Navarra ha invertido a lo largo de 30 años un total de 545 millones de euros en depuración y saneamiento, en concreto, se han invertido 313 millones de euros en la construcción de instalaciones y 232 millones en la operación y mantenimiento de las mismas.
Así se ha puesto de manifiesto este lunes con motivo de la conmemoración de los 30 años de andadura de la empresa pública Navarra de Infraestructuras Locales (NILSA), dedicada a la depuración desde su creación en 1989.
Con motivo de este aniversario, la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, acompañada por el consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, ha visitado la depuradora decana de Tafalla-Olite.
En la visita guiada por las instalaciones de esta estación depuradora, una de las primeras en entrar en funcionamiento en Navarra en los años 70 del siglo XX, y asumida por NILSA tras su creación, han participado también el director general de Administración Local y Despoblación, Jesús Mari Rodríguez; los alcaldes de Olite y Tafalla, Maite Garbayo y Jesús Arrizubieta, respectivamente; y el presidente de la Mancomunidad de Mairaga, Jorge Bacaicoa.
Asimismo, el primer gerente de NILSA e impulsor del proyecto, José Ignacio Sanz Arbizu, ha estado representado en el acto de aniversario por su viuda, Charo Orocoyen, ya que el promotor de la sociedad falleció en noviembre de 2014. También han asistido los dos gerentes posteriores, Andrés Sola (1995-2015) e Iñaki Urrizalki (2016-2019), así como la plantilla al completo, cuya proporción entre hombres y mujeres es paritaria desde hace quince años.
Tres décadas de funcionamiento
En sus 30 años de andadura, NILSA ha invertido 313 millones de euros en la construcción de instalaciones y 232 millones en la operación y mantenimiento de las mismas. Asimismo, ha recaudado 520 millones de euros a través del canon de saneamiento (el 72% del total procedente de los hogares; el 28% de la actividad industrial), que todos los contribuyentes pagan a través del recibo del agua desde el 1 de enero de 1989.
En 1988 existían seis depuradoras en Navarra, construidas por las confederaciones hidrográficas del Ebro y del Norte: Lesaka, Etxalar, Zubieta, Zugarramurdi, Aoiz y Tafalla-Olite. Esto suponía que se daba servicio únicamente al 5% de la población, mientras que el porcentaje de alcance actual es del 98% y no existe ningún vertido que vaya al río sin tratamiento previo, lo que asegura la calidad ambiental de los cauces.
En 1989, NILSA asumió estas seis instalaciones pioneras también en España y comenzó a llevar a cabo el Plan Director de Saneamiento de los Ríos en Navarra, marco en el que se ha llevado a cabo la construcción de 159 depuradoras (93 instalaciones para núcleos de población mayores de 250 habitantes, 66 para los de menor población) y 586 instalaciones primarias.
Estas actuaciones han sido posibles gracias a la recaudación del canon de saneamiento, así como con fondos europeos (36 millones de euros) y con Planes de Infraestructuras Locales del Gobierno de Navarra hasta 2012 (94 millones de euros). Desde 2013 la financiación se obtiene únicamente a través del canon.
En cuanto a volúmenes de agua, Navarra, cuyos habitantes consumen una media de 112 litros por persona y día, trató el año pasado 86.750.609 metros cúbicos de agua residual; en 2017 fueron 75.657.875 metros cúbicos; en 2016 se depuraron 78.449.268 metros cúbicos y en 2015 fueron 78.522.998 metros cúbicos.
Se mantiene una tendencia similar a lo largo del tiempo, con la salvedad de que exista un año con mayor pluviometría. En este sentido, NILSA considera importante concienciar a la ciudadanía de que “optimice el gasto de agua, ya que es un recurso escaso, muy vulnerable a los efectos del cambio climático”, ha remarcado el Gobierno navarro en una nota.
Por otra parte, la sociedad pública también lleva a cabo una labor de concienciación sobre la necesidad de implantar redes separativas en todas las localidades: canalizaciones diferenciadas para las aguas de lluvia y las aguas residuales. Actualmente son mayoritarias las redes unitarias que mezclan ambos caudales, haciendo necesario que el volumen total haya de ser depurado sin que esto fuera necesario para el agua pluvial.
Plan director de saneamiento de los ríos
La creación de NILSA se debió a la necesidad de un ente instrumental que llevara a cabo el Plan Director de Saneamiento de los Ríos, que fue definitivamente aprobado en 1991, y revisado en 1995, 2006 y 2015. La última revisión se realizó el año pasado, cuando se incluyó la depuración y el saneamiento en el Plan Director del Ciclo Integral de Agua de Uso Urbano 2019-2030, plan impulsado por el Gobierno de Navarra en 2017 y aprobado el pasado 8 de mayo.
La implantación del primer plan director de saneamiento, realizado en colaboración con las entidades locales (mancomunidades, ayuntamientos y concejos), permitió que Navarra fuera la única comunidad autónoma en cumplir en 2006 la Directiva Europea 91/271/CE, que establecía que todas las poblaciones de más de 2.000 habitantes equivalentes debían tener sus aguas residuales depuradas.
El actual plan del ciclo integral de agua de uso urbano constituye, por su parte, el mayor instrumento de lucha contra el cambio climático en materia hídrica y contempla nuevas actuaciones para los próximos doce años por valor de 439 millones de euros, por lo que es también un importante hito en el panorama general de España, han destacado desde el Ejecutivo foral.
En cuanto a la evolución de la sociedad pública, NILSA comenzó con seis empleados y empleadas, hasta llegar a las 51 personas actuales, ubicadas tanto en la sede principal en Pamplona como en la oficina de Tudela. El empleo generado de manera directa e indirecta es de casi 400 personas.