El equipo de gobierno de Pamplona plantea un concurso de ideas con todas las opciones para el Monumento a los Caídos

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pamplona ha presentado un proyecto de concurso internacional de ideas que deja abiertas “todas las posibilidades” para el futuro del Monumento a los Caídos, de tal modo que deja libertad para mantener, transformar, eliminar o sustituir el actual edificio.

Obtener diversas propuestas para la transformación, puesta en valor e incorporación de nuevos usos al entorno urbano del monumento es el principal objetivo de la propuesta de bases para el concurso de ideas de arquitectura, con intervención de jurado y participación ciudadana, que se tratará este miércoles en el Consejo de Gerencia de Urbanismo.

El equipo de gobierno presentó este lunes su propuesta a las asociaciones memorialistas y ahora pasará a debate político con los grupos municipales. De obtener los respaldos necesarios, este concurso culminaría en el mes de abril del próximo año con cinco anteproyectos que incorporarían no sólo la idea original, sino también las aportaciones que pudiera hacer la ciudadanía, así como las sugerencias que pueda plantear el jurado profesional que evaluará las ideas.

Todos los detalles de la propuesta de bases para el concurso de ideas han sido dados a conocer este martes en rueda de prensa por el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, quien ha remarcado que teniendo en cuenta que el Monumento a los Caídos es “uno de los edificios más controvertidos y significados de la ciudad”, cualquier actuación que se lleve a cabo en torno a este edificio “tiene que estar bien pensada, estudiada y contar con el mayor apoyo posible, tanto desde el punto de vista político como ciudadano”.

Asiron, que ha comparecido junto al concejal delegado de Ciudad Habitable y Vivienda, Joxe Abaurrea, ha destacado que “vistos los diferentes puntos de vista que hay en la ciudad sobre el edificio, el planteamiento de inicio tiene que ser el de la plena libertad de actuación para aquellos equipos que aborden la redacción de proyectos”. Y ha detallado que como el concurso queda en la fase de elección de cinco anteproyectos, Institución Príncipe de Viana “no tendría participación en esta fase del concurso”.

Sobre este tema, Abaurrea ha incidido en que “este concurso al quedarse en cinco anteproyectos no tiene que presentarse ante Príncipe de Viana” y de cara a la aprobación final de una propuesta ha planteado “una reforma legal en el Parlamento que nos garantice que el Ayuntamiento tenga la última palabra en este proyecto, teniendo en cuenta que no es un debate sobre patrimonio, sino un debate mucho más complejo”.

LOS PLAZOS

En cuanto a los plazos, Joseba Asiron ha resaltado que “estamos en plazo para realizar el concurso a pesar de que las posiciones distantes que ha habido y que hay en torno al destino de este edificio han ralentizado el proceso” y ha explicado que, en primer lugar, el equipo de gobierno llevará la propuesta de bases a la Gerencia de Urbanismo para su aprobación en las próximas sesiones para dar inicio al concurso.

Si la propuesta es aprobada, en lo que el equipo de gobierno confía, se abriría un plazo para la presentación de propuestas profesionales de arquitectura que se mantendría abierta hasta el mes de diciembre. La idea es que estas propuestas no tengan el rango de anteproyecto, para de esta manera “facilitar una mayor participación en el concurso”.

El jurado escogerá cinco ideas de todas las que se presenten y a partir de ese momento se contará con un mes de exposición pública y recogida de aportaciones ciudadanas. A continuación, los equipos de redactores de las ideas seleccionadas contará con dos meses más de plazo para integrar las aportaciones surgidas del debate ciudadano y elaborar ya los cinco anteproyectos, lo que sería ya en el mes de abril.

Por su parte, Joxe Abaurrea ha señalado, sobre cómo sería la elección final de la propuesta, que una vez concluya el concurso de ideas se realizará un “balance”. “Es tan delicado, es de tanta importancia para la ciudad este debate, que preferimos hacerlo en dos tiempos. Si tiene las condiciones daremos el salto”, ha expuesto el edil, quien ha planteado que “podríamos ir a someter los cinco proyectos a votación popular, a que sea el jurado quien haga una segunda fase de selección o a un proceso de carácter mixto”. “Eso es parte del futuro y ya lo veremos en su caso”, ha zanjado.

LAS BASES DEL CONCURSO

En concreto, las bases propuestas por el equipo de gobierno plantean que el ámbito de la propuesta lo conformen el propio Monumento a los Caídos, la plaza de la Libertad, el parque de Serapio Esparza y las calles adyacentes. El proyecto considera imprescindible el mantenimiento del aparcamiento subterráneo bajo la plaza y sus accesos. También se debería mantener la estructura viaria, especialmente las calles Iturralde y Suit y la calle Aoiz. De todos modos, se valorarán aspectos de movilidad sostenible a incorporar en su tratamiento en relación al nuevo contexto urbano que se proponga.

El proyecto de bases de este concurso establece un proceso articulado en dos fases. El Ayuntamiento de Pamplona seleccionará cinco propuestas entre las presentadas, que se someterán a participación pública, con una explicación de las ideas ante la ciudadanía y con la aportación de sugerencias por parte de ésta. Se prevé una compensación económica de 25.000 euros para cada una de las cinco propuestas elegidas con el fin de que sus autores puedan transformarlas en sendos anteproyectos.

Según la propuesta presentada, los participantes en el concurso deberán ser personas físicas o jurídicas, cuya finalidad o actividad tenga relación directa con el objeto del contrato. Podrán concurrir arquitectos, individualmente o en equipo, y se contempla también la participación de personas jurídicas cuyos fines sociales se correspondan con el objeto del concurso.

El jurado del concurso estaría presidido por el alcalde de Pamplona o el concejal en quien delegue. Contaría entre sus miembros con alguna de las personalidades invitadas al proceso de reflexión sobre el monumento puesto en marcha por el Ayuntamiento, un arquitecto representante de la Gerencia de Urbanismo, un arquitecto de reputación no vinculado a la administración pública, un arquitecto representante del COAVN y una representante del Gobierno de Navarra (área de memoria histórica). Como secretario, con voz pero sin voto, actuará un letrado de la Gerencia de Urbanismo. La composición definitiva del jurado está abierta a las aportaciones de los grupos municipales.