¿Ampliar las plazas fijas para Bomberos de la Oferta Pública de Empleo soluciona el problema? Puede ser un primer paso, según apuntan fuentes de la plantilla, pero las mismas fuentes insisten en que las necesidades de personal continúan. Representantes del Cuerpo se reunieron la semana pasada con la consejera de Interior, María José Beaumont, para trasladarle la, en su opinión, problemática del servicio. Y estas fuentes insisten en que esta en medida, que consiste en convertir las 30 plazas de la OPE en fijas (antes eran 10 fijas y 20 eventuales) es un paso que ven con buenos ojos, pero que no solventará el “agujero” que, según han denunciado con insistencia, tiene la plantilla. Calculan que ahora se necesitarían otros 26 efectivos para que ningún parque navarro (son 12) amaneciera sin cumplir la dotación mínima, y advierten de que en 2017 esa cifra aumentará hasta los 50.
Estas reivindicaciones se sucedieron durante la pasada legislatura. Desde la plantilla y la Comisión de Personal criticaron que, en 2014, hubo 177 días en los que los parques navarros amanecieron con una dotación menor a la establecida y que, después, a través de los traslados entonces promovidos por la Agencia Navarra de Emergencias (ANE), esa cifra se redujo a 107 días. Con todo, este sistema de mover efectivos de un parque a otro no convence a la plantilla, que también critica el envejecimiento del personal o la reducción de las horas de formación, entre otras cuestiones. Por el contrario, el entonces responsable de la ANE, Eradio Ezpeleta, defendió el buen funcionamiento del servicio, aseguró que Navarra necesitaba 347 efectivos para cubrir las 52 plazas diarias necesarias “y tenemos casi 20 más”, recalcó, y aseguró que la movilidad era un sistema más efectivo de organizar las dotaciones disponibles. Después, trascendió que responsables de Guardia, Oficiales y Suboficiales de la Dirección de Dirección, Prevención, Extinción y Salvamento de Navarra (los siguientes en el mando tras la Jefatura de Bomberos) escribieron una carta, dirigida al entonces consejero Javier Morrás, para alertarle del peligro que supone la falta de efectivos.
Al final de la legislatura, se previó dentro de la OPE anunciada por el Gobierno Foral (y a la que se tildó, por los tiempos en los que fue anunciada, de electoralista) diez puestos fijos para Bomberos, pero desde la plantilla criticaron que se quedaran muy cortos. Y, ahora, el nuevo Gobierno Foral ha decidido incluir finalmente 30 plazas fijas (sumando las 20 eventuales, que pasan a ser fijas, a a las diez fijas ya anunciadas), según confirmó el Ejecutivo a través de un comunicado, a pesar de que el plazo de inscripción terminó el pasado 9 de julio. Este cambio ya ha sido criticado por el sindicato Afapna, que a través de una nota ha advertido de que ya ha informado al Defensor del Pueblo de que esta modificación se produjo fuera del marco legal, por lo que ha pedido su nulidad: “No nos oponemos a este aumento, sino al modo en que esto se ha hecho”. El sindicato cree que, de haberse sabido que el número de vacantes era mayor, podría haber habido más solicitudes.
Más dotación presupuestaria
Fuentes de la plantilla, por su parte, insisten en que, más allá de esta convocatoria, el problema aún requiere de nuevas actuaciones. Recuerdan que entre el propio proceso de OPE y la formación posterior, pueden pasar dos ejercicios hasta disponer de esas 30 personas y, mientras, aseguran que “el agujero” en la plantilla se mantiene: en julio, por ejemplo, estiman que hubo 26 días de inicio con algún parque bajo mínimos, una cifra que se redujo a alrededor de 15 jornadas tras los habituales traslados de efectivos.
De ahí que desde el cuerpo se reunieran con la consejera para encontrar una solución para esta problemática, especialmente de cara a 2016. “Todas las medidas que se puedan implantar son muy malas (como adelantar jornadas, ampliar las horas extra, cerrar alguno de los parques o bajar los mínimos; cuestiones, especialmente las dos últimas, muy criticadas) pero hay que estudiar qué se puede hacer para cubrir esos mínimos”, afirman las mismas fuentes. Desde el Departamento, por su parte, se muestran abiertos a estudiar soluciones, pero aún no se pronuncian, a la espera de completar su organigrama. La solución del problema a corto plazo se presenta complicada, y a medio/largo exige un compromiso presupuestario, y ahora están por ver las cuentas que manejará el área de Presidencia y Función Pública.