El próximo curso escolar comenzará en Navarra de la misma forma que va a terminar el presente. Es decir, con jornada continua obligatoria por las mañanas en todos los niveles académicos, clases presenciales y uso de mascarilla obligatorio a partir de Primaria. Así lo ha avanzado el consejero de Educación, Carlos Gimeno, si bien ha puntualizado que si la situación epidemiológica mejora y las autoridades sanitarias lo permiten, los centros escolares que lo deseen podrán recuperar el horario partido previo a la pandemia en octubre o tras la vuelta de las navidades.
Después de que este miércoles el Gobierno y las comunidades pactaran las principales directrices del nuevo curso, entre las que destaca el mayor número de alumnos por aula permitido, el Departamento navarro de Educación ha presentado este jueves el plan de contingencia para el año académico 2021-2022. El plan contempla dos escenarios en función de la situación sanitaria del momento: uno en el que se garantiza la actividad docente presencial en todas las etapas y cursos y en el que se podrán ir flexibilizando las medidas, y otro de cierre completo de los centros educativos, bien sea de uno, de varios o de todos los centros, de acuerdo con lo que determinen las autoridades sanitarias.
“La evolución del curso escolar 2021-2022 es ahora mismo impredecible”, ha resaltado Gimeno, que ha insistido en que “el objetivo principal es garantizar la seguridad y la salud del personal empleado y del alumnado frente al coronavirus COVID-19 y la atención presencial de todo el alumnado también el próximo curso”.
El consejero ha destacado que a pesar de los avances en los procesos de vacunación y la experiencia del curso actual, la aparición de nuevas cepas del virus, el incremento de transmisión del ámbito escolar desde el inicio del tercer trimestre, que ha pasado del 1% al 7,20%, el hecho de que el alumnado no está vacunado y que el índice de contagios en este colectivo se ha incrementado considerablemente, “obliga al Gobierno a ser prudente a la hora de tomar decisiones a tan largo plazo, dejando siempre abierta la puerta a la posibilidad de readaptar el protocolo a la situación sanitaria de cada momento”.
Así, no se prevén grandes cambios en el protocolo de cara al inicio del próximo curso, que comenzará con jornada continua, grupos estables, mascarilla obligatoria desde Primaria y con servicio de comedor. También se mantiene todas las medidas de prevención, limpieza e higiene ya aplicadas en el curso actual, así como la organización de los centros por sectores. Igualmente se mantiene la ratio de 20 alumnos en educación Infantil y las medidas de refuerzo de personal aplicadas este curso en los demás niveles educativos. Así mismo, se mantiene la consideración de grupos de convivencia estable de todos los grupos de Infantil y Primaria, a fin de garantizar la movilidad del alumnado en el aula y la puerta en práctica de programas educativos que así lo requieren.
Gimeno ha señalado que Educación prevé que se pueda recuperar la jornada partida a lo largo del curso si las autoridades sanitarias comunican que la situación epidemiológica lo permite. “Esto se hará siempre que las modificaciones se puedan aplicar bien en la primera quincena del mes de octubre, bien en la primera quincena después de las vacaciones de Navidad”, ha añadido.
En el protocolo además, se han incorporado algunas de las solicitudes presentadas por la comunidad educativa, las asociaciones de madres y padres y los sindicatos, tales como la posibilidad de compartir balones y otros materiales de juego, permitir que el alumnado de educación Infantil no tenga que llevar mascarilla en el patio, priorizar que el almuerzo se tome en el patio, flexibilizar el uso de aulas de desdoble, la posibilidad de una organización diferente en las escuelas rurales de 5 o menos unidades o la inclusión de criterios de ventilación en los centros mediante medidores de CO2.