos colegios.
Una situación similar se vivió el curso pasado con estos dos mismos centros escolares, pero en el ciclo de educación Primaria. De igual manera, ambos colegios se habían comprometido a mezclar estudiantes para recibir más de 12,5 millones de euros por curso. Entonces tampoco cumplieron lo prometido y únicamente crearon aulas mixtas en el primer curso de Primaria, segregando por sexos en el resto de cursos de esta etapa educativa. El Ejecutivo de María Chivite también estudió eliminar los conciertos, pero finalmente optó por aplicar una prórroga de la financiación recogida en la Ley Foral 17/2012 que permite garantizar “la continuidad del alumnado actualmente matriculado en estos centros hasta la finalización de las etapas educativas obligatorias que estén cursando”, es decir, segregado y concertado.
La decisión fue la respuesta a un informe del Servicio de Inspección Educativa en el que se apuntaba que la red de centros públicos no tiene capacidad ni por número de puestos escolares ni por espacios, para atender a todo el alumnado de ambos colegios en el modelo y programa lingüístico elegido. De esta forma, se optó por mantener la financiación pública siempre y cuando los centros mantuvieran este modelo progresivo que consiste en que el alumnado de primero de Primaria que ya ha comenzado el ciclo escolar con aulas mixtas continúe con este modelo hasta finalizar sexto de Primaria haciendo que en el plazo de unos años todo el ciclo de Primaria sea con aulas mezcladas.
El caso de Bachillerato es completamente distinto al tratarse de un ciclo educativo que no es obligatorio como lo es Primaria, por lo que una vez recibidas las alegaciones, Educación podría eliminar la financiación pública sin mayores dificultades a partir del próximo curso, ya que el actual concierto finaliza en agosto de 2023.