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entrevista Consejera de Salud del Gobierno de Navarra

Santos Induráin, consejera navarra de Salud: “Las mascarillas en invierno y el autotesteo han venido para quedarse”

La consejera navarra de Salud, Santos Induráin, en los pasillos del Parlamento foral

Sol Gragera / Rodrigo Saiz

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A la consejera navarra de Salud, Santos Induráin Orduna (Uztárroz, 1959), le ha tocado gestionar seis olas de contagios de COVID-19 en la comunidad que ha registrado las incidencias del virus más altas del país durante la pandemia. El clima frío propicio para la transmisión del Sars-Cov-2 y también liderar la tasa más alta de pruebas realizadas por el Servicio Navarro de Salud (Osasunbidea) son las dos razones que, para su departamento, explican este hecho. Induráin ha concedido pocas entrevistas desde la irrupción de la variante ómicron, que ha batido récord de contagios y ha ocasionado que enero fuera el mes con más fallecidos desde la segunda ola en la comunidad foral. De hecho, recibe a elDiario.es en una austera sala del Parlamento de Navarra después de haber atendido a otro medio de comunicación minutos antes. Responde a todas las preguntas con la mascarilla puesta y avanza que “está más cerca” el fin de la obligatoriedad de su uso en exteriores, apenas un día antes de que el Gobierno de España anuncie el decaimiento de esta medida el próximo jueves. Pero opina que el uso del tapabocas en interiores y en invierno ha venido para quedarse, al igual que el autotesteo en casa. Reconoce que pudo no ser “acertado” afirmar en septiembre que había finalizado la circulación epidémica del virus. Ahora, se muestra cautelosa en anunciar el fin de la sexta ola: “Creo que es precipitado decir que se ha doblegado”. Asegura que no hay nada decidido respecto a la relajación de las actuales restricciones o el fin del pasaporte COVID a partir del 14 de febrero, y que hay que consolidar la tendencia decreciente en el número de hospitalizados -223 en el momento de conceder la entrevista- y en una incidencia que multiplica por siete los parámetros del riesgo muy alto -3.325 casos a los 14 días-. Defiende el momento y la proporcionalidad de las medidas adoptadas para contener los contagios durante las fiestas, así como el certificado digital por ser “una herramienta más” para disminuir la transmisión en interiores. Respecto a la posibilidad real de celebrar los Sanfermines este año, como confía el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, apunta que, si hay chupinazo, será “porque hay condiciones” para ello. Dejando atrás el segundo escalón de febrero, dice: “Lo que deseamos es que no haya tropiezos”.

Con más de 20 días de bajada de la incidencia y un descenso de las hospitalizaciones, ¿se puede decir ya que Navarra ha doblegado esta sexta ola de la pandemia?

Tenemos una situación de descenso progresivo. Descienden las infecciones y desciende también la hospitalización, pero aún estamos en unos niveles altos. Creo que es precipitado decir que se ha doblegado la sexta ola, pero sí es ajustado a la realidad este optimismo de que vamos descendiendo. La tendencia decreciente ya está bastante insaturada, porque son cuatro semanas de descenso que además la semana pasada ya era en todos los grupos de edad.

El mes de enero ha sido el mes con más muertes por COVID-19 desde noviembre del 2020. ¿Fue un error restarle gravedad a la variante ómicron?

Ómicron es una variante que ha sido más leve en cuanto que la mayoría de los pacientes afectados ha tenido cuadros leves. Pero ha sido una variante con una transmisibilidad y con una contagiosidad brutal que nadie esperábamos. Con tantos casos siempre hay un decalaje. Los pacientes vulnerables son los que acaban ingresando, teniendo complicaciones, y en última instancia, falleciendo. La gravedad, en cuanto a hospitalizaciones e ingresos en UCI, ha sido menor. Por una parte, porque tenemos unas tasas de vacunación fabulosas, que eran las que en otoño nos hacían estar más confiados. Pensar que el 92 % de la población mayor de 12 años tiene una pauta completa, saber que la efectividad de las vacunas es del 91 % para evitar hospitalizaciones y que con una dosis de refuerzo es del 95 % para los casos más graves, nos indica que si no hubiéramos tenido esta vacunación, las consecuencias de una variante con tantos casos habrían sido terribles.

