Primero Izquierda-Ezkerra y Aralar, luego PPN y PSN. Los grupos parlamentarios han criticado, a lo largo de esta semana, la actitud del Gobierno Foral al comparar su derroche inversor (más de 58 millones de euros) en una infraestructura deportiva como el pabellón Reyno Arena con las dificultades que atraviesan las federaciones deportivas de la Comunidad Foral para recibir las ayudas del Ejecutivo. Precisamente representantes de 41 de estos colectivos (hay 43 en Navarra) se concentraron esta semana frente al pabellón, a donde se llegó a barajar que trasladaran sus oficinas, para criticar estos recortes y retrasos en las subvenciones. Porque, como explica su portavoz, Javier Lorente, “está claro que algo estás haciendo mal cuando reúnes por un tema a 41 entidades, cada una muy diferente a las otras”.
Lorente es el presidente de la Federación Navarra de Rugby y quien expuso ante los medios de comunicación la difícil situación que viven estos colectivos, que agrupan a unos 1.110 clubes. “El pabellón Navarra Arena, que ha costado 60 millones de euros para seguir cerrado, puede albergar 10.000 espectadores para ver deporte. Las federaciones logramos que cada fin de semana casi 60.000 personas hagan deporte. Lo hacemos con un gasto público de 2 millones de euros y no queremos más, como se ha insinuado, ni gastárnoslo como nos dé la gana y sin control, como respondieron a nuestra primera aparición ante vosotros. Queremos un modelo que asegure, simple y llanamente, nuestra supervivencia”, explicaron estas federaciones a través de un comunicado.
Esta denuncia ya se produjo antes, hace dos meses, tras los problemas sufridos por las entidades en los cobros de las ayudas, y se reiteró hace poco. Apenas una jornada después, el Gobierno Foral anunció el pago de parte de las subvenciones correspondientes a la primera parte de 2014 (hasta abril), pero, por ejemplo, once federaciones siguen sin recibir parte del dinero anunciado para 2013.
Pero el problema no es solo por los retrasos, sino por el sistema en sí. Hasta 2012, el dinero se repartía mediante una orden foral con convenios con cada entidad, que era un sistema más flexible con cada federación. Pero, en la actualidad, se opera con otro modelo que reparte un porcentaje de los proyectos que se van a realizar y, finalmente, si no se gasta todo el presupuesto, hay que devolver parte de ese importe. Puede resultar un sistema que ajusta el presupuesto, más exigente, pero para las federaciones se ha convertido en un lío burocrático.
Dos cuestiones son clave: la primera, que hay ayudas que por ejemplo se reciben ahora cuando muchas actividades ya se han ejecutado, por lo que las entidades tienen que adelantar el dinero y buscarse la vida; la segunda, que al cierre de 2013, con los presupuestos ejecutados, hay federaciones que tendrían que devolver parte del dinero o que han recibido ayudas que se quedan cortas porque, al final, por imprevistos, esas actividades han costado más.
“Un recorte encubierto”
Para Lorente, se trata obviamente de “un recorte encubierto”. Porque, por ejemplo, el Gobierno Foral ya ha anunciado que este año destinará un total de 2.194.723 euros a repartir entre las 43 federaciones, pero parte de ese dinero puede ser finalmente devuelto, por lo que primero se anuncia el gran titular y, luego, queda pendiente de precisar cuánto se ha ejecutado realmente. Y, mientras, las federaciones lamentan que tengan que adelantar dinero para pagar arbitrajes, afrontar los sueldos de los trabajadores, realizar pagos pendientes…
“No están mareando. Llevamos ya desde noviembre de 2012 alertando de esta situación, de que iba a haber federaciones que no podrían continuar, pero esto es un diálogo de sordos”. El pasado 11 de junio, así, se dirigieron por carta a los representantes del Gobierno Foral (el consejero de Políticas Sociales, Íñigo Alli, y el director del Instituto Navarro de Deporte y Juventud, Pruden Induráin) para enumerar sus peticiones y mostrar su “descontento, incertidumbre y preocupación” por esta situación, que “van en aumento”. No recibieron respuesta.
La oposición, por su parte, parece dispuesta a reabrir el debate mientras exige el pago “inmediato” de las ayudas. En septiembre, por cierto, también está previsto que se anuncien los posibles usos del Reyno Arena. Deporte activo e indignado frente a un recinto inactivo pero millonario.