Más acciones contra la violencia sexista, pero siguen las imágenes de chicas manoseadas en el chupinazo
Que no se haya denunciado no significa que no haya habido agresiones sexistas. A pesar del incremento de las iniciativas que se han adoptado este año para intentar mejorar la seguridad de las mujeres durante las fiestas de San Fermín, el multitudinario acto del chupinazo ha dejado de nuevo imágenes que dan testimonio de cómo, para unos cuantos, la igualdad entre hombres y mujeres es una realidad que no va con ellos.
Por primera vez en la historia del chupinazo, cuatro cámaras de alta definición colocadas sobre la plaza consistorial sirvieron de ayuda al dispositivo de Policía Municipal para intentar impedir agresiones machistas. Desde la sala de control, en las dependencias del Ayuntamiento, uno de los agentes advirtió a sus compañeros de que, en una de las esquinas de la plaza, varios jóvenes habían subido a hombros a una mujer que estaba levantándose la camiseta. Los agentes de incógnito presentes entre la multitud se apresuraron a abrirse paso hasta el lugar del incidente. Pero, para cuando llegaron, varios hombres estaban ya manoseando los pechos de la joven, que seguía sujetando su camiseta en alto. La presencia policial consiguió que el grupo que se había formado alrededor de la joven dejase de sobarla, y ella bajó al suelo y volvió a ponerse la camiseta en su sitio. Al Ayuntamiento no le consta que se haya interpuesto denuncia por este hecho.
Las imágenes, que han sido reproducidas en prensa, televisión y circulan por las redes sociales, contrarrestan el impacto positivo que está teniendo este año la campaña “Por unas fiestas libres de agresiones sexistas”. Nunca en la historia de los Sanfermines se había hecho desde el propio Ayuntamiento tanto hincapié en intentar concienciar a la sociedad de que las mujeres tienen tanto derecho a disfrutar de las fiestas como los hombres, sin que nadie las violente por ser mujeres.
La campaña para combatir las agresiones sexistas comenzó semanas antes de las fiestas. Entre otras iniciativas, desde el Ayuntamiento se promovió la elaboración de un “mapa de la inseguridad” por parte de mujeres y colectivos que señalaron cuáles eran las zonas de la ciudad en las que se habían sentido inseguras en alguna ocasión. Tras la reciente Junta de Seguridad en la que los diferentes cuerpos policiales deciden los protocolos y dispositivos para las fiestas, el Ayuntamiento informó de que estos Sanfermines se había reforzado la presencia policial en varios puntos. Destacados, el parque de la Runa y el entorno de las Murallas, lugares oscuros en los que este año se redobla el patrullaje policial nocturno. Además, el Ayuntamiento ha ampliado el número de auxiliares de protección civil para destacarlos en estos lugares “sensibles”.
Punto de información
Además, y por segundo año consecutivo, el Consistorio ha instalado en el centro neurálgico del Casco Viejo, la Plaza del Castillo, un “punto de información” en el que se atiende todo tipo de denuncia relacionada con las agresiones sexistas. Este servicio específico ofrece, con horario ininterrumpido, la posibilidad de acompañamiento para acceder a los recursos de atención, sanitarios, psicológicos, judiciales o policiales que requieran las víctimas de la violencia sexista.
También continúa en marcha la campaña del “NO es NO”. La mano extendida sigue siendo la imagen de esta iniciativa a la que este año se han adherido muchos establecimientos hoteleros. El icono de la mano adorna asimismo la campaña de vasos reutilizables que ofrecen en determinados establecimientos para evitar el uso de vidrio en las fiestas. Y se reparten folletos en la estación del tren y en la de autobuses a los turistas que llegan a Pamplona, a modo de recibimiento. Pero, para que la primera palabra que los recién llegados encuentran en Pamplona no sea una negación, la campaña le da la vuelta al lema:“Sí a disfrutar y a gozar. Sí a tontear, jugar y seducir. Sí a ser parte del juego y de la fiesta. Sí a buscar lo que quieres con respeto. Sí a pedir, escuchar y prestar atención a la otra persona. Sí a pedir respeto y a decidir hasta dónde quieres continuar. Sí a hacer sólo lo que tú decides. Sí a vivir libremente tu sexualidad. Sí a mantener relaciones con protección. Sí a prestar ayuda si presencias una agresión, sí a aislar a quien agrede. Sí a vivir sin miedo a cualquier hora del día y de la noche. A caminar por la ciudad o volver a casa sintiéndote libre, no valiente”. En resumen: “Sí a vivir las fiestas libremente y al ligoteo sano”.
Las diferentes iniciativas para terminar con la violencia sexista en San Fermín no abarcan sólo el ámbito de la prevención y la concienciación. Este año, además, reclaman una actitud de rechazo activo por parte de quienes sean testigos de una agresión. “Si miras para otro lado, si callas o haces como que no está ocurriendo nada, eres cómplice. Actúa, no lo permitas”, es el mensaje que lanzan las instituciones al espectador. Tal vez, con el paso del tiempo, este tipo de campañas dejen de ser necesarias. Mientras tanto, un No sigue siendo un No, también en San Fermín.