Hablar de 'gripalización' de la COVID-19 no puede suponer la banalización de la variante ómicron

¿Se puede o no se puede hablar de una ‘gripalización’ de la COVID-19 o es una frivolidad considerarlo así?

Hay dos cuestiones que son importantes. Por un lado, si esto supone que hay que cambiar los sistemas de vigilancia -de hecho, esto ya ha llevado a cambiar protocolos para la detección de los pacientes sintomáticos y más vulnerables- y avanzar hacia un sistema de vigilancia epidemiológica similar al de la gripe, pero esto un poco más a medio plazo, quizás por esa parte podría ser. Pero desde luego, si hablar de ‘gripalización’ supone la banalización de esta variante y de esta sexta ola, obviamente no.

En septiembre se dijo que había finalizado la circulación epidémica. ¿Fue un error?

Si se entendió que había finalizado la circulación epidémica, realmente no estuvo acertado. Lo que sí que se dijo en septiembre es que había condicionales, de seguir la situación de esa manera. En septiembre, con la situación que teníamos, los indicadores epidemiológicos, coberturas vacunales… nada hacía pensar que íbamos a llegar a una situación como la que hemos vivido con esta variante. Esa es la realidad.

En la franja etaria de 15 a 39 años fue en la que más bajó la incidencia tras las medidas adoptadas

En esta sexta ola no se adoptaron restricciones hasta Nochevieja, ¿considera que fue un error?

El paso que siempre hemos dado ha sido pensando en tomar las medidas mínimas, imprescindibles, para lograr los objetivos que pretendíamos, con la menor repercusión social, económica y emocional. Las medidas las adoptamos en base a una situación, a unos indicadores, y luego las vamos evaluando. Lo que sí ocurrió en Navarra es que estábamos bajando de una ola importante de la variante delta. Cuando se llega a normalizar, irrumpió la variante ómicron con esta contagiosidad tan tremenda. Las medidas han tenido su importancia. Por un lado, las que están en relación con la hostelería y con el ocio nocturno. En navidades teníamos un pico muy importante en la franja etaria de 15 a 39 años. En esta franja fue en la que más bajó la incidencia tras las medidas que hemos tomado. La otra medida, la del pasaporte COVID, ha sido una herramienta más a parte de las medidas de prevención individual, como la mascarilla y la ventilación, con el objetivo de disminuir la transmisión en espacios interiores. La otra era incentivar la vacunación en franjas de edad donde la cobertura era más baja. De hecho, se vio que el pasaporte COVID durante un tiempo tuvo su efecto al subir la vacunación en la población de 30 a 39 años.

¿Pero no habría sido más responsable haber tomado medidas para Nochebuena?

A nosotros nos pareció importante que comunidades limítrofes y con la misma situación epidemiológica, como era Aragón, La Rioja, País Vasco y Cantabria, tomáramos medidas parecidas de cara a que los ciudadanos las aceptaran. Que la población entienda a qué se deben y vea que en circunstancias similares se toman medidas similares. De hecho, me reuní y se reunieron nuestros directores gerentes de salud pública para analizar la situación y para adoptar estas medidas que se tomaron en las comunidades limítrofes de la misma manera. En Navarra fue justo pasada la Navidad, el 27 de diciembre.

¿El pasaporte COVID está siendo útil para bajar la incidencia? ¿Se están haciendo controles para ver si se cumple?

Ha sido una herramienta más para disminuir la transmisión, aparte de las medidas preventivas. Por eso, en la primera orden foral, donde se puso la obligatoriedad del pasaporte COVID, se recordaba la obligatoriedad de medidas preventivas individuales, como era la mascarilla y se recordaba la ventilación. Ha tenido un papel, como otras medidas de prevención sanitaria, y desde luego, es evaluable de cara a seguir o si se relaja, como otro tipo de medidas. Y a mí me consta que se está controlando su uso. No puedo decir que sea de forma generalizada, pero sí me consta por experiencia personal, en el ámbito cultural, otro tipo de eventos y también en restauración.

