El Gobierno de Navarra no plantea por el momento aplicar más restricciones para frenar la expansión de la pandemia más allá de la ya vigente del pasaporte COVID para acceder a restaurantes de más de 60 comensales y discotecas, aunque ya ha anunciado una serie de recomendaciones de cara a las navidades, que son las mismas que las implantadas durante las fiestas del 2020: reuniones de un máximo de diez personas y dos unidades convivenciales distintas.
También se pide “potenciar” el consumo en los exteriores al de interiores en la hostelería y en todo caso en “grupos reducidos”, en mesa mejor que en barra, y garantizando la ventilación e insistiendo “firmemente” en el uso de la mascarilla mientras no se consume. Este mismo miércoles el Departamento de Salud se va a reunir con representantes del sector de hostelería para reforzar estas recomendaciones.
La consejera de Salud, Santos Induráin, ha indicado que en caso de que la incidencia y la ocupación hospitalaria sigan en aumento, las recomendaciones pasarán a ser medidas de obligado cumplimiento. “No hace falta prohibir para hacer lo que hay que hacer”, ha enfatizado Induráin, que ha destacado que muchos brotes de están produciendo en reuniones de familiares no convivientes.
Navarra sigue siendo la comunidad con mayor incidencia, que supera ya los 1.200 casos por 100.000 habitantes, mientras que la tensión de los hospitales sigue creciendo. De hecho, el Servicio Navarro de Salud (Osasunbidea) ha tenido que suspender ya en el Hospital Universitario de Navarra, situado en Pamplona. “Esta ola ha llegado en un momento de importante presión asistencial, sobre todo en Atención Primaria”, ha lamentado la consejera.
El Ejecutivo de María Chivite quiere evitar “convertir” las recomendaciones en restricciones, también por la “dificultad” de no “contar con el estado de alarma”. “Cualquier medida que afecte a derechos fundamentales precisa del aval de la Justicia, que en el caso de pasaporte COVID ya señaló que se trataba de una medida proporcionada, pero que cualquier otra debería ser debidamente justificada”, ha apuntado el vicepresidente primero, Javier Remírez. “A efectos legales la capacidad de la administración es mucho más limitada que el año pasado”, ha añadido.
La estrategia del Departamento de Salud sigue pasando por impulsar la vacunación para “proteger a los más vulnerables”, ha explicado Santos induráin, que ha destacado que más de un 70% de los mayores de 65 años ya cuenta con la dosis de refuerzo. “Esto es vital para reducir el riesgo de ingresos”.
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