“Todo el mundo sabía que lo que se hacía estaba mal hecho. Porque los coches salían por Navarra”. Fernando de la Hucha Celador no evita la polémica al hablar del IVA de Volkswagen, porque sabe que su opinión constrasta con la de grupos parlamentarios que han criticado en este caso, y con dureza, la actitud del Gobierno central. Este catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Pública de Navarra es, además, una de las voces de referencia al hablar de foralismo y del Convenio Económico. Sin embargo, en este caso separa esta herramienta, que a menudo, asegura, en Navarra se usa de forma errónea, de los errores cometidos en torno al IVA de Volkswagen.
Este asunto afronta en la actualidad dos peleas legales: una en el Tribunal Supremo, donde la Agencia Tributaria reclama la exención del IVA de Volkswagen Navarra entre 2007 y 2011 (el Estado ha dejado ese recurso en suspenso mientras negocia con el Gobierno Foral), una cifra que, según se ha hablado hasta el momento, rondaría los 1.513 millones de euros; y la segunda, de la que se espera un dictamen en breve, se desarrolla en la Audiencia Nacional, donde UPyD presentó un recurso contra el acuerdo alcanzado por los gobiernos central y foral en mayo de 2012 para solventar la devolución del IVA de ese ejercicio en adelante. De la Hucha da su opinión sobre ambos frentes y, según augura, cree que a Navarra le tocará pagar.
¿Tiene razón el Gobierno central cuando se revisa cómo funciona el IVA de Volkswagen Navarra?
Formalmente, sí. Volkswagen Navarra dependía al 100% de Seat, y Seat de Volkswagen Alemania, y VAESA fue una sociedad que cuelga por ahí que también dependía al 100% de Seat. El mecanismo es el siguiente. Con los coches que exportaban, y el Polo debía exportar más del 90% en los mejores años, en vez de mandarlos a la matriz alemana, hacían lo siguiente: se los vendían a VAESA, que actuaba como intermediaria, y esta a su vez a Seat con unos márgenes ridículos. Y Seat se los vendía a Volkswagen Alemania. De esta manera, el coche salía por Barcelona [sede de VAESA], por lo que el Estado era el que devolvía a Seat el IVA soportado en las exportaciones, porque los coches debían salir limpios de IVA.
Y esto, ¿cómo beneficiaba a la Hacienda navarra?
Hombre, en que ella no devolvía nada. Ella cobraba de los proveedores de Volkswagen Navarra, pero no devolvía por las exportaciones. Incluso en el mercado interior, en cualquier sitio de España, también era VAESA la que vendía oficialmente el coche. Y por todo esto el Estado considera a VAESA una compañía ficticia, que solo servía para que Navarra no devolviera el IVA.
Usted la describió como una sociedad, cuando menos, “curiosa”. ¿Cree que era una sociedad pantalla?la describió
Yo creo que sí. Es una sociedad que no tenía empleados…
Entonces, su opinión es que el Gobierno central tiene razón. Que, básicamente, nos ha pillado.
Pues sí.
Pero luego, en mayo de 2012, se llegó a un acuerdo entre el Gobierno central y el navarro en torno a este IVA de ese año en adelante, al menos. Y ese acuerdo tampoco se hace bien, según usted. ¿Estos casos suponen una amenaza para las arcas forales, como han dicho los grupos parlamentarios?una amenaza
Habrá que esperar a las sentencias, pero una amenaza para las arcas forales sí supondría. No tanto como esos más de 1.500 millones de los que se habla, pero sí de una cantidad inferior. Porque de lo que se discute en el Supremo, si gana el Estado, habría que recalcular el ajuste IVA de los años 2007 a 2011, pero serían alrededor de 600 millones. Y lo de la Audiencia Nacional es otro tema, porque se refiere al acuerdo que se llegó en 2012 en el seno de la Comisión Coordinadora para modificar la fórmula. Y como esta no cuadraba, crearon una compensación específica, que es lo que ha recurrido UPyD. Porque a esa cifra se llegó de una forma chapucera.
Este asunto, por parte de diversos grupos parlamentarios, se ha interpretado como un ataque del Gobierno central a la autonomía de Navarra. Por esa regla de tres, entiende que su opinión pueda verse precisamente como contraria a los intereses navarros.un ataque del Gobierno
Vamos a ver, el peor defensor del Convenio Económico es quien lo utiliza mal. Yo solo hablo de si creo que una cosa está bien o mal hecha, y esto me parece una auténtica chapuza. Con ese nombre. Y lo diré en Navarra y fuera de Navarra.
¿Cuál es la clave para hablar de “un pacto chapucero” en 2012?
Las actas están impecablemente redactadas, pero lo que se hace en ese pacto de mayo de 2012 es ver el impacto recaudatorio para Navarra con la modificación del convenio y sin ella. Y tiraron por la calle del medio: modificaron la fórmula matemática. Pese a ello, les quedaba un pico estimado, y entonces dijeron ¿cómo lo resolvemos? Pues ya está, Navarra devuelve como mucho 25 millones de euros en tres años y, como me falta una cantidad para compensar a Navarra por todo, me invento una compensación específica, que no está en ningún sitio. La prueba de que esto es una chapuza está en el País Vasco, donde hay un sistema similar; sin embargo, ¿ha habido allí alguna vez un problema con el IVA? Michelin o Mercedes también exportan la gran mayoría de lo que producen y luego se ajusta, y cuando yo estuve en el Gobierno Vasco [fue viceconsejero de Hacienda entre 2009 y 2010 con el gobierno de Patxi López, puesto que dejó por “razones personales”] nunca hubo ningún problema de ajuste.
¿Cómo van a salir de esta?
No sé cómo lo solucionarán. Imagino que habrá novedades pronto desde la Audiencia Nacional.
Habla de posibles soluciones, ¿aquí no pesan solo los tribunales sino también otros intereses?
Evidentemente, hay otros intereses ocultos. No es casual que Navarra esté en esta situación. Es año electoral, si el ministro Montoro no actúa las comunidades autónomas de régimen común se le echarán encima… Así que haber judicializado el asunto es peligroso. Yo nunca habría llegado a este punto, aunque hubiera tenido que pagar más dinero. El problema aquí es que no se saben cómo están hechos los cálculos. No sé de dónde sacan el IVA que pretendía recaudar Navarra, no tiene ninguna base científica.
Esa es, precisamente, una de las razones del recurso de UPyD. Entonces, ¿tienen razón?
No lo sé, pero supongo que UPyD no defiende aquí la legalidad, sino que se mueve por un interés electoral, aunque ahí tampoco me voy a meter, porque su posición es respetable. Tampoco esta es una ayuda de estado ni un rescate encubierto; simplemente, se ha hecho mal una cosa. Y eso no es atacar el Convenio Económico. Creo que el convenio no se va a poner en entredicho por esta cuestión.
Usted ha dicho en otras ocasiones que el convenio es una herramienta que en Navarra no se sabe utilizar.
En algunas ocasiones, creo que se utiliza mal.
¿Cómo va a terminar este enfrentamiento?
Si no hay unidad arropando a la presidenta, pues mal.
Es decir, con Navarra pagando una cantidad importante.
Yo calculo que sí.
¿Cuál sería su consejo al Gobierno de Navarra?
Afortunadamente, no soy el Gobierno de Navarra.
¿Cargarse de paciencia y llegar a un acuerdo antes de la decisión en los tribunales?
Esa ha sido la tradición en Navarra: ceder un poco y no llegar a los tribunales. Y llevan ya mucho tiempo negociando. Al menos mi experiencia en el País Vasco es que, normalmente, tardar mucho tiempo es mala señal.