Se calcula que la hepatitis C afecta en Navarra a más de 7.000 personas, la mitad de ellos sin diagnosticar, si bien no existe un censo oficial.
A juicio de la asociación ATEHNA, “nos encontramos en un momento histórico en la cura de la Hepatitis C, si las autoridades sanitarias adquieren el compromiso de asumir esos nuevos tratamientos que curan la enfermedad de forma definitiva, regalando un futuro a muchos pacientes que están en el límite”, explica Antonio García, quien detalla que la salida al mercado de un nuevo tratamiento, denominado SOFOSBUBIR, eleva la tasa de curación por encima del 90% sin apenas efectos secundarios.
“Los tratamientos empleados hasta 2011, denominados interferón y ribavirina, potenciaban las defensas del cuerpo contra la hepatitis con tasas de curación de un 40%. Entonces surgió la denominada triple terapia, que también atacaba el virus logrando una tasa de curación del 70%. Su alto precio, 30.000 euros, han llevado a que se mire con lupa a quién se aplica, optando sólo por casos límite”, explica García.
Por ello, la aparición en 2013 del nuevo medicamento, SOFOSBUBIR, supone “una revolución ya que acerca la tasa de curación al 100% y elimina casi por completo los efectos secundarios, razón por la que ha sido aprobada por la agencia europea de medicamentos para uso compasivo, es decir, para los casos más graves”.
Sin embargo, añade García, este nuevo medicamento no ha llegado a Navarra y “nos consta que ya se ha solicitado un uso compasivo de este medicamento y ha sido denegado por el Servicio Navarro de Salud”.
Por ello, la asociación reclama a Salud que ponga en marcha este nuevo tratamiento en los casos recomendados por la Agencia Española de medicamentos, es decir, “en los casos más graves como afectados o trasplantados que se encuentran en peligro de muerte en menos de un año o personas que esperan un trasplante y tienen que llegar a él sin el virus”.
“También sería muy deseable que el Gobierno foral añadiese a los pacientes con cierta cirrosis joven, tanto no trasplantados como trasplantados, porque son los que más cerca se encuentran del precipicio del trasplante”, añade.
UN PRECIO “IMPRESENTABLE”
El principal inconveniente para la aplicación de este nuevo tratamiento, explica García, es “el precio impresentable” que el laboratorio Gilead ha puesto a este medicamento, entre 50.000 y 60.000 euros para 12 semanas.
Un precio que ha llevado al Ministerio a comenzar una negociación con la farmacéutica para rebajar el precio y “mientras tanto los consejeros de salud de las distintas comunidades han decidido no pagar ningún tratamiento de este tipo”. “Lo más dramático de todo esto es que teniendo una medicación que puede curar a casi todo el mundo, por la avaricia de unos y el abandono de otros, incumpliendo su obligación de curar a quien lo necesita, hay personas que se podrían salvar de un trasplante y que van a caer en él por la tardanza en la puesta en marcha de este tratamiento”, ha lamentado.
García ha defendido que “la incorporación de estos nuevos avances ”es una inversión de futuro“ y no supondría gran gasto para Navarra al tratarse de pocos pacientes. ”Todos los grandes expertos afirman que incluso con los desorbitados precios actuales, la curación de un enfermo de hepatitis C resulta a largo plazo rentable, además de evitar el sufrimiento del paciente y de toda su familia“, ha afirmado.