Un año más, y ya van 16, Navarra se sitúa en los niveles más altos de calidad de vida de España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El Índice Multidimensional de Calidad de Vida (IMCV) que mide los nieveles de calidad de vida a partir de nueve dimensiones entre las que se encuentran el entorno y medio ambiente, condiciones materiales de vida, trabajo, salud y educación vuelve a colocar un año más a la comunidad foral a la cabeza del país.
Desde 2008, Navarra se mantiene en el primer puesto, reafirmando su posición en 2023 con 105,3 puntos (0,24 puntos menos que el año pasado), superando la media nacional de España, que se sitúa en 101,5 puntos. Tras la comunidad foral se sitúan La Rioja, Aragón y Euskadi, todas ellas comunidadees colindantes con Navarra.
De los indicadores evaluados por el INE, Navarra lidera cuatro: Experiencia general de la vida, Entorno y medio ambiente, Ocio y relaciones sociales, y Salud. Además, ocupa la tercera posición en las dimensiones de Educación y Trabajo, y se ubica en el cuarto puesto en Condiciones materiales de vida.
“La calidad de vida no solamente se mide en términos de esperanza de vida o de condiciones materiales, sino también en condiciones comunitarias, culturales, prácticas deportivas. Este liderazgo de calidad de vida no sale de por sí. Sale porque tenemos un sistema público y una administración que evidentemente potencia unas políticas públicas para el conjunto de la ciudadanía. Y esas políticas públicas para el conjunto de la ciudadanía tienen que tener también un reflejo de compromiso fiscal”, ha destacado el vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad del Gobierno navarro, Félix Taberna.
Una de las claves del alto nivel de vida de la comunidad foral, tal y como apuntaba hace un año el decano del Colegio de Sociología y Politología de Navarra, Manolo Rodríguez, se encuentra el peso que tiene la industria en el PIB de la comunidad foral. El PIB industrial supera el 30% —muy superior a la media nacional y a niveles de Alemania— lo que provoca, por un lado un nivel de renta superior y, por otro, mayores ingresos para las arcas forales a través de impuestos que se traducen en unos mejores servicios públicos.
Destaca también el alto nivel de formación de la población, siendo Navarra, junto con Euskadi, la comunidad con mayor porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años con estudios superiores (formación profesional y universitaria) y el alto nivel de protección social con ayudas como la de la Renta Garantizada, que es más garantista que el Ingreso Mínimo Vital, y que lleva funcionando en Navarra desde el 2016. En la actualidad más de 15.000 unidades familiares son perceptoras de esta renta mínima de ingresos.