Salud confía en que el descenso de los indicadores en Navarra se “consolide” con la prórroga de las restricciones

El director general de Salud del Gobierno de Navarra, Carlos Artundo, ha celebrado este viernes que la presión de los hospitales se haya aliviado en las últimas jornadas después de que se hubiera superado los niveles de la tercera ola tras la explosión de contagios por la variante ómicron que llevó a la comunidad foral a tener la incidencia más alta de Europa.

“Estamos empezando a ver es un descenso en la presión hospitalaria y en las UCI, y es una buena noticia”, ha destacado Carlos Artundo, que ha señalado que con la prórroga de las restricciones hasta el 14 de febrero buscan “consolidar” la tendencia. “Tenemos que recuperar toda la actividad hospitalaria que, aunque sea parcialmente y relativamente pequeña, se ha visto afectada por la COVID-19 en las últimas semanas”, ha aseverado. El director general de Salud ha apuntado que espera que para el 14 de febrero “se puedan flexibilizar” las restricciones.

En la red hospitalaria de la comunidad foral permanecen ingresadas con esta enfermedad 241 personas, de las que 28 se encuentran en la UCI, después de que este jueves tuvieran que ser hospitalizadas 13 personas con síntomas graves de COVID-19 y tres fueran trasladadas a la unidad de críticos.

Mientras baja la ocupación de los hospitales, siguen aumentando las muertes por COVID-19, que van camino de convertir a enero en el mes con más muertes por COVID-19 desde la segunda ola, cuando en los meses de octubre y noviembre de 2020 se superó el centenar de decesos. En las últimas 24 horas el Servicio Navarro de Salud (Osasunbidea) ha notificado otros tres decesos que sitúan en 73 el número total de muertes en lo que va de mes.

Los nuevos contagios, a su vez, continúan en ligero descenso y ya acumulan varias jornadas por encima de los 2.000. en todo caso, las cifras continúan por encima de las notificadas en anteriores olas. En el último día se han registrado 1.382 positivos tras haberse realizado 3.300 pruebas diagnósticas que sitúan la positividad en el 41,9%. La incidencia, si bien ya no es la más alta de España, sigue siendo superior a la media nacional y supera los 4.000 casos.