La semana que viene estará recuperada la actividad quirúrgica al 100 %

¿Navarra apoyaría que la mascarilla dejase de ser obligatoria en exteriores?

Este debate aún no está en la Interterritorial. No estaba como punto de orden del día de la última reunión, pero estamos cerca de esta situación. En la medida en que sigamos bajando los niveles de riesgo, se volverá a la situación anterior. [Después de la entrevista, el Gobierno de España anunció la aprobación de esta medida para esta semana entrante]

Pero, ¿usted sería partidaria de que se la mascarilla dejara de ser obligatoria en exteriores?

Es una situación que está bastante cerca y estará en función de cómo siga la evolución que estamos llevando hasta ahora que, como comentaba, es una evolución favorable.

¿Ha tenido sentido hacer su uso obligatorio en exteriores y en casos en los que una persona camina sola por la calle?

Hay medidas que quizás el sentido que han tenido era recordar a la ciudadanía en qué momento estábamos, en una ola que estaba teniendo muchísima transmisión. En el seno de la Interterritorial este tema también era muy demandado, en una situación como la que nos venía, que todas las medidas favorecieran la responsabilidad y la utilización de las medidas preventivas.

¿Es la vacunación la única solución para contener la pandemia en estos momentos?

Es la mejor herramienta que tenemos para contener la pandemia. El esfuerzo que se ha hecho en vacunación ha sido excepcional y diría que histórico. La primera vacuna española, la vacuna Hipra, pasa a la fase III de ensayos clínicos y las perspectivas son buenas. Pero es muy importante que esta vacunación se extienda a todos los países, recordemos que en un continente como África la cobertura no llega al 20 % y esto va a influir en el mantenimiento de la circulación del virus, en que haya nuevas variantes. Habrá que estar muy vigilantes si surgen y si puede haber un escape vacunal.

¿Cuándo se va a comenzar a administrar la cuarta dosis y con quiénes empezará?

En este momento estamos en una tercera dosis de refuerzo, con unos objetivos conseguidos muy importantes, casi el 94 % de los mayores de 70 años tienen la dosis de refuerzo. El 95 % del grupo de 60 - 69, más del 70 % de 50 - 59. Sobre la cuarta dosis y a quién no está decidido, va a depender del tipo de vacunas. En caso de a quién haya que poner primero sería a personas vulnerables. Pero en este momento, plantear una cuarta dosis a un nivel de población global no está previsto.

En el momento en el que nos encontramos de bajada de la incidencia, ¿van a decaer las actuales restricciones el 14 de febrero?

Estamos en una bajada de la incidencia importante, pero quiero recordar que la incidencia que tenemos multiplica por siete los indicadores de incidencia de un riesgo alto. Con lo cual, tenemos que seguir consolidando este descenso, bajando del riesgo que tenemos y en la medida que esto se consiga se irán relajando las medidas preventivas.

Entonces, ¿todavía no hay decisión tomada sobre el que se va a hacer el 14 de febrero?

No hay una decisión. Pero hay una confianza en que sigamos con este descenso progresivo. Porque los datos no son solo de incidencia, sino también del ratio, del índice reproductivo, estamos bajando también en ingresos y ocupación en UCIS. La incidencia pareciera que en Navarra está muy alta, pero este indicador está muy claro que no es el mejor para ver la evolución de la pandemia, sino la repercusión en el sistema sanitario. Un día como ayer [miércoles] estábamos los quintos en incidencia, pero los decimocuartos en ocupación hospitalaria y los undécimos en UCI. Esto no quiere decir que sea poca la repercusión en el sistema sanitario, que continúa siendo alta. Aún estamos en un nivel de circulación del virus alto y en una repercusión alta en el sistema sanitario.

