Koxka acudirá finalmente al concurso de acreedores. Así lo se lo ha comunicado este miércoles al Comité de Empresa la dirección de esta compañía de mobiliario industrial de frío de Pamplona. El trámite, presentado este pasado lunes en el juzgado de lo mercantil, pone fin a los cuatro meses de pre-concurso y a la incertidumbre de la plantilla, que había denunciado que, pese a que este paso parecía una cuestión de tiempo, no terminaba de anunciarse.
Esta decisión abre la puerta a la subasta de la empresa. El propio Comité había exigido que se agilizaran estos pasos para intentar que un nuevo inversor relanzara la actividad en la planta, situada en el polígono industrial de Landaben y con medio siglo de vida.
La historia de Koxka, en origen una compañía familiar vendida primero, en 2000, a la firma Hussmnn y, después, a los también estadounidenses del fondo de inversión AIAC, ha sido en los últimos años una sucesión de deudas, presiones a proveedores, ERE y reducciones de producción. La situación llegó a un límite el pasado mes de abril, cuando se anunció el pre-concurso de acreedores, una fase de tres meses extensible a cuatro que permite a la compañía negociar un plan que garantice la viabilidad de la empresa. Pero este no se ha conseguido, y desde el Gobierno de Navarra, ya auguraron en junio que, si no había visos de que ese plan siguiera adelante, la “única alternativa” era el concurso. Y así ha sido.
Los trabajadores, por su parte, han seguido manteniendo sus movilizaciones para exigir la marcha de los actuales propietarios, AIAC. Koxka cuenta con en la actualidad con 280 trabajadores, inmersos en un nuevo Expediente de Regulación de Empleo de suspensión.