El Gobierno de Navarra ha inaugurado este sábado el Centro Memorial de los centros de detención de Pamplona entre 1936 y 1945, con un acto en el que, además de la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, responsable del departamento impulsor de esta iniciativa, ha tomado la palabra el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde.
Han asistido también el vicepresidente José María Aierdi; la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Pamplona, María Echávarri, y el presidente de la Federación de Municipios y Concejos y Juan Carlos Castillo, y representantes de Navarra Suma, PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Izquierda-Unida y Batzarre. Asimismo, han participado en el mismo familiares de personas que estuvieron presas y asociaciones de memoria.
El Memorial se erige en un espacio cedido por el Ayuntamiento de Pamplona, próximo a cinco de los más emblemáticos centros de cautiverio de la ciudad: los centros provisionales de detención de la Junta Carlista de Guerra en el colegio de los Escolapios y de Falange en el de Salesianos; los campos de concentración de la Plaza de Toros y del Convento de la Merced; y el depósito municipal o Perrera. Desde el lugar se divisa, también, el penal del Fuerte de San Cristóbal, en el monte Ezkaba. Se trata de un espacio de encuentro, en cuya construcción se ha incorporado tierra procedente de las fosas donde fueron asesinados muchos de los presos que pasaron por estos centros de detención.
En su intervención, la consejera ha señalado que “las transformaciones urbanas, el uso diferente de los edificios y espacios, también las decisiones políticas en ocasiones, habían contribuido a extender un manto de silencio y ocultación sobre una realidad abrumadora. Era necesario traer al espacio público esta forma de violencia que vivió nuestra tierra, la del cautiverio, la de las prisiones, campos de concentración y centros irregulares de detención, que había quedado invisibilizada”.
En este sentido, ha destacado que el informe encargado por el Instituto Navarro de la Memoria al Fondo Documental de la Memoria Histórica de Navarra “no deja lugar a dudas” sobre la dimensión de la cautividad en el período 1936-1945. En Pamplona se han identificado 17 espacios de cautiverio, clasificados en cuatro categorías: comisarías y cuarteles, universo penitenciario, centros improvisados de detención y universo concentracionario.
Si bien no es posible por ahora cifrar con exactitud el número total de personas en cautividad, las estimaciones oscilan entre un mínimo de 15.000 y un máximo de 20.000 personas: más de 7.300 presos y presas en la Prisión Provincial, más de 6.000 presos en el Fuerte de San Cristóbal y más de 6.800 prisioneros en los distintos campos de concentración. Solo en 1939, hubo cerca de 12.000 personas en cautividad en Pamplona, cuando su población era de unos 50.000 habitantes, ha destacado el Gobierno de Navarra.
La “gran dimensión de esta modalidad represiva y los múltiples espacios en que se desarrolló en sus diferentes formas” motivó que el Instituto Navarro de la Memoria propusiera la creación del Memorial, para lo que convocó un concurso entre jóvenes artistas en 2020, que se resolvió con la elección de la propuesta 'Hipogeo', presentada por el escultor Alberto Odériz. Un espacio memorial horizontal, como ha destacado la consejera, “alejado de la gran monumentalidad de los vencedores”. La web Oroibidea-Camino de Memoria pone a disposición del público, en su apartado 'La ciudad de los cautivos', información relacionada.
Como ha puesto de manifiesto Ollo, “es un lugar diseñado para que haya encuentros, charlas, reuniones o actividades del programa 'Escuelas con Memoria'. Para que, en definitva, -ha concluído- perdure y se actualice el recuerdo de una violencia injustificable que nunca debió producirse y de unos sufrimientos que han marcado la vida de tantas personas castigadas por no plegarse al proyecto totalitario que defendieron los sublevados”.
El Gobierno de Navarra declaró el Memorial como Lugar de Memoria Histórica en su sesión del pasado 19 de octubre. Este reconocimiento implica la inscripción en el correspondiente Registro, y lleva implícito tanto el reconocimiento singular y aplicación del régimen de protección establecido en la Ley Foral 29/2018, de 26 de diciembre, de Lugares de Memoria Histórica de Navarra, como la declaración de utilidad pública o interés social a todos los efectos.
En el acto también ha intervenido el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, quien ha resaltado el “inequívoco compromiso” de la Cámara foral “con la defensa de la paz, la convivencia y los derechos humanos, tres principios unánimemente compartidos que, más allá de las diferencias políticas habituales, sitúan a Navarra como referente en materia de memoria, justicia, reparación y garantías de no repetición”.
En ese marco, tras lamentar la “persistencia de determinados discursos negacionistas” y reconocer, con mención especial para AFFNA, que “la sociedad siempre ha ido por delante”, ha aludido al Fondo de Memoria Histórica creado en 2011 a partir de un convenio entre el Parlamento y la UPNA para reivindicar la “necesidad de contar con una Ley de Secretos Oficiales”. “La desclasificación y el acceso a otros archivos permitiría saber más y mejor para reconocer y reparar, convivir y respetar, aprender y trabajar porque no vuelve a suceder un golpe como el del 36 y una barbarie como la que le sucedió en los años posteriores. El objetivo no es otro que construir una Navarra en la que todos y todas nos sintamos representados”, ha defendido.
Unai Hualde ha concluido destacado la disposición del Parlamento y el Gobierno a “seguir haciendo memoria, a continuar impulsando iniciativas de compensación y desagravio hacia las víctimas del franquismo. Donde hubo barbarie, hoy hay memoria. La riqueza de este Memorial, que incorpora tierra de las fosas, es a la vez prueba de horror y resarcimiento”.