Toda la actividad que se ha suspendido con la reprogramación de cirugías, ¿cuándo va a volver a su cauce?

La semana que viene. Esta semana hemos recuperado cirugías de mañana, se han recuperado doce quirófanos y se han reajustado también camas. Por ejemplo, camas que estaban destinadas a pacientes con COVID-19 ya se han recuperado como camas quirúrgicas. Y si esto sigue, la semana que viene estará recuperada la actividad quirúrgica al 100 %.

Hay cuestiones en esta pandemia que sí han venido para quedarse, como las mascarillas en interiores o en invierno para prevenir otro tipo de cuadros y el auto testeo

En esta sexta ola el autotesteo ha cobrado protagonismo. ¿El autotesteo y el autorrastreo han venido para quedarse?

Probablemente haya venido para quedarse. Los ciudadanos que tienen síntomas más graves van a acudir a sus centros de salud, como son los pacientes vulnerables. Pero muchos ciudadanos con síntomas respiratorios, que pueden obedecer a este virus o a otros, optan por hacerse un test para salir de dudas con gran responsabilidad, si sale positivo lo comunican y saben que tienen que haber un aislamiento. Creo que hay cuestiones en esta pandemia que sí han venido para quedarse. Hablamos de mascarillas en interiores o en invierno para prevenir otro tipo de cuadros y hablamos de este autotesteo.

¿No se va a volver a hacer pruebas a contactos, aunque la incidencia sea muy baja?

Lo que se ha hecho es priorizar en una situación, como la de esta variante, que abre una nueva fase, quizás una fase de transición. Porque hemos visto la contagiosidad, pero también muchos cuadros banales. Y otra circunstancia, que muchos contactos no tienen que hacer cuarentena al contar con un 92 % de población mayor de 12 años con vacuna completa. La priorización de pacientes vulnerables es la razonable, porque son los que tenemos que detectar y controlar.

¿Qué porcentaje de incidencia estiman que se pueda estar quedando oculto porque no se estén comunicando positivos de personas que se estén auto diagnosticando en casa?

No será mucha la incidencia que queda oculta. Efectivamente, con el auto test pasan dos cosas. Una, que los negativos no se comunican, con lo cual a la hora de saber la tasa de positividad nos falta el denominador. Y otra, puede haber positivos que no se comuniquen. Quizás puede haber algunos. Pero la incidencia que tenemos es muy coherente con la situación hospitalaria. O sea, si tuviéramos muchos test que no se comunicaran, probablemente la situación hospitalaria estaría subiendo, que es lo que a veces pasa cuando uno ve otras comunidades. Nuestra situación hospitalaria y de ocupación de UCIS es muy coherente. Baja la incidencia y con el decalaje baja la ocupación hospitalaria. Otra cuestión son las incapacidades temporales, que también están bajando. Luego, no hay mucha incidencia oculta en Navarra por esta coherencia en los parámetros.

¿Se ha llegado a una situación límite en los hospitales en esta sexta ola?

Afortunadamente, a una situación límite no. Se ha llegado a un nivel de ingresos alto. La semana de más ingresos superó a las tres olas anteriores. El día que más ingresos tuvimos fueron 278 hospitalizados y 39 en UCI. A partir del 17 de enero, empezó a bajar. Sí que he decir dos cuestiones. Una, que la mayor incidencia ha estado en Pamplona y Comarca y el Hospital Universitario de Navarra es el que ha tenido más afectación y ocupación por pacientes COVID-19. Y también otra cuestión, que en la red integrada con la que nosotros contamos, en esta ola ha habido mucho más peso en el sector público.

¿Cuántas camas hay habilitadas actualmente para pacientes con COVID-19? ¿Cuál es el porcentaje de ocupación actual?

