Ellas y la pelota vasca
La inspiración a veces se encuentra por sorpresa. Cuando el fotoperiodista Daniel Burgui realizaba un reportaje para ‘El mundo de los Pirineos’ en torno a Goizueta, cuna de muchos de los grandes pelotaris, halló un tema que se le quedó grabado: al preguntar a uno de los responsables de la escuela de pelota de Leitza de qué se sentía más orgulloso, esperaba una respuesta en torno a los campeones que habían pasado por sus instalaciones. No fue así. Al menos, no en masculino. El honor de aquel entrevistado era haber entrenado a palistas que se habían convertido en campeonas. Sí, en femenino.
Burgui intenta recordar al dueño de aquellas palabras y se le escapa, pero nunca olvidó el mensaje. Años después, y tras preparar un documental sobre los efectos del tifón en Filipinas con el también navarro Andrés Salaberri, ambos buscaron un tema que les permitiera rodar en la Comunidad Foral. Y la posibilidad de retratar la pelota vasca desde el punto de vista de las mujeres se convirtió en un propósito.
Este lunes, Burgui, Salaberri y el director de fotografía, Jokin Pascual, parten hacia California en busca de varias de las protagonistas de un cortometraje documental titulado, de forma provisional, ‘Las pelotaris’. La idea es ofrecer otro punto de vista de este deporte, centrado en cómo unas mujeres empeñadas en jugar en el frontón, un lugar predominantemente masculino, a pesar de que no son profesionales (sobre el papel y en sus ingresos) y, por tanto, tienen que compaginar los entrenamientos con otros trabajos.
El mundo de la pelota, especialmente desde la década de los 80 del siglo XX, se ha limitado a la comunidad vasconavarra, pero hasta poco antes era un deporte más global. “Incluso llegó a El Cairo”, apunta Burgui. Para seguir el rastro de estas deportistas, estos realizadores navarros acudirán esta próxima semana al campeonato mundial de pelota vasca que, desde el 11 y hasta el 21 de septiembre, celebra su XVII edición en la ciudad mexicana de Zinacantepec. La cita reunirá a unos 500 deportistas de veinte naciones.
Hasta allí, por ejemplo, acudirá la navarra Maite Ruiz de Larramendi (Eulate, 1973), nombrada en 2010 mejor pelotari del anterior campeonato del mundo, organizado en Pau (Francia). Esta deportista vivirá posiblemente su último mundial, tras ganarlo todo en este deporte y siendo Medalla de Oro de Navarra al Mérito Deportivo, aunque su sueldo siga viniendo de su trabajo en un hospital. Una situación que contrasta con la vivida hace no tanto tiempo, cuando la pelota femenina sí era profesional, y las participantes tenían contratos. Un primer paso para sacar a la luz este deporte sería, por ejemplo, que la pelota vasca volviera a ser olímpica, y no solo un deporte de exhibición como ocurrió en los juegos de Barcelona 92.
Para enero de 2015
El proyecto del documental, por el momento, ya tiene página web y fecha prevista de finalización: enero de 2015. Para sus responsables, ha llegado el momento de cruzar el charco y grabar lo planeado. Recogerán las voces, entre otras, de las mexicanas Rosa María Flores Buendía y Paulina Castillo, la vizcaína Arantxa Pereda o, incluso, de jugadoras estadounidenses que practicaron este deporte sin tener ningún vínculo familiar con el País Vasco.
El rodaje de ‘Las pelotaris’ y el repaso a la historia de estas mujeres llevarán a estos realizadores ahora a California, después a México y, por último, de vuelta a Navarra. No se trata tanto de retratar un deporte como a unas luchadoras que, frente a la falta de recursos e incluso de reconocimiento, han seguido acudiendo el frontón. A competir y a devolver las pelotas que les lanzaba un mundo que ha silenciado su papel.