Insultos, broncas, desprecios, faltas de respeto e incluso empujones, puñetazos o golpes con objetos contundentes. Son parte de los maltratos a los que se ven sometidos los profesionales públicos de la salud en Navarra, y que en datos se corresponden con 224 agresiones denunciadas el año pasado ante la consejería de Salud. La cifra, muy abultada teniendo en cuenta que en 2014 ascendió a 120 denuncias, no ha sorprendido al consejero de Salud, Fernando Domínguez. “Debido a las diferentes acciones llevadas a cabo en el SNS para animar al personal a realizar la notificación de agresiones, era esperable un incremento de las mismas”, ha señalado. De las 120 agresiones denunciadas durante el último gobierno de UPN, se pasó a 203 en 2015 y 224 el año pasado, primer año completo del Gobierno del cuatripartito.
Domínguez no ha dudado en calificar de “importante” el incremento de las agresiones denunciadas. Pero también ha querido matizar que las cifras “se refieren a las notificaciones, no a agresiones reales, puesto que existe infradeclaración en las asociadas a la hospitalización de pacientes psiquiátricos”. Con todo, de las 224 notificaciones, 158 fueron denuncias de agresiones verbales y 66 por agresiones físicas.
El consejero ha explicado que casi la mitad de las notificaciones provienen de agresiones ocurridas en el Complejo Hospitalario de Navarra. También ha destacado el dato de que el 77,2% de las agresiones se han ejercido contra mujeres, un colectivo que ocupa en torno al 70% de las plazas de profesionales sanitarios, por lo que Domínguez considera que “no son más frecuentes en este colectivo”.
Entre las medidas adoptadas por su departamento para impedir las agresiones al personal sanitario, el consejero ha recordado que el año pasado se reforzó la presencia de la Policía foral en Urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra y en el Hospital Reina Sofía de Tudela. También ha explicado que en 2016 se emprendió un “estudio de viabilidad” para comprobar si es factible dotar a los centros de salud de un sistema de alarma ante agresiones a través del ordenador del puesto de trabajo. Domínguez ha dicho que este año se prevé continuar con la elaboración del estudio. También se mantendrá el refuerzo de cámaras de videovigilancia y otro tipo de alarmas instaladas el año pasado.
Para la regionalista Begoña Ganuza, las medidas adoptadas son “claramente insuficientes” y el mensaje de “falsa calma” que, a su juicio, ha intentado transmitir el consejero supone una “temeridad absoluta”.