En 2020 apenas hubo cuadros respiratorios, apenas hubo gripe, pero en cambio este mes de diciembre sí que había muchos cuadros que estaban ocupando también el hospital. Por ejemplo, en diciembre de 2021 dispusimos de una media de 1.306 camas de las que estaban ocupadas de media 977. O sea, había un 74,79 % por ciento de ocupación. Y en enero de 2022 hemos dispuesto de 1.377 camas, de las que han estado ocupadas 1.024. Esto supone más o menos un porcentaje de ocupación parecido, pero con un mismo porcentaje de ocupación puedes atender a más personas. Y hemos atendido a más personas porque hemos habilitado más camas.

¿Se siguen suspendiendo actualmente permisos de vacaciones a sanitarios?

Tengamos en cuenta que toda esta explosión de ómicron y de la sexta ola ocurrió en un contexto tras un puente foral que estaba la onda delta y tras unas navidades donde los profesionales tenían vacaciones. Los profesionales se afectaron como el resto de la población con cuadros de COVID-19, y también se concedieron permisos obligados por el cuidado de hijos pequeños. Esto contribuyó a que no se dispusiera de profesionales con los que se contaba por estas circunstancias. Sí que llegó un momento en que se planteó en determinados servicios, esto no ha sido general. Tendremos los datos, pero las vacaciones, que se podían coger hasta el 31 de enero, se han denegado en pocos casos. Sí que he de decir que ha habido profesionales a los que hay que agradecer, y mucho, que han trabajado más, que han doblado turnos en un contexto en que en las listas de contratación no había profesionales, sobre todo de medicina y de enfermería para contratar. Y encima con una OPE de Enfermería próxima que había llevado a profesionales a no estar en disponibilidad de trabajar o tenían permisos.

¿Cómo se les va a compensar a esos que han suspendido sus vacaciones? ¿Podrán disfrutar de esas vacaciones a lo largo de todo el año, como pedía SATSE, y no solo hasta el 31 de marzo?

Esa fue una medida que se tomó, que era el poder prorrogar las vacaciones hasta el 31 de marzo, para que efectivamente los profesionales pudieran ampliar estas fechas. Tendremos los datos, pero han sido afortunadamente menos de lo que ha parecido. Pero se han prorrogado las vacaciones.

Se está trabajando en valorar como méritos para baremos en las lista de contratación y futuras OPES a los profesionales que en esta parte de la pandemia han estado trabajando

Ha sido criticada la fecha de la convocatoria de la OPE de Enfermería, justamente este fin de semana. ¿Se va a compensar a quienes han decidido trabajar en esta sexta ola teniendo además que estudiar?

La OPE la Enfermería cuando se convocó fue a primeros de octubre. La situación que teníamos entonces era una situación epidemiológica, con unos indicadores fabulosos, unas tasas de vacunación extraordinarias. Hubo algún día de octubre donde tuvimos ocho casos. Hemos llegado a tener más de 4.400 a finales de diciembre. Lo que quiero decir es que convocar una OPE a la cual se presentan más de 5.000 profesionales para 424 plazas, lleva su tiempo. Luego la evolución ha sido la que hemos comentado. Y por otro lado, hemos planteado, y se está trabajando, valorar como méritos para baremos tanto de lista de contratación como de futuras OPES a los profesionales que en esta parte de la pandemia han estado trabajando. Pero será para futuras OPES, para esta ya no, porque legalmente ya ha salido la forma de baremación.

Desde 2019 el número de profesionales en el Servicio Navarro de Salud ha crecido 10 %

El Sindicato SATSE ha criticado que los refuerzos en la contratación de personal no han sido tales refuerzos, dicen que más bien son renovaciones de contratos. ¿Cuál es el balance que hacen de contrataciones realizadas a sanitarios desde marzo de 2020 hasta la actualidad?

