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Pamplona lanza el Chupinazo de Sanfermines con polémica por la Ikurriña

¡Pamploneses, pamplonesas, viva San Fermín! Iruindarrak, gora San Fermin! Jesús Garísoain, subdirector de la banda municipal de música La Pamplonesa, ha sido el encargado de lanzar el Chupinazo que este mediodía ha dado comienzo a los Sanfermines 2019. Una abarrotada plaza Consistorial, especialmente llena por ser sábado, ha recibido el inicio de las 204 horas de fiesta ininterrumpidas con calor… y banderas, a pesar del bando municipal del alcalde, Enrique Maya, que prohibió las de gran tamaño “por seguridad”: dos grandes enseñas -una de Navarra y otra Ikurriña- convivían con otra -esta además con palos- que pedía el fin de la dispersión de los presos de ETA, y una más que hacía referencia al gaztetxe Maravillas, desalojado y clausurado durante la pasada legislatura. Se ha producido también un forcejeo entre concejales de EH Bildu y policías municipales en el balcón del Ayuntamiento cuando los primeros han intentado sacar una Ikurriña en la balconada.

En los instantes previos a la fiesta, mientras en el interior de la casa consistorial sonaba la Biribilketa del maestro Gainza, previa al Chupinazo, el acalde, Enrique Maya, de la coalición conservadora Navarra Suma, pedía “que venga todo el mundo a disfrutar, y el que no quiera disfrutar, mejor que no venga”.

Su antecesor, Joseba Asiron (EH Bildu), se quejaba porque la Policía había confiscado “en torno a 150 ikurriñas en las inmediaciones de la plaza del Ayuntamiento”. También ha denunciado los “empujones y zarandeos” que han sufrido los concejales de la izquierda abertzale en el balcón, cuando han intentado extender una Ikurriña “de pequeño tamaño”, algo que ha calificado de “situación muy desagradable”, en declaraciones a la Cadena Ser. Los ediles de EH Bildu vestían camisetas con las banderas de Navarra y Euskadi junto con la frase Adierazpen askatasuna (libertad de expresión).

“La Ikurriña ha estado presente en el Ayuntamiento de Pamplona desde 1977, y hoy hemos presenciado unas imágenes lamentables contra la libertad de expresión que se han retransmitido a todo el mundo”, ha denunciado Asiron. La concejala socialista Maite Esporrín ha lamentado la polémica y ha recordado al exalcalde que cuando él gobernó la ciudad “la tuvo mientras no se lo impidió la Justicia”, y le ha pedido “respeto para los que pensamos diferente; yo le tengo mucho cariño y mucho respeto a la Ikurriña, pero no es la bandera de esta comunidad y creo que no debe estar”.

Itziar Gómez, de Geroa Bai, ha calificado de “triste” la polémica, “algo que no se ha visto en la vida: que los policías municipales salgan al balcón para evitar que los concejales saquen una bandera, algo que se ha permitido de forma oficiosa en el Ayuntamiento desde los tiempos de Julián Balduz, porque es una bandera que nos representa a parte de los pamploneses y pamplonesas”.

Pese a la polémica banderil, la salida de los txistularis desde el zaguán del Ayuntamiento para interpretar el Agur Jaunak ha acallado los gritos de UPN kanpora! (¡UPN fuera!) que por unos momentos han resonado en la plaza.

Restan ahora 203 horas de fiesta y casi 500 actos para gentes de todas las edades llegadas de todo el mundo. En lo que sí están de acuerdo todos los concejales, de la izquierda abertzale a la derecha, es en la campaña Pamplona libre de agresiones sexistas / Eraso sexistarik gabe, Iruña aske.