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Educación garantizará el acceso de los escolares diabéticos al comedor

Un comedor escolar, ajeno a la información / Foto: Efe.

Garikoitz Montañés

Si un alumno o alumna quiere emplear el comedor escolar, tiene derecho a hacerlo. Sea diabético tipo I o no. Este es el compromiso adquirido por el Departamento navarro de Educación con la Asociación de Diabéticos de Navarra (ANADI), que precisamente la semana pasada denunció los problemas que, en ocasiones, sufren los niños en los colegios para poder emplear estas instalaciones si carecen de la supervisión necesaria.

La Asociación de Diabéticos de Navarra (ANADI) ha trasladado durante la tarde del lunes en persona al consejero de Educación, José Iribas, la necesidad de que la Comunidad Foral cuente con un protocolo de actuación para garantizar que los alumnos con esta enfermedad puedan comer en los comedores escolares. El compromiso entre ambas partes es redactar este documento, para que se pueda asegurar el acceso de los estudiantes diabéticos al comedor. Aún no se ha cerrado, no obstante, ni cuándo estará listo este texto ni cómo se va a conseguir: si logrando que haya personal que se responsabilice de esta supervisión de las comidas o, por ejemplo, formando al personal docente sobre la diabetes, algo a lo que se ha ofrecido la propia asociación.

ANADI, asociación vinculada a la diabetes tipo I (que no producen insulina, y no asociada a la edad o incluso el sedentarismo, como ocurre en la diabetes tipo II), cuenta en la actualidad en Navarra con alrededor de 600 socios, y representa a unos 160 niños diabéticos en edad escolar. Este encuentro entre el presidente de la asociación, Juantxo Remón, y el consejero se produce después de que, el pasado viernes, la asociación denunciara los problemas de algunos escolares para poder acudir a sus comedores.

Al parecer, al carecer de alguien que supervise a los estudiantes en el momento de inyectarse la insulina (la cantidad necesaria en función de las raciones que van a ingerir), hubo un centro público de Zizur, en concreto, que impidió a estudiante acceder al comedor. El alumno, hijo de un profesor de otro centro y con 8 años de edad, dispone de una bomba con insulina y, cada día, llama a su padre a través de un teléfono móvil para confirmar que se toma la dosis adecuada. Sin embargo, dado que nadie se hizo responsable de la vigilancia de esta situación, al niño se le impidió en un momento dado, y según explica la asociación, acceder al comedor escolar.

El padre denunció estos hechos ante el Departamento navarro de Educación y, tras considerar que no se le había hecho caso, lo trasladó a la asociación. Desde el colectivo insisten en que no se trata de un suceso aislado, pero que, hasta el momento, otros padres aún no han dado el paso de denunciar este hecho públicamente.

Problemas para acudir a las excursiones

La asociación ya explicó la semana pasada que, en la actualidad, la realización o, simplemente, la supervisión de los pinchazos o las dosis que toman los niños diabéticos en los centros escolares depende de la buena voluntad del colectivo docente o no docente de estos colegios. Por ello, ANADI solicitó a Educación que aportara los recursos que fueran necesarios para solventar esta problemática, que provoca la discriminación de los niños diabéticos. Su apuesta: establecer un protocolo de actuación, como ocurre en otras provincias españolas. De lo contrario, también puede darse la situación de que a los estudiantes diabéticos, si el personal de los colegios no se hace responsable de su supervisión, se le impida acudir a las excursiones escolares.

Esta protesta pública no ha caído en saco roto porque, finalmente, durante la tarde del lunes se ha producido una reunión entre el presidente de la asociación y el consejero Iribas. Se trataba, al menos de la primera toma de contacto para solventar este problema que, según insisten desde ANADI, urge una solución. Y Educación ya se ha comprometido a ello. Desde el colectivo, en cualquier caso, prometen seguir vigilantes para que los niños con diabetes tengan asegurado su acceso al comedor “cuanto antes”.

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