En el balance global de profesionales en el Servicio Navarro de Salud en el 2019 el número de profesionales era 10.757. En el 2021 ha aumentado en 1.027. Estamos en 11.784, o sea, casi hay un 10 % de aumento de profesionales. Y luego, respecto al contingente COVID [que menciona SATSE], a estos profesionales se les acababan sus contratos el 31 de enero. Entonces se les ha contratado de nuevo con contratos de calidad, a la mayoría de ellos hasta finales de julio a prácticamente estos 700 profesionales. Esto ha supuesto un incremento a nivel presupuestario, estas contrataciones de 700 profesionales, de 15 millones de euros. Creo que es un ejemplo de la apuesta del Gobierno de Navarra y del Departamento de Salud por reforzar el sistema sanitario público en una situación como la que estamos padeciendo.

No obstante, siguen sin verlo suficiente y el Sindicato Médico, por otra parte, amenaza con convocar paros. ¿Qué respuesta les da?

Los sindicatos tienen toda su legitimidad para las convocatorias que realicen. En el caso de médicos, por ejemplo, en el contingente COVID, hay 15 médicos que se les ha renovado este contrato. Enfermeras son muchas más y hay apuestas concretas, por ejemplo, en el plan de acción de Atención Primaria. El refuerzo sobre todo es de enfermería. Y en el caso de médicos de familia, la realidad de nuestra comunidad es como la del resto del Estado, es que a nivel de las listas de contratación y del número de profesionales, hay un déficit que no viene de ahora. Es un déficit estructural que se ha ido agravando en estos años, en estas últimas legislaturas y lógicamente en época de pandemia aún se ha agudizado más.

¿Qué porcentaje de presencialidad hay actualmente en Atención Primaria?

La presencialidad ha aumentado claramente en el 2021 respecto al 2020. Sabemos que toda la primera etapa de la pandemia en marzo estuvo comprometida, pero luego se ha ido recuperando mes a mes. En el año 2021, por ejemplo, en tres cortes de mayo, octubre y diciembre hemos constatado que se han atendido por todos los estamentos más consultas presenciales, incluso en diciembre. Lo mismo que hubo esta excepcionalidad en el principio de la pandemia, en esta última ola la excepcionalidad es que ha habido muchos casos leves, personas con síntomas de tipo catarral que estaban en su domicilio, cuyo seguimiento era telefónico. ¿Qué quiero decir con esto? Que lo que ha aumentado mucho es la actividad no presencial y a la hora de ver cómo evoluciona tenemos que dar un poco más de plazo para que pasemos a una situación que no sea de excepcionalidad. La presencialidad es un componente de lo que llamamos la accesibilidad. Remarcaría dos cuestiones. Primero, en el año 2021 se ha atendido a 628.000 navarros y navarras. Esto supone el 95 % de la población de nuestra comunidad. Indica mucho todo el trabajo tan importante que se está realizando en la atención primaria. Y luego, también en cuanto a esta accesibilidad, es que tres de cada cuatro pacientes que han solicitado a demanda una cita presencial la han obtenido en 24 horas o al día siguiente.

¿Cuándo se podría volver a la presencialidad previa a la pandemia?

Se ha vuelto a la presencialidad. La presencialidad que necesitan los ciudadanos. Independientemente del porcentaje, que creo que a la hora de valorar pierde un poco su sentido. Aquí hay que atender al ciudadano que precisa una cita presencial, y ciudadano que precisa ser atendido por un profesional sanitario lo sea en 24 - 48 horas.

Si hay chupinazo, entiendo que será porque hay condiciones para celebrarlo

Aunque es muy difícil prever en este contexto nada, se ha venido hablando mucho de los Sanfermines. El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, confía en que se puedan celebrar este año y se trabaja en ello. ¿Usted cree que será posible?

He oído a las autoridades locales de los dos municipios mayores de Navarra hablar de los Sanfermines y de las fiestas, y lo entiendo porque es su competencia. Yo como consejera de Salud estoy paso a paso, escalón, escalón y día a día. Pero también digo que, si hay chupinazo, entiendo que será porque hay condiciones para celebrarlo. Y ojalá, todos tenemos ganas. Si hay chupinazo será porque la pandemia está en este nivel de control. No obstante, creo que aún queda tiempo. Estamos al principio de la escalera, ya fue el 2 de febrero, y lo que deseamos es que no haya tropiezos.

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